La Fé y la Ciencia

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@Nessuna@
00domenica 22 gennaio 2006 20:36
Cristianismo y progreso

Ha dejado una huella inconfundible en el desarrollo de Occidente

WACO, Texas, sábado, 21 enero 2006 (ZENIT.org).- La idea de que el éxito de Occidente ha dependido de haber superado las barreras religiosas para progresar es un «completo absurdo», afirma el autor de un nuevo libro.

Rodney Stark defiende esta tesis en «The Victory of Reason: How Christianity Led to Freedom, Capitalism, and Western Success» (Random House) (La Victoria de la Razón: Cómo el Cristianismo llevó a la Libertad, al Capitalismo y al Éxito de Occidente).

Stark, profesor de sociología en la Universidad Baylor, sostiene que, en contraste con otras creencias que acentúan el misterio y la intuición, la teología cristiana privilegia la razón. Este factor --no la geografía, ni un sistema agrícola más productivo, ni la reforma protestante-- está detrás del ascenso de Occidente, sostiene.

El autor observa que está visión está contraste con la postura de muchos intelectuales occidentales del siglo XX. Éstos han mantenido que Occidente se puso por delante de otras culturas precisamente por su capacidad de superar las barreras religiosas para progresar. El crédito que dan a la religión se limitaba a reconocer la aportación del protestantismo, como si los quince siglos anteriores de cristianismo tuvieran poca importancia, dice Stark.

En un capítulo sobre la unión entre razón y teología en el cristianismo, Stark presenta por qué discrepa con estos intelectuales. El ascenso de Occidente, mantiene, se ha basado en cuatro victorias primarias de la razón:

-- La fe en progreso dentro de la teología cristiana;

-- La transmisión de esta fe en progreso a las innovaciones técnicas y organizativas, muchas de ellas fomentadas por los monasterios;

-- La razón ha informado la teoría y práctica políticas, permitiendo la libertad personal;

-- La razón se aplicó al comercio, dando como resultado el desarrollo del capitalismo.

Un don de Dios
Desde los primeros siglos del cristianismo, los Padres de la Iglesia enseñaron que la razón era un don de Dios y el medio para aumentar la comprensión de la Escritura y la revelación. Las religiones orientales, por el contrario, carecieron de la figura de un Dios consciente y todo poderoso, que pudiera ser objeto de reflexión teológica.

El judaísmo y el Islam tenían el concepto de un Dios suficiente para sostener la teología. Pero dentro de estas religiones la tendencia fue hacia una postura construccionista que concebía la escritura como algo que entender y aplicar, no como la base para una investigación posterior.

El cristianismo considera a Dios un ser racional y el universo como creado por Él. De esta forma, a la comprensión humana le aguarda una estructura racional. Y para plantear el desafío estaban los teólogos de la Iglesia católica, que durante siglos se implicaron en un cuidadoso razonamiento que llevó al desarrollo de la doctrina cristiana. Pensadores de primer orden como Agustín y Tomás de Aquino, explica Stark, celebraban el uso de la razón como un medio para lograr penetrar en las intenciones divinas.

Así, cuando tuvo lugar la revolución científica en el siglo XVI, no fue una irrupción repentina del pensamiento secular. Más bien, surgió de siglos de progreso sistemático de loa pensadores escolásticos medievales, y se sostuvo por una invención cristiana del siglo XII, las universidades.

Progreso medieval
Stark dedica un capítulo a derribar la idea de los «Tiempos Oscuros». Mucho antes de que tuvieran lugar el renacimiento y la ilustración, la ciencia y la tecnología europeas habían superado con mucho al resto del mundo. La idea de que la época medieval fue un periodo de estancamiento «es una caricatura creada por los intelectuales del siglo XVIII, antirreligiosos y amargamente anticatólicos», escribe Stark.

Fue en estos siglos cuando se desarrollaron la energía del agua y el viento de forma extensa, permitiendo avances enormes en la manufactura de bienes. Y los notables avances de la tecnología agrícola aumentaron los campos de cultivo que permitieron alimentar las ciudades.

Lejos de oponerse a tales avances técnicos, el cristianismo les dio la bienvenida y los promovió. Por el contrario, tanto el Imperio otomano como China se opusieron a la construcción de relojes mecánicos, por ejemplo. Tampoco la actividad económica tuvo que esperar al protestantismo para prosperar, afirma Stark. Las órdenes monásticas crearon una suerte de proto-capitalismo.

Estimulados por los aumentos de productividad debidos a los avances tecnológicos, los monasterios desviaron la tendencia a una economía de subsistencia hacia un sistema de especialización y comercio. A su vez, esto facilitó el aumento de la economía de moneda, como opuesta al trueque, y la creación del crédito y el préstamo de dinero.

Los monasterios también desarrollaron la ética del trabajo y el aprecio por el valor del esfuerzo económico - mucho antes de la llegada del protestantismo.

Además, los teólogos cristianos (es decir, católicos) redefinieron ideas relacionadas con la carga de intereses y los precios justos de los bienes -elementos esenciales para el desarrollo del capitalismo. Stark también dedica amplio espacio a subrayar el desarrollo del capitalismo en las ciudades estado italianas, que estimularon economías prósperas siglos antes la reforma.

Libertad e igualdad
Aunque las condiciones para el desarrollo del capitalismo han existido en algunos países, en ocasiones faltaba el elemento esencial de la libertad, impidiendo así el progreso económico. La libertad, sostiene Stark, es una victoria de la razón y fue apoyada por los teólogos cristianos que durante mucho tiempo teorizaron sobre la naturaleza de la igualdad y los derechos individuales. De hecho, el trabajo de los teóricos políticos seculares de tiempos posteriores, como John Locke, suelen basarse en ideas desarrollados por eruditos de la Iglesia.

El cristiano en general enseña el valor del individuo y pone de relieve la importancia de la responsabilidad personal en las decisiones morales. Unido a esto está el concento de voluntad libre. Esto era un cambio radical con respecto al pasado, algo evidente, por ejemplo, en la literatura. Stara sugiere comparar las tragedias griegas, donde los personajes son cautivos del destino, con Shakespeare, donde los protagonistas son claramente responsables de sus acciones.

Stark sostiene además que el nacimiento de la democracia en Europa occidental debe sus orígenes, no a la filosofía griega recuperada, sino a los ideales cristianos. El mundo clásico proporcionó ejemplos de democracia, pero éstos no se arraigaban en asumir la igual de todos los ciudadanos. Los ideales enseñados en el Nuevo Testamento, sin embargo, pusieron la base para afirmar la igualdad fundamental de todas las personas.

Los derechos de propiedad, otra condición previa vital para el capitalismo, también deben sus orígenes al cristianismo. Tanto la Biblia como los teólogos más importantes defienden la propiedad privada. Tomás de Aquino sostenía que el poseer propiedades es inherente a la naturaleza humana.

La enseñanza cristiana también contribuyó mucho al concepto de separación entre la iglesia y el estado, y a la limitación de los poderes del soberano sobre los ciudadanos. Estos dos factores permitieron a Occidente evitar un punto muerto del sistema político que condujera al uso arbitrario e ilimitado de la autoridad política, que obstaculiza el desarrollo de una economía moderna.

Razón y fe
Stark no reclama originalidad alguna por sus ideas. Precisa que historiadores eminentes como Henri Pirenne y Fernand Braudel establecieron hace mucho que los hechos históricos contradicen la noción de que la ética protestante del trabajo fue la fuerza que estuvo detrás del capitalismo.

Luego, en 1925, el conocido filósofo y matemático Alfred North Whitehead declaró que la ciencia surgió en Europa debido a la fe en la posibilidad de la ciencia, a su vez derivada de la teología medieval. Con todo, estas verdades se han visto oscurecidas por los mitos populares, afirma Stark.

Al concluir, Stark se pregunta si el cristianismo es irrelevante para la modernidad, ahora que la ciencia y el capitalismo se han establecido tan firmemente. Pero, se apresura a cuestionar, ¿si el cristianismo fuera irrelevante cómo podemos explicar su rápida expansión en muchos países?

Stark observa que en África están creciendo las denominaciones cristianas y, en muchas partes del mundo, las iglesias protestantes están convirtiendo a gran número de personas, o quizá de forma más precisa, cristianizando a muchos que previamente no habían practicado su religión. El cristianismo también está creciendo en China, a pesar de la oposición del gobierno.

«Para muchos no europeos, hacerse cristiano es intrínseco a ser moderno», afirma Stark. Razón y fe, al parecer, no están destinadas a oponerse.



@Nessuna@
00mercoledì 25 gennaio 2006 06:37
Se opone la Iglesia al desarrollo científico?
La Pontificia Academia de las Ciencias sigue investigando y promoviendo la ciencia en favor del hombre


¿Se opone la Iglesia al desarrollo científico?
Algunos científicos actuales afirman que la Iglesia Católica se opone al desarrollo científico, pero hay muchos hechos que confiman lo contrario.

Muchos de los grandes avances científicos que hoy disfrutamos son fruto de los estudios que se realizan en las universidades. ¿Dónde surgieron las universidades? Basta dar una ojeada al pasado para descubrir que el comienzo de las primeras universidades del mundo surgió bajo el seno de la Iglesia. En ellas se estudiaba no sólo la filosofía y teología sino muchas de las ciencias como la astronomía y las matemáticas. Más tarde se desarrollarán los centros de estudios superiores en los campos laicos. La Iglesia, desde el inicio, se ha preocupado por el desarrollo científico en todos sus aspectos.

Pocas personas saben que la primera asociación científica del mundo fue promovida por la Iglesia. La Pontificia Academia de las Ciencias fue fundada en 1603 y en el 2003 cumple 400 años. Quizá muchos de nosotros no sabíamos que Galileo Galilei (uno de los más grandes científicos que revolucionaron la ciencia moderna con sus teorías heliocéntricas) fue miembro de esta Academia de las Ciencias. Es más, gracias al apoyo que recibió de ella pudo financiar la mayoría de sus obras científicas. Otro gran ejemplo es el sacerdote católico belga, George Lemaître, que propuso la teoría del Big-Bang (la gran explosión) como una posible explicación del origen temporal del universo. Esta teoría, hoy en día, es examinada con gran interés por los científicos por los recientes descubrimientos acerca de un eco en el universo que podría ser el resulatado de esta gran explosión.

El interés que ha tenido la Iglesia por los avances científicos se ha incrementado de manera notable desde el siglo pasado. La ciencia está, cada vez más, al alcance de más personas y afecta diariamente nuestras vidas. La Iglesia es consciente de ello y ha motivado a buscar el mayor desarrollo científico para mejorar la vida de las personas. No se puede oponer a la ciencia cuando ésta busca la verdad, pues el mismo Cristo nos ha mandado que enseñemos la verdad al mundo entero. De esta necesidad de buscar la verdad surge la Academia de las Ciencias. En ella trabajan conjuntamente científicos de diversas naciones, sin distinciones de raza o religión, con el único requisito de buscar la verdad. La ciencia se presenta como un valor para la humanidad, que enriquece al hombre, cuando busca descubrir la verdad por los medios lícitos y buenos.

La Pontificia Academia de las Ciencias ha afrontado muchos de los problemas que afectan al mundo actual: el origen del universo, el cáncer, el problema del agua, la ecología y el medio ambiente, el uso de los recursos naturales, la energía, el problema del hambre en el mundo y las nuevas técnicas para mejorar el cultivo de la tierra. También ha estudiado los grandes interrogantes de la vida humana: investigaciones sobre el cerebro del hombre, el problema de la muerte y los transplantes de órganos, el genoma humano, etc.

Es interesante ver que los Papas, especialmente desde Benedicto XV hasta Juan Pablo II, han apoyado mucho a la Academia de las ciencias. Le han lanzado el desafío de dirigir, hoy más que nunca, todos sus esfuerzos por crear una ciencia para la paz. La prioridad de una ciencia por la paz se intensifica a partir de los descubrimientos del miembro de la Academia de las Ciencias Max Planck (físico alemán que ha revolucionado la física moderna que recibió el Premio Nobel de física en 1918) sobre la teoría cuántica. Estos estudios se utilizaron para el desarrollo de la energía atómica. Max Plank, amigo del Papa Pío XII, en 1943 mencionaba al Papa los riesgos de la fusión atómica en la utilización de armas nucleares. Poco después se verían los efectos devastadores de una ciencia utilizada para la guerra como en el caso del uso de las bombas atómicas durante la segunda guerra mundial.

La Iglesia en la actualidad sigue promoviendo todos los avances científicos que ayuden a promover la paz y a mejorar la condición de vida de los hombres. La Pontificia Academia de las Ciencias sigue investigando y promoviendo la ciencia en favor del hombre. La Iglesia no está, de ningún modo, en contra de la ciencia que busca la verdad y respeta la dignidad de la persona humana, sino que ve en ella un camino para un mejor desarrollo del hombre y del mundo.



catolic.net
@Nessuna@
00mercoledì 25 gennaio 2006 06:40
Autor: Guillermo Juan Morado | Fuente: www.autorescatolicos.org

¿Qué pensaría Kant de los "bebés medicamento"?
Cualquier día nos sorprenderá la prensa con la noticia de que aquí o allá se ha descubierto un criadero de seres humanos

La Ministra de Sanidad acaba de presentar (el 8.II.2005) ante los medios el borrador del anteproyecto de Ley de Reproducción Asistida. El borrador de la nueva Ley prevé que los padres cuyos hijos padezcan alguna enfermedad rara podrán concebir otro hijo, seleccionado genéticamente, para intentar salvar al primero. Es lo que se llama el “bebé medicamento”: se “fabrica” a un hermano para curar a otro. Además, el anteproyecto contempla generalizar el uso para la investigación médica de los embriones sobrantes de la reproducción asistida.

Cuando lo que está en juego, como en este caso, es la vida y la dignidad humana las alarmas se disparan. Y se disparan con motivo. Tenemos que hacer el esfuerzo de superar las razones puramente sentimentales para reflexionar serenamente sobre las implicaciones éticas de esta futura Ley. Nos quedaríamos a medio camino si sólo nos dejásemos conmover por la súplica de unos padres angustiados que quieren salvar, a toda costa, a su hijo aquejado de una grave enfermedad. ¿Qué padre no iría a la Luna, si pudiese, para salvar a su hijo? Lo que hemos de pensar es si podemos “ir a la Luna”; es decir, si vale cualquier medio para conseguir un fin bueno.

Porque para lograr ese trasplante que supuestamente beneficiará al hijo enfermo, habrá que recurrir a la fecundación “in vitro” para “producir” un número determinado de embriones. Y los embriones son, no lo olvidemos, seres humanos en sus primerísimas fases de desarrollo. Pero no sólo “producirlos” artificialmente, sino además habrá que “seleccionarlos”. ¿Que cómo se seleccionan? Pues mediante el llamado “diagnóstico preimplantacional”. Antes de implantar a los embriones en el útero, se los examina bien a fondo. Si ese embrión servirá para ser un donante compatible con el enfermo, se implantará. Y si no sirve, será desechado, tirado a la basura como un trasto inútil.

Los padres deben saber esto. Y la ministra de Sanidad debería explicárselo. Y la televisión debería contárnoslo a todos. Para curar a uno, habrá que fabricar a muchos y eliminar a la mayor parte de ellos. Del mismo modo, permitir que los embriones que sobran de la reproducción asistida sean dedicados a la investigación es convertir a seres humanos en su primera fase de desarrollo en conejos de indias en manos de los científicos.

Por eso no es extraño que la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial, a través de su secretario, el doctor Gonzalo Herranz, haya dado la voz de alarma. El asunto es muy serio y muy grave. Cualquier día nos sorprenderá la prensa con la noticia de que aquí o allá se ha descubierto un criadero de seres humanos utilizables para trasplantes, donaciones de órganos, investigación científica u otros menesteres.

¿Qué pensaría de todo ello Kant? Recordemos que una de las formulaciones que el filósofo alemán dio del imperativo categórico —es decir, de la ley práctica que resulta válida incondicionalmente para el ser racional— reza de la siguiente manera: “Actúa de modo que consideres a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de todos los demás, siempre como fin y nunca como simple medio”. Si un ser humano, aunque sea muy pequeño, puede ser usado como “simple medio”, ¿qué nos separa ya del totalitarismo y de la tiranía?



@Nessuna@
00martedì 7 febbraio 2006 03:55

El Observatorio Astronómico Vaticano
A finales del siglo XVI había un problema para establecer la fecha de la Semana Santa porque el principio de la primavera según el calendario y según la astronomía eran diferentes. El Papa Gregorio XIII quiso solucionar el problema y nombró una Comisión para que lo resolviera. Uno de miembros de aquella comisión era el jesuita Christopher Clavius (1537-1612). Fue él quién propuso el calendario actual: el calendario Gregoriano. Además, fue el astrónomo maestro de tres generaciones incluyendo a Galileo. Su obra "Esferas de Sacrobosco", fue el libro de estudio básico de la astronomía de la época. El nombre se debe a un astrónomo del que conocemos muy poco, probablemente era el inglés conocido como John de Hollywood.Cuando Galileo comenzó sus observaciones astronómicas Clavius ya era muy mayor, pero seguía siendo muy activo: era el Astrónomo Jefe del Colegio Romano. Y no vio con malos ojos lo que decía Galileo de sus observaciones. Aunque no estaba de acuerdo con las interpretaciones de Galileo. Por ejemplo, no estaba de acuerdo con que las manchas que describía Galileo en la Luna fueran de verdad montañas y valles. Quizá lo paradójico es que aunque no creían en ellos, un cráter de la Luna lleve su nombre. Nada menos que un cráter que tiene 233 km de diámetro.El observatorio astronómico del VaticanoDesde aquella Comisión siempre ha habido un observatorio astronómico en el Vaticano, aunque en la década de los 30 del pasado siglo, la contaminación lumínica de Roma era tan grande que trasladaron el observatorio a Castel Gandolfo, la residencia de verano de los papas que está a 35 km de Roma. Pero Roma siguió creciendo y la contaminación en Castel Gandolfo también era muy fuerte. Por ello, en 1981, bajo el papado de Juan Pablo II, se inauguró una nueva sede del Observatorio Vaticano en uno de los lugares del mundo con mejor atmósfera para la astronomía: el Monte Graham, en Arizona.El Observatorio Vaticano se dedica a lo que cualquier otro observatorio astronómico del mundo: a hacer observaciones, y a formar a nuevos astrónomos. En Arizona se dedican especialmente a Materia y Energía Oscura; la aceleración de la expansión del Universo, quásares y cúmulos globulares. Para hacerlo cuentan con varios aparatos de última tecnología. Por ejemplo, uno de los telescopios del Vaticano en el Observatorio Internacional del Monte Graham, es en infrarrojos, el único que hay allí. Además hay un nuevo Telescopio llamado VATT, Telescopio de Tecnologia Avanzada del Vaticano, que aunque todavía está en construcción ya funciona perfectamente.En Castel Gandolfo, a pesar de las malas condiciones lumínicas, se sigue haciendo clasificación espectral de estrellas, que fue un tema que lanzó en el siglo XIX el padre jesuita Angelo Secchi, director del Observatorio del vaticano. Arizona está unida mediante comunicaciones con Castel Gandolfo y las fotos obtenidas por los telescopios del Vaticano en Arizona se analizan en Castel Gandolfo. Clasificación espectralLas estrellas tienen distintas composiciones, distintas masas, etc. Angelo Secchi (en la imagen) miraba las estrellas a través de un prisma de vidrio. Debemos recordar que el prisma separa los colores. Si hacemos pasar la luz del Sol a través de un prisma de vidrio obtenemos el arco iris. Pues bien, eso es lo que hacía Secchi para las diversas estrellas. Y descubrió que los "arcos iris" de cada estrella eran diferentes. En vez de llamarlos "arcos iris" vamos a llamarlos espectros; pero es lo mismo. Con los telescopios del Vaticano, a mediados del siglo XIX, Secchi se dio cuenta de que la temperatura de la estrella estaba relacionada con su color. Las más calientes emiten una luz blanco azulada y las más frías un color rojo. Nuestro Sol, que tiene una temperatura intermedia entre estos dos extremos, emite, como es sabido, una luz de color preponderantemente amarillo. Así que Secchi propuso una clasificación basada en la temperatura (es decir, en el color) y esa clasificiación -con algunos refinamientos se sigue usando hoy. De esta manera, las más calientes son del tipo O, le siguen las de tipo B (azules calientes), luego las de tipo A (blancas), luego las F (verdeamarillentas), luego la G (amarillas) y luego las M (rojas). Digamos que las O,B,F son calientes y las F, G, K y M son frías. Nuestro Sol es una estrella del tipo G. Para acordarse de estos tipos, en Inglés se suele construir una frase: Oh, Be a Fine Girl Kiss.Secchi también estudió a fondo el Sol. Y aunque algunas de sus ideas sobre el mismo hoy están obsoletas, contribuyó muchísimo a su conocimiento. Su obra "Le Soleil" se publico en francés en 1870 y cinco años después en alemán, que en aquella época era el idioma de la ciencia. Por sus contribuciones, su nombre aparece en varias partes: en la Luna, el cráter Secchi (Ø22km, 2.4N 43.5E); los montes Secchi (Ø50km, 3.0N 43.0E); rimae (red de acantilados) Secchi (Ø35km, 1.0N 44.0E) en Marte: cráter Secchi (Ø234km, 58.3S 258.1W) y el Asteroide 4705 Secchi.

Autor: Félix Ares de Blas | Fuente: www.divulcat.com El Observatorio Astronómico Vaticano
Las fotos obtenidas por los telescopios del Vaticano en Arizona se analizan en Castel Gandolfo


El Observatorio Astronómico Vaticano
A finales del siglo XVI había un problema para establecer la fecha de la Semana Santa porque el principio de la primavera según el calendario y según la astronomía eran diferentes. El Papa Gregorio XIII quiso solucionar el problema y nombró una Comisión para que lo resolviera. Uno de miembros de aquella comisión era el jesuita Christopher Clavius (1537-1612). Fue él quién propuso el calendario actual: el calendario Gregoriano. Además, fue el astrónomo maestro de tres generaciones incluyendo a Galileo. Su obra "Esferas de Sacrobosco", fue el libro de estudio básico de la astronomía de la época. El nombre se debe a un astrónomo del que conocemos muy poco, probablemente era el inglés conocido como John de Hollywood.Cuando Galileo comenzó sus observaciones astronómicas Clavius ya era muy mayor, pero seguía siendo muy activo: era el Astrónomo Jefe del Colegio Romano. Y no vio con malos ojos lo que decía Galileo de sus observaciones. Aunque no estaba de acuerdo con las interpretaciones de Galileo. Por ejemplo, no estaba de acuerdo con que las manchas que describía Galileo en la Luna fueran de verdad montañas y valles. Quizá lo paradójico es que aunque no creían en ellos, un cráter de la Luna lleve su nombre. Nada menos que un cráter que tiene 233 km de diámetro.El observatorio astronómico del VaticanoDesde aquella Comisión siempre ha habido un observatorio astronómico en el Vaticano, aunque en la década de los 30 del pasado siglo, la contaminación lumínica de Roma era tan grande que trasladaron el observatorio a Castel Gandolfo, la residencia de verano de los papas que está a 35 km de Roma. Pero Roma siguió creciendo y la contaminación en Castel Gandolfo también era muy fuerte. Por ello, en 1981, bajo el papado de Juan Pablo II, se inauguró una nueva sede del Observatorio Vaticano en uno de los lugares del mundo con mejor atmósfera para la astronomía: el Monte Graham, en Arizona.El Observatorio Vaticano se dedica a lo que cualquier otro observatorio astronómico del mundo: a hacer observaciones, y a formar a nuevos astrónomos. En Arizona se dedican especialmente a Materia y Energía Oscura; la aceleración de la expansión del Universo, quásares y cúmulos globulares. Para hacerlo cuentan con varios aparatos de última tecnología. Por ejemplo, uno de los telescopios del Vaticano en el Observatorio Internacional del Monte Graham, es en infrarrojos, el único que hay allí. Además hay un nuevo Telescopio llamado VATT, Telescopio de Tecnologia Avanzada del Vaticano, que aunque todavía está en construcción ya funciona perfectamente.En Castel Gandolfo, a pesar de las malas condiciones lumínicas, se sigue haciendo clasificación espectral de estrellas, que fue un tema que lanzó en el siglo XIX el padre jesuita Angelo Secchi, director del Observatorio del vaticano. Arizona está unida mediante comunicaciones con Castel Gandolfo y las fotos obtenidas por los telescopios del Vaticano en Arizona se analizan en Castel Gandolfo. Clasificación espectralLas estrellas tienen distintas composiciones, distintas masas, etc. Angelo Secchi (en la imagen) miraba las estrellas a través de un prisma de vidrio. Debemos recordar que el prisma separa los colores. Si hacemos pasar la luz del Sol a través de un prisma de vidrio obtenemos el arco iris. Pues bien, eso es lo que hacía Secchi para las diversas estrellas. Y descubrió que los "arcos iris" de cada estrella eran diferentes. En vez de llamarlos "arcos iris" vamos a llamarlos espectros; pero es lo mismo. Con los telescopios del Vaticano, a mediados del siglo XIX, Secchi se dio cuenta de que la temperatura de la estrella estaba relacionada con su color. Las más calientes emiten una luz blanco azulada y las más frías un color rojo. Nuestro Sol, que tiene una temperatura intermedia entre estos dos extremos, emite, como es sabido, una luz de color preponderantemente amarillo. Así que Secchi propuso una clasificación basada en la temperatura (es decir, en el color) y esa clasificiación -con algunos refinamientos se sigue usando hoy. De esta manera, las más calientes son del tipo O, le siguen las de tipo B (azules calientes), luego las de tipo A (blancas), luego las F (verdeamarillentas), luego la G (amarillas) y luego las M (rojas). Digamos que las O,B,F son calientes y las F, G, K y M son frías. Nuestro Sol es una estrella del tipo G. Para acordarse de estos tipos, en Inglés se suele construir una frase: Oh, Be a Fine Girl Kiss.Secchi también estudió a fondo el Sol. Y aunque algunas de sus ideas sobre el mismo hoy están obsoletas, contribuyó muchísimo a su conocimiento. Su obra "Le Soleil" se publico en francés en 1870 y cinco años después en alemán, que en aquella época era el idioma de la ciencia. Por sus contribuciones, su nombre aparece en varias partes: en la Luna, el cráter Secchi (Ø22km, 2.4N 43.5E); los montes Secchi (Ø50km, 3.0N 43.0E); rimae (red de acantilados) Secchi (Ø35km, 1.0N 44.0E) en Marte: cráter Secchi (Ø234km, 58.3S 258.1W) y el Asteroide 4705 Secchi.

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00mercoledì 8 febbraio 2006 04:21


Congreso internacional en el Vaticano sobre el embrión humano


CIUDAD DEL VATICANO, martes, 7 febrero, 2006 (ZENIT.org).- Teólogos, filósofos, expertos en bioética y científicos de todo el mundo se congregarán en el Vaticano del 27 al 28 de febrero para afrontar el argumento: «El embrión humano antes de la implantación, aspectos científicos y consideraciones bioéticas».

El encuentro ha sido convocado por la Academia Pontificia para la Vida en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano del 27 al 28 de febrero. Al clausurarse el encuentro, este organismo creado por Juan Pablo II celebrará el 1 de marzo su XII asamblea general.

Inaugurará el simposio el obispo Elio Sgreccia, presidente de la Academia para la Vida y a continuación intervendrá el cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud sobre el tema. «La cultura de la muerte contra la cultura de la vida en las enseñanzas de la "Evangelium Vitae"».

Se espera que en el primer día los participantes puedan encontrarse con Benedicto XVI.
Entre las diferentes actividades previstas, una mesa redonda, por ejemplo, afrontará la pregunta central: «El embrión, ¿es persona?».

Con su Motu Proprio «Vitae Mysterium» (11 de febrero de 1994) Juan Pablo II instituyó la Academia Pontificia para la Vida, cuyo objetivo específico es estudiar, en perspectiva interdisciplinar, los problemas referidos a la promoción y defensa de la vida humana.
El organismo está llamado también por sus estatutos a formar para una cultura de la vida – en aquello que le es propio --a través de oportunas iniciativas y siempre en pleno respeto del Magisterio de la Iglesia--.

Por último debe informar en manera clara y oportuna a los responsables de la Iglesia, a múltiples instituciones de ciencias biomédicas y organizaciones socio-sanitarias, los medios de comunicación y la comunidad civil en general, sobre los resultados más relevantes de las actividades propias de estudio y de investigación.

La Academia, además de la Oficina Central que tiene su sede en el Vaticano, tiene una plantilla que hoy en día está compuesta por 51 Miembros ordinarios, todos por nombramiento pontificio, con competencia en diferentes sectores de la ciencia biomédica y en las disciplinas que tienen relación con los problemas que conciernen a la promoción y a la defensa de la vida.

Además de los Miembros ordinarios hay actualmente 72 miembros correspondientes, cuya contribución se requiere en ocasiones específicas, en relación a la competencia particular de cada uno de ellos.

[Más información en www.academiavita.org]

@Nessuna@
00sabato 11 febbraio 2006 17:15


ÁNGEL GARRALDA

Don Jesús Uruñuela una veces me susurra ideas bellas para la homilía de un acontecimiento familiar, y otras me toca el cencerro peregrino saliendo por los cerros de Úbeda.
Nada más inaugurar las tres nuevas campanas, bautizadas con los nombres de «S. Nicolás de Bari», «S. Francisco Javier» y «Virgen de Arburrúa», se llegó sigilosamente a la sacristía (aquí te pillo y aquí te mato), elevando su enérgica protesta por dos motivos: por los nombres que les puse, «una Virgen foránea» y porque una de ellas no se llamó «Valentín Pascual de Miguel», vicario parroquial cesado por jubilación un mes antes.
¿Por qué?, le pregunté abrumado ante esta idea cencerro.
Porque era el que todos los días tocaba las campanas, me contestó. Entonces otra de las campanas se tenía que llamar «Manolo», porque Manolo el sacristán toda su vida tocó las campanas.
Más aún, le pregunté: Cuando usted trajo a bautizar a sus hijos, ¿le protesté yo por el nombre que les ponía? Me diría: a mis hijos les pongo el nombre que me apetece. Pues yo a mis campanas también les pongo el nombre que me apetece.
Por cierto, a mí me bautizaron el mismo día que nací; y el párroco de mi pueblo, don León Bronte, me quiso endilgar sobre la marcha el nombre del santo del día, Dámaso, Papa Español. Pero mi padre le dijo, no; se va a llamar como yo. Gracias papá porque los niños no me llaman don Dámaso.
Ya ve don Jesús: me gusta mucho el nombre de «S. Nicolás de Bari», el patrono de la parroquia, para la campana mayor de 250 kilos; el de «S. Francisco Javier», mi santo preferido, cerca del cual nací, para la campana mediana de 185 kilos; y para la pequeña de 40 kilos con voz de tiple, el de «Virgen de Arburrúa» que es el amor de Madre desde que yo supe amar. ¿Le parece mal? Lo siento. Jamás se me ocurriría llamar a una de ellas: «Valentín Pascual de Miguel», porque sonaría a campanada extraña para todos menos para usted. Y es que usted unas veces tiene ideas brillantes y otras peregrinas. Y lejos de entrar en la sacristía alegre por lo bien que suenan las campanas, me vino a tocar el cencerro en la sacristía más hermosa de Asturias. Y encima de marcharse malhumorado, me dedica la columna de LA NUEVA ESPAÑA el 9 de febrero.
Mire don Jesús: a don Valentín se le tributó un gran homenaje exactamente igual que el que el otro día me dedicaron a mí. A usted y a mí un día no muy lejano nos despedirán con llanto las mismas campanas. Y en el cielo diremos, ¡qué bobadas escribíamos allá abajo! ¡Ánimo don Jesús que nos queda poco para la meta! ¡Ojalá repiquen a gloria las campanas del cielo!

Ángel Garralda es párroco de San Nicolás de Bari.
agencia-jai Sábado, 11 Febrero 2006 10:16

@Nessuna@
00sabato 4 marzo 2006 04:41
Benedicto XVI explicó este lunes, al dirigirse a los participantes en un congreso sobre el embrión humano, que el amor de Dios por todo hombre y mujer no depende de su edad, motivo por el cual la Iglesia defiende su carácter inviolable desde su concepción.

«El amor de Dios no hace distinciones entre el ser humano recién concebido y que se encuentra en el seno materno, y el niño, o el joven, o el hombre maduro o el anciano, porque en cada uno de ellos ve la huella de la propia imagen y semejanza», afirmó el Papa.

Escucharon sus palabras los 350 científicos, médicos, bioéticos, teólogos, que participan en el congreso internacional convocado entre este lunes y martes en el Vaticano por la Academia Pontificia para la Vida sobre el argumento «El embrión humano antes de la implantación».

«Este amor sin confines y casi incomprensible de Dios por el hombre --siguió diciendo-- muestra hasta qué punto la persona humana es digna de ser amada por sí misma, independientemente de cualquier otra consideración --inteligencia, belleza, salud, juventud, integridad, etc.--».

«En definitiva, la vida humana siempre es un bien, pues es manifestación de Dios en el mundo, signo de su presencia, resplandor de su gloria», afirmó en el encuentro, que tuvo lugar en la Sala Clementina del Vaticano.

«Al hombre, de hecho, se le da una altísima dignidad, que hunde sus raíces en el íntimo lazo que le une con su Creador: en el hombre, en todo hombre, en cualquier fase o condición de su vida, resplandece el reflejo de la misma realidad de Dios».

«Por este motivo, el Magisterio de la Iglesia ha proclamado constantemente el carácter sagrado e inviolable de toda vida humana, desde su concepción hasta su fin natural», indicó citando la encíclica «Evangelium vitae», de Juan Pablo II.

«Este juicio moral es válido ya desde los inicios de la vida de un embrión, incluso antes de que sea implantado en el seno materno, que le custodiará y alimentará durante nueve meses hasta el momento del nacimiento».

El Papa invitó por último a los científicos y expertos a cultivar una actitud de «asombro» y «respeto» ante el misterio del origen de la vida humana, «misterio cuyo significado la ciencia será capaz de iluminar cada vez más, aunque difícilmente logre descifrarlo completamente».

«Hemos mejorado enormemente nuestros conocimientos e identificado mejor los límites de nuestra ignorancia, pero para la inteligencia humana parece que se ha hecho demasiado difícil darse cuenta de que, al contemplar la creación, se ve la huella del Creador».

«En realidad, quien ama la verdad», afirmó, «debería percibir que la investigación sobre temas tan profundos nos da pone en condición de ver y casi de tocar la mano de Dios».

«Más allá de los límites del método experimental --concluyó--, en el confín del reino que algunos llaman meta-análisis, donde no es suficiente o no es posible la percepción sensorial, ni la verificación científica, inicia la aventura de la trascendencia, el compromiso de "avanzar más allá”».

Más información sobre el congreso en www.academiavita.org

@Nessuna@
00domenica 5 marzo 2006 19:34
Anticoncepción


La anticoncepción o "control de la natalidad" es la interferencia deliberada en el acto marital para prevenir la concepción. La Iglesia Católica desde los primeros siglos ha enseñado que la anticoncepción es inmoral. La persistencia de los documentos papales sobre este tema indica que se trata de la enseñanza constante de la Iglesia.



Para comprender la enseñanza de la Iglesia sobre la anticoncepción es necesario comenzar por apreciar el propósito maravilloso de Dios para el amor conyugal.

Ver enseñanza de la Iglesia sobre Regulación de la Natalidad.

El Papa Pío XI, en su Encíclica Casti connubii (1930), enseño que la anticoncepción viola la ley de Dios y de la naturaleza y quienes lo practican cometen un pecado grave. Posteriormente surgieron nuevos productos farmacéuticos haciendo mas fácil la anticoncepción. Muchos pensaron que, a la luz de los nuevos datos, se debería actualizar el magisterio de la Iglesia. Juan XXIII instituyó una comisión especial de expertos para estudiar a fondo la cuestión. Pablo VI confirmó y amplió la comisión de expertos pero además quiso dedicarse personalmente a estudiar y orar, comprendiendo la gran importancia de esta enseñanza para la vida conyugal. El Papa fue fuertemente presionado a ceder a las prácticas anticonceptivas que ya utilizaban muchos católicos. Sin embargo la peremne enseñanza de la Iglesia fue una vez mas proclamada en su encíclica Humanae Vitae, 1968. Juan Pablo II ha reafirmado en numerosas ocasiones la misma enseñanza. (Ver encíclicas Familiaris Consortio y Evangelium Vitae).

Humanae Vitae declara inmoral "toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación" HV, 14.

"En previsión del acto": Es por lo tanto inmoral el uso de cualquier sustancia farmacéutica anticonceptiva (Ej.: píldora anticonceptiva), de todo tipo de preservativo, de la espiral del útero, o cualquier otro medio artificial que se utilice como fin o como medio para evitar la procreación. En cuanto a la esterilización (perpetua o temporal), la encíclica enseña: "Hay que excluir igualmente, como el Magisterio de la Iglesia ha declarado muchas veces, la esterilización perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer" (HV, 14).

"en su realización": Es por tanto inmoral la interrupción del acto para eyacular fuera de la vagina.

"en el desarrollo de sus consecuencias naturales": Es inmoral la "interrupción directa del progreso generador ya iniciado y sobre todo el aborto directamente querido y procurado, aunque sea por razones terapéuticas" (HV,14). Prohibe por tanto prácticas tales como "lavados" que impiden la fertilización o que anide el embrión en el útero, la "píldora del día después" (esta píldora es abortiva) y el aborto.

La enseñanza de la Iglesia se ha visto frecuentemente atacada por las corrientes contemporáneas. El mismo Pablo VI, poco después de promulgar Humanae Vitae dijo: "cuantas veces hemos temblado ante las alternativas de una fácil condescendencia a las opiniones actuales". Las advertencias del mismo Papa sobre los graves peligros sociales que la anticoncepción acarrearía (aumento en la promiscuidad, divorcio..) han sido proféticas.

ALTERNATIVA: Existe un camino moral recomendado por la Iglesia: Planificacion Natural. Ver también: Método Billings: Es un hecho ampliamente demostrado que este método moderno de planificación natural tiene una altísimo grado de efectividad.

www.corazones.org
@Nessuna@
00martedì 7 marzo 2006 04:47



El lobby de las células embrionarias, telón de fondo del fraude de la clonación
El lobby a favor de las células madre embrionarias comienza a expresar sus temores de que los oponentes aprovechen este caso para atacar a los investigadores en un campo que está lleno de controversias por requerir la destrucción de embriones

Primera parte. El fraude de la clonación humana con fines terapéuticos.

1. Breve historia de los antecedentes del fraude protagonizado por Hwang

1.1. Las publicaciones en el área de la clonación en algunas de las principales revistas.

Varias de las revistas científicas de mayor prestigio, y con gran rivalidad entre sí, mantienen una política editorial marcada por el sesgo de favorecer la investigación con embriones y su generación mediante transferencia nuclear (identificada con clonación). Mientras buscan resultados en la línea de las células troncales (o madre) de origen, o de tipo, embrionario obstaculizan, por rechazo, la publicación de los numerosos trabajos, llevados a cabo en estos últimos años, que muestran el valor terapéutico de las células troncales del organismo, las llamadas “de adulto”. La mayor parte de estos trabajos quedan silenciados y al mismo tiempo se reitera cualquier tipo de duda sobre el valor terapéutico de los resultados, incluso después de confirmado ese valor.

Los investigadores de la Universidad de Seúl, Woo-Suk Hwang y sus 23 colaboradores surcoreanos, y el científico de la Universidad de Pittsburg, Gerald Schatten, invitado a participar con ellos, publican, en mayo de 2005, en Science la obtención de células embrionarias que portaban material genético incluso de varones enfermos de diabetes, daño en la médula y trastornos genéticos de la sangre[1]. La eficacia técnica que mostraban los datos era sorprendente. Con la misma técnica utilizada meses antes, y sin más cambio que la menor edad de las donantes de óvulos, el éxito se multiplicó por diez. Habían conseguido con 185 óvulos de 18 mujeres producir 31 “blastocistos de transferencia nuclear” de los que derivaron los 11 tipos celulares inmortalizados. Tanta eficacia que, aunque el trabajo no afirmaba haber clonado pacientes hasta el estado de embrión, muchos pensaron que se estaba a punto de llegar a generar un verdadero embrión humano clónico. La noticia se dio así a los medios de comunicación y de forma que la “clonación terapéutica” aparecía en el panorama mundial como un protocolo a punto de lograrse y que resolvería graves enfermedades como diabetes y Parkinson.

En efecto, los resultados del trabajo liderado por Hwang validaba el anterior de noviembre de 2004, en que comunicaban la obtención de“blastocistos clónicos” y a partir de ellos una única línea celular femenina[2]; ; ésta poseía el material genético de una mujer de la que se había tomado una célula nutricia del óvulo y con su núcleo se había reconstruido por transferencia el óvulo vaciado del suyo propio. En el resumen del artículo los autores muestran sus dudas acerca de que el resultado de esa transferencia nuclear fuese “blastocisto clónico” y no un partenonte generado por la mera activación del óvulo. Esta publicación, también en la revista Science, tuvo como coautor invitado a Joseph Cibelli, de la empresa “Advanced Cell Technology” (ACT). La razón para que firmara el artículo fue que la tecnología empleada era básicamente la que éste había empleado poco antes para llevar a cabo en humanos, aunque sin ningún éxito, la transferencia de núcleos[3], también con la finalidad de conseguir células madre embrionarias con dotación genética de un adulto. Este artículo se publicó en una revista Online recién creada, el “Journal of Regenerative Medicine”, a pesar de que Cibeli ya era conocido en el área de la clonación por su trabajo en Science de una paraclonación a partir de fibroblastos fetales de borrego[4]. El artículo Online está firmado en lugar preferente por Robert Lanza, director médico de ACT y Vicepresidente del laboratorio “Medical & Scientific Development” para los trabajos con células madre embrionarias, y que recientemente ha publicado en Nature su propuesta de un sistema de biopsias de embriones generados in vitro en las clínicas de Reproducción Asistida, como material de partida para la obtención de células madre de origen embrionario[5]

Al mismo tiempo, en agosto de 2005, el equipo de Allison Murdoch de la Universidad de Newcastle Upon Tyne, del Reino Unido, anunció la creación de un único “blastocisto de transferencia nuclear”, que murió antes de que pudieran obtener células madre humanas de tipo embrionario, y reclamó compartir el éxito del equipo de Corea del Sur (M. Stojkovic et al. Reprod. BioMed. Online 11, 226–231; 2005). Con anterioridad, dos equipos de investigadores de China, comunicaron que habían clonado células de adulto por transferencia nuclear. El equipo liderado por Guangxiu Lu de la Xiangya Medical College en Changsha (Chinese Sci. Bull. 48, 1840–1843; 2003) no consiguió sacar células de tipo embrionario del “blastocisto clónico”.

El trabajo del equipo de Huizhen Sheng de “Shanghai Second Medical University” tiene un especial interés, aunque ha quedado relegado; consiguieron extraer células madre embrionarias de un “embrión” generado por la transferencia de un núcleo de células humanas a un óvulo de coneja al que se le habían extraído sus propios cromosomas[6]. Aunque no se trate de una célula híbrida y mucho menos de un híbrido hombre-animal, para algunos, mezclar material humano con el de otra especie, resulta ofensivo. En todo caso, está por averiguar si las células crecen a largo plazo y si el material genético mitocondrial del óvulo animal es compatible con el nuclear humano. No obstante, si resultase factible eliminaría la necesaria donación de óvulos humanos.

De hecho, tanto por la eficacia tan baja de la técnica como por la fuente de los óvulos, la transferencia nuclear resulta una utopía para la obtención de células tanto para la investigación, como para posibles tratamientos terapéuticos[7].

En los últimos años, se han realizado numerosos esfuerzos por conseguir clonar mamíferos. Después de la oveja Dolly se han publicado datos de ratón, toro, cabra, cerdo y conejo clónicos. Posteriormente (los datos están publicados en Science o Nature) se ha clonado un gato (Shin, T. et al. Nature 415, 2002,859), una mula (Woods, GL. et al. Science 301, 2003,1063), un caballo (Galli, C. et al. Nature 424, 2003,635) y una rata (Zhou, Q. et al. Science 302, 2003,1179), por transferencia del núcleo de una célula somática a un óvulo desnucleado y posterior transferencia del embrión clónico al útero de una hembra de la especie correspondiente.

Pues bien, en agosto de 2005, Nature publica un artículo breve, y rodeado de gran publicidad, que señala la clonación del primer perro[8], por el protagonista y el investigador invitado del publicado en mayo en Science. Hasta ese momento, y con la tecnología disponible, no se había logrado debido a la dificultad de madurar los óvulos caninos in vitro. El éxito de la transferencia nuclear, según Hwang, depende de la calidad, disponibilidad y maduración de los óvulos de partida. Algunos animales como el perro ovulan en la profase de la primera meiosis y sus ovocitos maduran el día 2 ó 3 en la región distal del oviducto. En este trabajo describen la recogida de una media de 12 ovocitos por cada hembra y con ellos reconstruyen un total de 1.095 embriones caninos que fueron transferidos a 123 perras receptoras. Dos fetos llegan a termino (1.6% de eficacia) de los que uno muere enseguida. Existen fundadas sospechas de que “Snuppy” (que así han llamado al perro generado) tampoco sea realmente un clon.

Es interesante destacar que el valor atribuido a ambos trabajos descansa sobre el mismo hecho: la eficiencia lograda se debe a la “calidad” de los óvulos, humanos en un caso, y caninos en el otro, y la calidad de su manipulación.

1.2. El contexto de la publicación

La historia de la obsesión por el potencial terapéutico de las células madre de origen embrionario tiene un importante capítulo en la “clonación terapéutica”. Con esa denominación se conoce uno de los posibles procedimientos de obtener células de tipo embrionario. La ventaja que ofrecen es la de poder elegir la dotación genética; de esta forma, si en un futuro pudieran utilizarse en terapia regenerativa se evitaría el rechazo inmune en el enfermo, ya que el núcleo transferido al óvulo para obtenerlas sería de una de sus células[9]. Esto es, esta tecnología ofrece una futura producción de “células embrionarias a la carta” a las que, irónicamente, no se les ha encontrado aplicación.

Por ahora, la técnica de transferencia nuclear sin verdadera reprogramación, aplicada a primates, supone la obtención de células madre de tipo embrionario sin generar un individuo[10]; los datos disponibles muestran que la simple transferencia nuclear no es suficiente en el caso del hombre y de los demás primates para generar un verdadero embrión clónico. De hecho, el trabajo publicado en Science no hace referencia a clonación sino a “transferencia de núcleos somáticos humanos”, y no se refiere a la obtención de un verdadero embrión, sino de blastocisto “construido por transferencia nuclear”. Sin embargo, la noticia corre con el beneplácito general como el comienzo de la realización de las “promesas terapéuticas” de la clonación humana[11]; sustituyen así y de forma sutil las promesas terapéuticas de las células de origen embrionario que habían fracasado.

Es muy significativo que el comedido lenguaje del artículo de Hwang fuera reprochado en la revista pro-clonación “The New England Journal Medicine” en julio de 2005[12]; Anthony Perry llamó la atención acerca de que Hwang eludía el término “clonación” con el rodeo de “transferencia de núcleos somáticos humanos”, y evitaba hablar de embrión con el rodeo de “constructo de transferencia nuclear”. Más aún, en el mismo comentario apostillaba que este intento de disimulo lo habían tenido otros en experimentos con animales; pero resultaba que era él mismo quien confundía la procedencia de los embriones humanos: hizo pasar como clonaciones meras fecundaciones, los resultados de dos artículos del equipo de Lorenz Studer, de Nueva York[13]. Como otros muchos (Caplan, McGee, etc.) Perry desvirtuaba el hecho de que no había prueba alguna de que se hubiera generado un verdadero embrión para poder mantener las promesas “terapéuticas” de la clonación humana. ¿Cómo se entiende que una revista como NEJM permita el error de Perry? La respuesta la da la propia revista, que en el editorial del 17 de julio de 2003 dice que los editores acogerían y realzarían los artículos sobre células madre embrionarias[14], para que la miopía de los legisladores no enturbiara la luz de la ciencia.

Los datos, hasta que se publica el trabajo de Hwang, mostraban que la tasa de obtención de estas células de tipo embrionario, con dotación genética elegida, era muy baja. De ratón, un mamífero clonado en 1998[15], se habían aislado células embrionarias tras una transferencia nuclear[16] y se han usado para tratamiento terapéutico en modelo animal[17], que no es extrapolable a humanos. En primates, tras cerca de 800 intentos, no se había conseguido la reconstrucción del embrión, ni del ovocito[18]. La eficacia de producción de líneas embrionarias humanas a la carta, que mostraba el trabajo de Hwang, fue recibida con entusiasmo. En EE.UU. se reabre el debate de la política de la clonación; se afirma que las restricciones legales impuestas por la Casa Blanca en esta materia son la causa de que ese país hubiera perdido el liderazgo en la clonación terapéutica. En marzo la mayoría de los países asiáticos (Camboya, China, India, Corea del Norte y del Sur, Japón, Singapur y Tailandia) se reservaron el derecho de decidir por sí mismos si rechazaban toda forma de clonación humana propuesta en Naciones Unidas. Por ello se insiste que mientras que los investigadores de EE.UU. están aherrojados por atavismos, Hwang y su equipo muestran a las claras que Asia avanza hacia el progreso.

1.3. Entre la publicación y la revelación del fraude

Los científicos del área, muchos de los cuales habían colaborado en la creación de empresas de biotecnología para la producción de células madre, encontraron en este trabajo un incentivo. Y, a pesar de que la eficacia de la producción de líneas celulares embrionarias era tan sorprendente, como para hacer pensar en un cierto maquillaje de los resultados, el artículo fue acogido con alabanzas, ya que daba la oportunidad de atraer capital a los nuevos bancos de células madre que se iniciaron entonces y que empezaron a ofertar células para el 2006.

La propia revista Nature publica la situación de los bancos de células madre hasta diciembre de 2005[19]. El banco más desarrollado es el “UK Stem Cell Bank” en el “National Institute for Biological Standards and Controls” en Potters Bar, cerca de Londres. Iniciado en Septiembre de 2002, y fundado por el “Medical Research Council” y el “Biotechnology and Biological Sciences Research Council” en enero de 2003, proyecta ser un reservorio de todo tipo de células troncales humanas. En octubre de 2005, tenía 24 líneas aunque ninguna disponible para su uso, algo que probablemente podrían conseguir en el 2006, según su director Glyn Stacey. Otra iniciativa en marcha es el “US National Stem Cell Bank” que se situará en el WiCell Research Institute, en Madison, Wisconsin; cuenta con una dotación de 16.1 millones de dólares para un periodo de cuatro años y procedente de los “National Institutes of Health”. Podrá adquirir, almacenar, caracterizar y distribuir las líneas de células madre embrionarias humanas para las que se ha aprobado el uso de fondos federales. En Edinburgo, el brazo Europeo del “Stem Cell Sciences” de Melbourne de Australia, ha desarrollado células troncales neurales, similares a las encontradas in vivo, y derivadas tanto de células embrionarias, como de células fetales y de tejido cerebral de adulto. Intentan inducir en ellas mutaciones genéticas y podrían ser útiles en investigación biomédica para pruebas de fármacos in vitro. R&D Systems of Minneapolis, Minnesota ofrece “preparadas para usar” células primarias corticales derivadas de embriones de ratas y el kit que les permitirá crecer. Pueden diferenciarse en astrocitos, neuronas y oligodendrocitos. Nada menos que James Thomson, el padre de las células embrionarias cuando trabajaba en la empresa Geron, promete para el 2006 un servicio de chequeo a industrias farmacéuticas y biotecnológicas, en su empresa “CID” de Madison. Y por último, el artículo informa de la aprobación de un centro en la Universidad de Granada de España y otro en Corea del Sur.

En efecto, en octubre de 2005 Seúl se había convertido en la capital mundial de la clonación con la creación del Banco Mundial de las Células Madre. Los investigadores de otros países, incluidos los de occidente, podrían mandar células de enfermos y ellos harían la transferencia de los núcleos de esas células a los óvulos donados por las chicas coreanas; conseguirían células en cantidad para venderlas a quienes investigando, tal vez alguno llegara a encontrarles aplicaciones terapéuticas.

1.4. El entusiasmo oculta la falsedad e irracionalidad de la clonación con fines terapéuticos

Supongamos que la eficacia en línea celular de células madre embrionarias a la carta, por óvulo reconstruido, fuera la que según Hwang él consiguió; Supongamos que ahora todavía no se ha logrado esa eficacia pero que, como insiste Rudolf Jaenisch del Whitehead Institute[20], “el procedimiento de trabajo podría ser repetido en otros laboratorios y conseguirlo”. Demos por supuesto además que el problema ético de crear un ser humano por clonación y destruirlo a los cinco o seis días de vida no existiera porque el resultado de la transferencia nuclear en primates no da lugar a un verdadero individuo sino a un conjunto de células de las que se pueden derivar las buscadas. Ante la duda de si se generan o no embriones humanos, es mejor no intervenir; habría duda de si se produciría o no un embrión humano por lo que tendrían que ser prohibida la transferencia nuclear. Además, la “clonación terapéutica” tiene el grave problema de la donación y uso de óvulos humanos. Este problema no es un simple olvido; se diluye porque se quiere diluir.

En un artículo publicado en el mismo número de Science y comentando el de Hwang desde el punto de vista ético, David Magnus y Mildred Cho de la Universidad de Stanford, partidaria de la investigación con células madre embrionarias, observaban: “Entre un 0.3 y un 5 por ciento a un 10 por ciento de las mujeres a las que se induce la hiperproducción de óvulos experimentan un grave síndrome de hiperestimulación ovárica que produce dolor, que a veces exige hospitalización, fallo renal, posible infertilidad futura, e incluso la muerte”. Un riesgo que no va en beneficio de ellas, sino en una investigación de interés hipotético. Un riesgo que hace de suyo irracional un procedimiento terapéutico que tenga óvulos como material de partida para las milagrosas células.

La cuestión nuclear es que este sistema de generar células a la carta requiere muchos óvulos de mujer y que el medio que se tiene para que una mujer los produzca en abundancia es una verdadera explotación. Lo de menos es que se le gratifique, más o menos generosa o tacañamente, para suplir gastos de transporte, ausencia del trabajo, molestias, como se hace con cualquier persona voluntaria en una investigación biomédica. El problema es la explotación que supone el procedimiento en sí mismo. Es curioso que las mismas molestias de la multiovulación para la mujer que quiere ser madre, se consideran lo suficientemente fuertes para que las clínicas de FIV congelen los embriones en vez de repetir el tratamiento y la punción. Pero la realidad es que el negocio de la compra-venta de óvulos ha entrado en la opinión pública bajo la capa humanitaria de una donación para hacer feliz con la gestación de una criatura a mujeres sin óvulos o a las que se les pasó la edad de la maternidad.

¿Alguien puede creer en una donación totalmente gratuita cuando la donante pasa por un tratamiento hormonal con consecuencias y una mini-intervención para extraer los óvulos? Una mujer puede hacer esto en particular y gratuitamente, por una hermana, una amiga… pero no para que se lucren terceros. Si se presenta así es porque la realidad esta amañada por los intereses lucrativos de centros de Reproducción Asistida. ¿Cómo se explican los datos publicados que resumen las estadísticas de los centros de FIV de los diferentes países de Europa? La donación de óvulos va en aumento y de forma más llamativa en España: en el año 2004, 1.577 ciclos de FIV (de un total de 14.519) han sido con óvulos donados y han dado lugar a 1.416 transferencias de embriones a la mujer receptora. Un porcentaje que es llamativamente alto y desde luego mucho más alto que en el total de Europa donde se han llevado a cabo 6. 530 ciclos con óvulos donados del total de 279.267 ciclos[21]. Las condiciones mínimas puestas en España para la FIV hacen que varios centros sean un reclamo para mujeres extranjeras, que tienen obstáculos legales en sus países (principalmente Alemania e Italia). El Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) realizo un tercio de sus tratamientos (2.400 en el año 2004) a extranjeras; y el 80 por ciento de la clientela del Centro Mar&G de Granada procede de países fuera de España, especialmente de Francia e Italia, y que acuden por la disponibilidad de óvulos[22]. Ambas ciudades españolas compiten con otras (Barcelona, Bilbao) por los centros de investigación con embriones.

2. La confirmación del fraude de la clonación terapeútica

Hwang ha confesado en diciembre que el trabajo publicado en Science es un invento, aunque posee la tecnología para llegar a hacerlo. Nature se reserva confirmar los resultados de la clonación del perro. Gerald Schatten, un experto en células madre de la Universidad de Pittsburg, invitado por Hwang a firmar como coautor a fin de que las revistas aceptasen más fácilmente sus artículos, intenta retirarse. No participó directamente en los experimentos como ha confirmado un portavoz de su Universidad[23]

Los revisores suelen con frecuencia pedir más datos a los autores para confirmar algún punto. Los revisores de Nature no pidieron a Hwang aportar datos que mostraran la evidencia de una auténtica clonación. Los revisores de Science pidieron a Hwang que suministrara las pruebas del DNA de cada una de las células embrionarias y de los enfermos de los que las habían obtenido y éste aportó unos datos de tal perfección que despertó sospechas[24]; pero esta “anomalía” se hizo pública muy tarde. También estaban trucadas las fotografías que mostraban 11 tipos celulares embrionarios: 4 pares de imágenes son duplicadas. Por tanto, la eficacia en producción de células de tipo embrionario no era tan elevada, y sobre todo las células obtenidas no han sido generadas por transferencia de núcleos de las células de varones adultos enfermos y más tarde se ha sabido que las células manejadas procedían de embriones fecundados in vitro en la clínica asociada.

La revista Science, cuyos revisores redujeron el tiempo de revisión habitual de tres meses a dos, ha tenido que rectificar y aclarar la postura editorial con relación a este artículo[25]. El paso, proclamado ampliamente, hacia el protocolo de “clonación terapéutica” no se ha dado. La revista pide en los últimos días del año 2005 que se retracten todos y cada uno de los falsos autores de la investigación.

2.1. El inicio de las sospechas por la cuestión de las mujeres donantes de óvulos

Curiosamente, las sospechas de fraude se habían iniciado no por la extraña, o insólita, eficiencia sin que hubieran aplicado nuevos procesos “técnicos” que la justificaran, sino por la inmoralidad e ilegalidad de la obtención del consentimiento de las donantes de óvulos. En efecto, los problemas comenzaron a cercar a Hwang tras admitir éste que los óvulos los habían donado dos miembros de su laboratorio y que habían pagado al resto de las donantes. Muchos en Corea piensan que esto no es grave debido a diferencias culturales con occidente; incluso en este país no existía hasta enero una ley que prohibiese un pago a las donantes de óvulos. Pero Hwang tuvo que dimitir como Director del recién creado Banco Mundial de Células Madre.

El 6 de mayo de 2004 la revista Nature había dado la alarma sobre este tema en relación con el primer trabajo de Science. Se suceden en el plazo de un mes a finales de 2005 una serie de acusaciones que acaban con la confesión del investigador principal y su expulsión de la Universidad de Seúl. El 12 de noviembre Schatten acusa a Hwang de mentir en la fuente de los óvulos en el trabajo del 2004 de Science. Jose Cibelli de la Universidad del Estado de Michigan y coautor de este artículo se muestra “confuso”. El 21 de noviembre Sung-Il Roh, un especialista en FIV del MizMedi Hospital de Seúl, coautor del articulo del 2005 y que extrajo los óvulos de las donantes para ese estudio, admite haber pagado a las donantes del 2004. El pago ha sido el equivalente a 1.430 dólares a cada donante. El escándalo es curioso; esa cantidad es similar a la que sirve de gratificación a los voluntarios de pruebas de procedimientos o de fármacos, para suplir gastos y trastornos de ausencia del trabajo.

Entre el 1 y el 19 de diciembre salen a la luz las falsificaciones de los datos. El gobierno de Corea promete seguir ayudando a los investigadores con células madre “para no defraudar las esperanzas de la gente” y continuar impulsando la tecnología de las células como una industria nacional lucrativa.

2.2. Rápida respuesta de investigadores pro-clonación humana
El 13 de diciembre Science publico una carta en su página web en la que 8 conocidos científicos pro-clonación piden a Hwang resolver la cuestión cooperando con investigadores independientes para confirmar los resultados de los análisis del DNA en el seno de la comunidad científica[26]. Desean salvar a toda costa las esperanzas de curación depositadas en la “clonación terapéutica” y que el descrédito de Hwang pone en peligro. Se trata de Ian Wilmut del Centro de Biología Reproductiva de Edinburgo, que generó en 1997 la oveja Dolly, y había logrado no hacía mucho tiempo el permiso del Reino Unido para iniciar estudios de clonación humana con fines terapéuticos, y Alan Colman director de la compañía “ES Cell International” de Singapur, y miembro del equipo que clonó a Dolly. Se añaden a la lista de los ocho firmantes, Michael West y Robert Lanza de la ACT promotora de la transferencia nuclear humana; John Gearhart, de Baltimore, el primero que aisló células madre fetales humanas; Alan Trounson del “Monash Immunology and Stem Cell Laboratories” de Australia que impulsa la aprobación legal de la clonación terapéutica y la creación de embriones híbridos para investigación.

Un significativo reportaje especial publicado en Nature, el 29 de diciembre, se pregunta qué harán ahora los “clonadores”[27]. Entrevistados los más conocidos (Alison Murdoch, Alan Colman, Kevin Eggan y Douglas Melton, éstos de Harvard, Michael West de la ACT y Arnold Kriegstein de la Universidad de California en San Francisco) responden todos con la necesidad de envalentonarse para llegar a conseguir (los de Harvard afirman que en un año) lo que Hwang dijo haber logrado. Y, como era de esperar, se lamentan de las dificultades legales para tener manos libres. Para otros este episodio sólo confirma que este camino no tiene salida. Stephen Minger, del “Wolfson Centre for Age Related Diseases” en Londres, que investiga con células madre de origen embrionario afirma que es más realista conseguirlas de embriones normales.

Nadie parece acordarse del problema de la donación de óvulos. Y esto a pesar de que desde el inicio del planteamiento de la transferencia de núcleos a óvulos desnucleados para conseguir células de tipo embrionario “a la carta”, ya se advirtió este problema[28] y se aportaron posibles soluciones que permitieran no usar óvulos. Una vía, señalaban Konrad Hochedlinger y Rudolf Jaenisch, sería inducir pluripotencialidad directamente sin que la célula perdiera el carácter de célula somática, por ejemplo modificando la expresión de los genes de la pluripotencialidad; esto es, reprogramando el núcleo de la célula somática a célula del tipo embrionario. Otra vía que sugieren es diferenciar células embrionarias a ovocitos como habían ya conseguido en ratón el equipo de Hübner[29].

El lobby a favor de las células madre embrionarias comienza a expresar sus temores de que los oponentes aprovechen este caso para atacar a los investigadores en un campo que está lleno de controversias por requerir la destrucción de embriones[30]. La complejidad del debate es enorme ya que se ha entrado ya en el contexto de la clonación humana reproductiva, como analizaremos más adelante.









Autor: Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular | Fuente: fluvium.org
@Nessuna@
00sabato 11 marzo 2006 22:27



Autor: P. Jorge Loring
Ciencia, ateismo y agnosticismo
El ateo no sólo no puede demostrar que no hay Dios, sino que desde el ateísmo no se pueden resolver los grandes interrogantes de la vida


Ciencia, ateismo y agnosticismo
7. Prescindo de lumbreras de la antigüedad como San Agustín, Santo Tomás o Miguel Ángel, que siempre rezaba de rodillas antes de empezar a trabajar en su obra de arte.

Lo mismo que Newton, era creyente Kepler. Leverrier, descubridor del planeta Neptuno, fue ferviente católico.
Laplace murió como fervoroso cristiano asistido por un sacerdote.
Incluso Galileo, a pesar de su lamentable proceso, murió como buen cristiano en 1642.
Copérnico (a quien debemos el sistema heliocéntrico) y Lemaître, muerto en 1966 (autor de la teoría de la expansión del universo hoy en boga), fueron sacerdotes.
«Un destacado historiador -Deunert- tan sólo ha hallado en el campo de las Ciencias Naturales un 2% de científicos de fama que se declaren materialistas y ateos.
Entre 8.847 nombres de sabios citados por Poggendorff en su Dictionaire des Sciencies Exactes la inmensa mayoría son creyentes e incluso un 10% son sacerdotes o religiosos» 1.

El 1º de febrero de 1976 murió en Munich a los 74 años de edad Werner Heisenberg, que está considerado como el físico más grande de todos los tiempos » 2, Premio Nobel por sus investigaciones sobre Física Nuclear.
Él formuló matemáticamente la teoría unificadora de los campos energéticos, gravitatorio, electromagnético y nuclear (fuerte y débil), que son las energías que conocemos » 3; lo cual, Einstein no consiguió a pesar de sus esfuerzos » 4.
En abril de 1969 pasó por Madrid. En una entrevista que hizo para la prensa, dijo entre otras cosas: «Lo que sí creo es en Dios, y que de Él viene todo. Las partículas atómicas tienen un orden, que tiene que haber sido impuesto por alguien».
Heisenberg le dijo a Vintila Horia: «La teoría de un mundo creado, es más probable que la contraria, desde el punto de vista de las ciencias naturales. La mayor parte de los hombres de ciencia que yo conozco han logrado llegar a Dios»» 5.

En un ABC dominical leí que Werner von Braun, «padre» de la astronáutica y «cerebro» de los vuelos espaciales que han llevado el hombre a la Luna, manifestaba que era creyente y que todos los días oraba a Dios » 6. Decía: «El hombre tiene necesidad de fe como tiene necesidad de agua y de aire. Tenemos necesidad de creer en Dios» » 7.

Dice Salvador de Madariaga que «los hombres más eminentes en la vanguardia de la ciencia no vieron que hubiera nada en su actitud científica que les impidiera creer en Dios»» 8.

Y Alexis Carrel, muerto en 1944, Premio Nobel de Medicina, dice: «Yo creo todo aquello que la Iglesia Católica quiere que creamos. Y, para hacer esto, no encuentro ninguna dificultad, porque no encuentro en la verdad de la Iglesia ninguna oposición real con los datos seguros de la Ciencia»» 9.

Manuel M. Carreira, S.I., Doctor en Ciencias Físicas y Profesor de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Cleveland (EE.UU.), dice: «Ni por ser sacerdote he tenido que viciar un razonamiento científico, ni fue preciso nunca que cerrase mis ojos a la ciencia para mantener la fe»» 10.

El Premio Nobel Paul Sabatier, muerto en 1941, ha dicho: «Contraponer la Ciencia con la Religión es cosa de gente poco experta en uno y otro tema» 11.

El Dr. Juan Oró, nacido en Lérida, que es uno de los más prestigiosos bioquímicos de Estados Unidos y que trabaja para la NASA, afirma: «Para mí no hay contradicción entre Fe y Ciencia» 12.

El Profesor Baltasar Rodríguez-Salinas, Catedrático de Teoría de Funciones en la Facultad de Ciencias Matemáticas de Madrid, en un discurso que pronunció en la Academia de Ciencias, comenzó con una cita del genial matemático Cauchy: «Yo soy cristiano, es decir, yo creo en la divinidad de Jesucristo, con Tycho-Brahe, Copérnico, Descartes, Newton, Kepler, Fermat, Leibniz, Pascal, Grimaldi, Euler, Gauss, Guidin, Boscowich, Gerdil, con todos los grandes astrónomos, todos los grandes físicos, todos los grandes matemáticos de los siglos pasados.
»Yo también soy católico como la mayor parte de ellos; y si se me pregunta la razón, diré que mis convicciones son el resultado, no de prejuicios de nacimiento, sino de un examen profundo» 13.

Muchísimos científicos son católicos, como Pasteur, De Broglie, Schrödinger, Pauli, y Max Planck que se convirtió al catolicismo al final de su vida, como afirmó el Profesor Stanley L. Jaki, húngaro, Profesor de varias Universidades de Estados Unidos, en el Congreso sobre Física y Religión celebrado en Madrid en Octubre de l990 14.

Angel Santos Ruiz, Catedrático de Bioquímica de la Universidad Complutense de Madrid, dice: «Ningún hecho científico, plenamente confirmado, ha tenido que rechazarse por estar enfrentado con la doctrina revelada» 15.
«De hecho, ningún físico, químico, biólogo, etc., ha tenido que renunciar nunca a sus convicciones sobre Dios, el alma, la Ley Moral y lo sobrenatural, porque fueran incompatibles con su ciencia» 16.

El 23 de agosto de 1985 le oí decir al Rector de la Universidad de Santander, y Catedrático de Física, D. Francisco González de Posada, en unas conferencias que pronunció en Laredo: «La Ciencia de hoy no le da al ateo ningún dato que le confirme en su ateísmo».

D. Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel 1906, «jamás dudó de la existencia de Dios», en frase de su hermano Pedro; quien además afirma que si él hubiera llegado a tiempo, su hermano «Santiago hubiera muerto con los sacramentos» 17.

Leonardo Torres Quevedo, que murió en Madrid, el 18 de Diciembre de 1936, a los 84 años de edad, fue ingeniero y matemático. Inventó en 1895 una máquina de calcular ecuaciones que es precursora de las computadoras electrónicas de hoy 18.
El 25 de octubre de 1906, en la ría de Bilbao hizo evolucionar un bote, sin tripulantes, por ondas hertzianas, gracias al telekino, desde la terraza del Club Náutico.
El bote avanzó, retrocedió, viró en redondo, sorteó otras embarcaciones que había en el puerto y llegó a la escala del vapor Elcano, donde se hallaba la representación oficial 19.
El telekino es precursor de los cohetes teledirigidos de hoy.
El 10 de febrero de 1916 se inauguró en las Cataratas del Niágara el transbordador que Torres Quevedo proyectó y se adjudicó en concurso internacional, y sigue funcionando en la actualidad.
El Ayuntamiento de Camargo (Santander) organizó en el mes de agosto de 1991 una exposición en Maliaño con ocasión del 75 aniversario del transbordador del Niágara, obra de Torres Quevedo, nacido en Santa Cruz de Iguña (Cantabria), el 28 de Diciembre de 1852.
En esta exposición vi una réplica de este transbordador que en 75 años no ha tenido ni un accidente ni una avería grave.
En América lo llaman el «aerocar español».
Va sostenido por seis cables y anclaje con contrapesos, con lo cual se mantiene constante la tensión de los cables, independientemente del peso, según la barquilla estuviera más o menos cargada de gente; y le proporciona un alto coeficiente de seguridad.
Antes de construirlo en el Niágara, lo instaló en el Monte Ulía de San Sebastián en 1907 para probarlo. Fue el primer tranvía aéreo del mundo.
En 1914 inventó el ajedrecista mecánico, que siempre gana.
Es una máquina precursora de los robots de hoy.
Se conserva en la Escuela de Ingenieros de Caminos.
En 1951 fue presentado, por Gonzalo Torres Quevedo (hijo del inventor, ayudante suyo y colaborador), en París, en un Coloquio Internacional de Cibernética, y dio mate a Tartakower, entonces campeón del mundo de ajedrez. La máquina anuncia por un altavoz al contrincante cuando hace trampa o se equivoca. A la tercera se enfada y no juega más 20.
En 1976 estuve en Toledo predicando conferencias cuaresmales, y entonces tuve la satisfacción de conocer a Valentina Torres Quevedo, hija del inventor, que me facilitó los recortes de periódicos que cito. Ella me dijo que su padre murió como un buen cristiano, como había vivido: comulgaba todos los Primeros Viernes de mes.

Según «uno de los comentaristas de los acontecimientos internacionales mejor informados de nuestro país, la gran mayoría de los investigadores y técnicos de la navegación espacial no sólo de los Estados Unidos, sino también de la Unión Soviética, confiesan, cuando la conversación ha alcanzado un determinado clima de intimidad, su fe en Dios.
»Es más, casi sin excepción, admiten y añaden que su fe surge como consecuencia de sus mismas investigaciones científicas» 21.

«Un número cada vez mayor de científicos se está declarando creyente en Dios» 22.Dos mil trescientos miembros de la Asociación Norteamericana de Científicos admiten ser creyentes 23.

«Según recientes encuestas el 80% de los científicos se declaran creyentes» 24.

El Premio Nobel de Física 1985, Carlos Rubbia, Director del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) que ha descubierto una nueva forma de generar energía nuclear por fisión, que es más barata, limpia y segura, y no sirve para fabricar bombas atómicas 25, y recientemente ha inventado un modo de destruir los residuos radiactivos de alta actividad 26, ha dicho: «La Ciencia más avanzada se acerca a la Religión» 27.

Y Pío XII: «La ciencia moderna descubre a Dios detrás de cada nueva puerta que abre» 28.

Juan Pablo II, dijo en la Universidad de Madrid: «La Ciencia y la Fe no son opuestas, sino convergentes en el descubrimiento de la realidad integral que tiene su origen en Dios».
“Las realidades profanas y las de fe tienen su origen en un mismo Dios” 29.

Dijo el Concilio Vaticano I: “Ninguna verdadera disensión puede darse jamás entre la fe y la razón porque el mismo Dios que revela los misterios e infunde la fe puso dentro del alma humana la luz de la razón; y Dios no puede negarse a sí mismo, y la verdad no puede contradecir jamás a la verdad” 30.

El filósofo alemán contemporáneo Martín Heidegger dijo en una entrevista a la revista alemana Der Spiegel en 1966: «La literatura actual, en su mayoría, es destructiva. Sólo Dios puede salvarnos todavía. Frente a la ausencia de Dios, nos hundimos» 31.

Boris Yeltsin, Presidente de Rusia, declaró que «el comunismo intentó durante 70 años imponer el ateísmo, pero no lo ha logrado» 32.

El soviético Alejandro Solzchenitsyn, Premio Nobel 1970, que estudió Matemáticas y Física en la Universidad Rostov y luego cursó los estudios de Literatura en el Instituto de Filosofía de la URSS, se manifiesta creyente. Es muy conocida la oración que escribió: «¡Qué maravilla es vivir contigo, Señor! ¡Qué fácil me es creer en Ti! Tú me envías la clara certidumbre de tu existencia» 33.

Chabanis después de entrevistar a varios pensadores ateos, afirma: «Pensaba encontrar en ellos un ateísmo riguroso y bien fundamentado, pero lo que había era ausencia de búsqueda de la Verdad Absoluta» 34.

Dijo Pascal: “Muchos están siempre dispuestos a negar todo aquello que no comprenden”.

La increencia de muchas personas tiene su origen en su ignorancia religiosa. A nadie le puede convencer lo que no conoce. Yo no puedo opinar sobre la comida de Kenya, pues no sé lo que allí se come.
Sería interesante contar las páginas que ese ateo ha leído de su profesión y las que ha leído de cultura religiosa.
Seguramente la diferencia es enorme.
¿Cuál sería su información profesional si invirtiéramos los números?
¿Nos vamos a extrañar de su ignorancia religiosa?

Olegario González de Cardedal, Catedrático de la Universidad Pontificia de Salamanca, Académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, y uno de los teólogos españoles de más prestigio habla de la crisis del ateísmo:
«Sus viejas murallas se resquebrajan, a través de sus grietas entra una luz que ilumina a los que viven dentro de la ciudad amurallada que empiezan a preguntarse por la conveniencia de asomarse al ancho mundo exterior.
»El sujeto histórico ha vuelto a preguntar por Dios, e incluso reclamarlo. (...)
»Se trata de una especie de insatisfacción colectiva con el proyecto de hombre, de sociedad y de historia que proceden del ateísmo. Un impulso vital, incoercible, lleva a preguntar por Dios, a contar con Él. (...)
»El ateísmo está minado en sus cimientos. (...)
»Una mujer recién preñada no ofrece ningún signo externo de diferencia, y sin embargo todo es distinto; llegándole los días dará a luz y surgirá una nueva criatura» 35.

Monseñor Elías Yáñez, Presidente de la Conferencia Episcopal Española, presentó el 11 de diciembre de 1998, una Instrucción Pastoral en la que se decía que «el ser humano es religioso por naturaleza. (...)
»El ateísmo no está en el origen del hombre. Es más bien un fenómeno surgido de diferentes causas».

CIUDAD DEL VATICANO, 10 feb (ZENIT).- El profesor Antonino Zichichi, presidente de la World Federation of Scientists (Federación Mundial de Científicos) entregó esta mañana a Juan Pablo II el ejemplar número cien mil de su libro «Por qué creo en el que ha hecho el mundo» 36.


8. El ateísmo deja sin resolver muchas más cosas que todos los misterios que acepta la fe. Por eso Alexis Carrel, Premio Nobel de Medicina, dijo: «No soy lo suficientemente crédulo, para ser incrédulo».

Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, el 75% de los españoles creen en Dios 37.
Y según otra del Instituto Gallup, el 94% de los norteamericanos cree en Dios, y el 58% en el infierno 38.

Ya dijo Berdiaef que «el hombre es un ser incurablemente religioso».

Y Max Scheler: «el hombre o cree en Dios o se fabrica un ídolo. Este ídolo será la raza, el Estado, una mujer o el dinero; pero el hombre no puede vivir sin adorar algo» 39.

«No se conoce ningún pueblo, ninguna cultura, sin religión.
»Otra cosa distinta es que todos los individuos de ese pueblo hayan sido religiosos.
»Pero el conjunto, en cuanto tal, sí lo ha sido. (...)
»Los estudiosos de la historia de las religiones, de entre los cuales Mircea Eliade fue uno de los grandes maestros y pioneros, coinciden en afirmar que el hombre de todas las épocas, desde que abandonó la categoría de “mono”, es un hombre creyente» 40.

El agnóstico se escapa con un «no sé» por no querer reconocer lo razonable que es un Dios Creador.

La fe complementa la razón como el telescopio complementa al ojo.
Con el telescopio veo estrellas que no veo a simple vista.
Con la fe obtengo respuestas a muchas cosas para las que la ciencia no tiene respuesta:
¿Qué sentido tiene la vida del hombre?
¿De dónde viene?
¿A dónde va?
¿Qué hay después de la muerte?

Todo hombre racional tiene que plantearse la cuestión del sentido de nuestra existencia y de si hay algo después de la muerte.
Quien tiene la respuesta de la fe vive con ilusión y esperanza.
Quien no sabe responder vive con la angustia de la duda, pues nadie puede estar seguro de que no hay nada después de la muerte.

Ya dijo Bacón: «Poca filosofía aparta de la religión, pero mucha filosofía conduce a ella» 41.

Los caminos que llevan al ateísmo pueden ser:
a) La rebelión contra el mal en el mundo.
b) La ignorancia religiosa.
c) Una formación religiosa infantil.
d) Un apego desordenado a los goces de este mundo.
e) El mal ejemplo de algunos creyentes.
f) Un ambiente hostil a la religión.
g) Un equivocado temor de Dios que no conoce la misericordia y bondad divinas 42.

Puede ser interesante mi vídeo: Ateísmo y ciencia de hoy 43.

La Madre Angélica cuenta en su libro la siguiente anécdota 44:
Un soldado norteamericano, al ser interrogado, para su ficha, por su religión, contestó: CATÓLICO.
Y no era verdad. Pero él había observado que en la hora de la muerte los católicos morían con una gran esperanza, y él quería lo mismo para su muerte.
Esto fue el comienzo de su conversión al catolicismo.

En una ocasión, un ateo le dijo a un sacerdote:
- Demuéstreme que hay Dios y me convertiré en un cristiano.
El sacerdote le contestó:
- Demuéstreme ud. que no hay Dios y me convertiré en un ateo.
- No puedo, replicó el ateo.
- ¿Y en una cosa tan trascendental, de la cual depende toda la eternidad, ud. se arriesga a seguir una ideas que no se pueden probar? ¡Menudo disparate! Yo tengo muchas razones que apoyan mi fe en Dios 45.

«El ateísmo podrá esforzarse en querer demostrar que la religión es falsa, pero nunca podrá demostrar que él es verdadero» 46.

Es mucho más razonable creer en Dios que ser ateo.
El ateo no sólo no puede demostrar que no hay Dios, sino que desde el ateísmo no se pueden resolver los grandes interrogantes de la vida.
¿De dónde viene?
¿A dónde va?
¿Qué pasa después de la muerte?
¿Qué sentido tiene la vida?
¿Cómo saciar el apetito de felicidad?, etc., etc.
El ateo se condena a vivir en la angustia, en la duda, en la desesperación. A no ser que prefiera dejar de ser hombre y vivir de espaldas a todo pensamiento transcendente.
El animal no puede hacerse preguntas trascendentes.
El hombre sí.
Y sólo con Dios encuentra respuestas.

Como dice el Concilio Vaticano II 47, sin Dios quedan sin respuesta los problemas más agudos de la existencia humana como son el sentido de la vida y de la muerte, de la culpa y del dolor.
Y estos problemas son insoslayables.
No hay nadie que, al menos en ciertos momentos de su vida, deje de planteárselos.

El materialismo dice que todo lo que existe es material, porque todo lo que se ve, se toca, se mide, etc., es material.
Esto es tan simple como el pescador que niega que haya peces más pequeños que los que sus redes pescan, porque los más pequeños se le escapan por los agujeros 48.

El hecho de que haya tantos hombres de ciencia creyentes es prueba de que la Ciencia no es obstáculo para creer.
Si lo fuera, todos los científicos serían ateos; y, como hemos visto, muchos hombres de ciencia se declaran creyentes.
El hecho de que haya científicos ateos habrá que explicarlo por otros caminos, pero no por el hecho de ser científicos 49.

Evidentemente que la ciencia no demuestra la existencia de Dios, pues la ciencia estudia las leyes de la naturaleza, no a Dios. A Dios lo estudia la teología.
Pero la ciencia da datos que apoyan la fe del creyente.
«La ciencia no prueba la existencia de Dios-Creador, pero sí sienta las bases para un raciocinio metafísico que lleva lógicamente a Él» 50.

«El problema del hombre contemporáneo es la fraudulenta y persistente manipulación a que ha sido sometido por el racionalismo materialista que le asegura que “La Ciencia” ha demostrado la no existencia de Dios» 51.
No hay ningún argumento científico que demuestre que no hay Dios 52. Por el contrario, hay muchos datos científicos que confirman la fe del creyente: desde lo que dicen los astrónomos sobre el origen del cosmos (ver nº 3), hasta los estudios científicos realizados en la Sábana Santa de Turín 53.

El 13 de octubre de 1988 se hizo público que el resultado del análisis del carbono-14 sobre la Sábana Santa, deduce que el tejido es de la Edad Media, es decir que la Sábana Santa no pudo cubrir el cuerpo de Cristo en el siglo I, por lo tanto es falsa.
Esta noticia fue rechazada por todos los especialistas en la Sábana Santa. No se podían ignorar las anteriores investigaciones en los campos de la Historia, Medicina, Bioquímica, Numismática, Palinología, Arqueología, etc. que confirmaban la autenticidad de la Sábana Santa.
De hecho se han celebrado varios Congresos Científicos Internacionales, donde se han invalidado las pruebas del Carbono-14 en la Sábana Santa.
En las palabras de clausura del Congreso de Cagliari, dijo el Dr.Baima Bollone, Presidente del Centro Internacional de Sindonología de Turín: «La tónica general del Congreso ha sido la inaceptabilidad de la prueba del carbono-14 en la Sábana Santa».
En este Congreso se presentaron veintisiete trabajos de investigación.
Yo tuve el honor de presentar en este Congreso un trabajo de investigación en nombre del Centro Español de Sindonología, que fue muy bien acogido, como expresó el Presidente de la Mesa.
En la sexta edición de mi libro de la Sábana Santa hago un resumen de este Congreso y del trabajo de investigación que allí presentó España Lo mismo en mi vídeo sobre la Sábana Santa 54.

Con todo, no hay que desorbitar el valor del conocimiento científico experimental. También es válido el conocimiento histórico y metafísico.
El conocimiento científico experimental no es el único modo de conocer. Hay realidades que se escapan al conocimiento experimental.
El razonamiento filosófico no es científico. Cuando Renato Descartes dice: «Pienso, luego existo», hace un razonamiento válido; y sin embargo no es científico, sino filosófico.
La Ciencia no lo explica todo. Hay cosas que se le escapan. Lo mismo que una red de trama grande no puede capturar peces pequeños, pero no por eso dejan de existir boquerones y chanquetes.

Hay cosas inalcanzables para la ciencia experimental. La ciencia no sirve
para demostrar la existencia de Dios, como tampoco sirve para demostrar el amor de una madre o la fidelidad de un esposo, aunque todo esto sea una realidad.Sin embargo, no hay duda de que la ciencia nos aporta datos válidos que confirman la existencia de Dios 55.
La ciencia explica «cómo» funciona la naturaleza, no alcanza el «por qué». Esto es objeto de la filosofía 56.

Las razones para creer son suficientes, pero no evidentes como un axioma; pues Dios quiere que el hombre le acepte libremente y no a la fuerza. Las verdades de la fe son razonables y ciertas. Las podemos creer con toda firmeza, pero no se nos imponen con una evidencia aplastante 57, pues entonces la fe no sería meritoria, y Dios ha dispuesto que en esta vida merezcamos con la virtud de la fe. Decir «el todo es mayor que su parte» es tan evidente que el aceptarlo no tiene mérito ninguno.
«La oscuridad de la fe es absolutamente necesaria para que el acto de fe sea libre. Y la libertad de la fe es imprescindible para hablar de valores religiosos en ella» 58.
«La fe es suficientemente oscura para que la adhesión a ella sea libre; y al mismo tiempo bastante clara como para que la dicha adhesión sea razonable» 59.
Pascal lo dijo también: «La fe es suficientemente clara para que el creer sea razonable, y suficientemente oscura para que el creer sea libre» 60.

La fe es segura y oscura al mismo tiempo. Segura porque se basa en la palabra de Dios, y oscura por la limitación de nuestro entendimiento. Por eso decía Santa Teresita del Niño Jesús:«Señor, no te entiendo nada; pero te creo todo, porque me fío de Ti».

Hoy, en algunos ambientes, está de moda el agnosticismo; personas que prescinden de Dios. No les interesa Dios. Se instalan en el mundo como si no hubiera nada al otro lado de la muerte.
Adoptar el cómodo «no sabe, no contesta» está bien cuando no se tienen datos para opinar.Pero cuando se trata de rechazar las razones que hay para opinar, por prejuicios personales, esto no es razonable 61.

Lo primero que hay que decir es que negar a Dios, no es destruirle; y el que piense que no hay nada más allá de la muerte, se va a enterar en cuanto se muera. Pues las cosas son como Dios ha dicho que son, no como nos puedan parecer a nosotros. Y si Dios ha dicho que seguiremos vivos más allá de la muerte, esto es así aunque haya quien no lo acepte.

Algunos piensan que por no creer en el infierno son más libres. Pero no es así. Lo que son es más inconscientes. Cerrar los ojos ante la verdad no enriquece al hombre, lo empobrece. La prudencia no está es ignorar un riesgo, sino en estudiarlo y prevenirlo. Cerrar los ojos ante un riesgo es señal de inconsciencia.

El agnosticismo es un riesgo.
Cuando se trata de un riesgo grave como el morir electrocutado o la condenación eterna, hay que ser muy prudentes. Nadie toca un cable de alta tensión aunque tenga el 90% de probabilidades de que no pasa nada.
Pues el ateo tiene el 99% de probabilidades de equivocarse. Son muchísimas más las razones para creer en Dios que para convencerse de que no hay Dios.

Hay realidades que pueden dejarme indiferente. Por ejemplo, si en Marte hay vida o no.
Pero hay otras realidades a las que no puedo estar indiferente, pues es mucho lo que me juego. Por ejemplo, si el avión en que voy a viajar está o no en condiciones de volar. Procuro tener unas razonables garantías de seguridad.
Esto es lo que pasa con la Religión.
La Iglesia Católica dice que Dios existe, que Cristo es Dios, y que después de la muerte hay una vida eterna en el cielo o en el infierno.
Yo tengo opción de aceptar o rechazar todo esto.
Pero para rechazar algo tan importante, tengo que estar muy seguro de que todo esto no es cierto, pues es mucho lo que me juego. No basta tener dudas. Las dudas y dificultades no son argumentos probativos. Yo puedo tener dificultades sobre una cosa que es una realidad.
Por el contrario, para aceptar un bien me basta una razonable probabilidad. Yo acepto una medicina con una probable esperanza de me ayudará, aunque no tenga seguridad absoluta de su eficacia.

Pero para optar por la Religión no bastan las ideas. Hace falta que la Religión sea para mí el supremo de los valores. Yo puedo saber que el tabaco es malo para la salud. Pero si yo valoro el tabaco más que la salud, seguiré fumando.

Hay personas que buscan la verdad, les guste o no.
Pero otras personas buscan lo que les gusta, sea verdad o no.

El entendimiento se decide por razones.
Pero la voluntad se decide por valores.
Es muy importante que para mí la Religión sea el supremo de los valores.

La fe es aceptar lo que no entiendo porque me fío del que me lo dice. Pero la fe es razonable. Si no lo fuera, los creyentes seríamos unos necios. Y nadie, con cultura, puede decir que fueron necios unas lumbreras de la humanidad como un San Agustín o un Santo Tomás de Aquino.

Por eso la fe no es un salto en el vacío, a lo loco. Es muy razonable aceptar lo que no entiendo, si puedo fiarme del que entiende y me lo dice.

La fe en Dios es perfectamente razonable. Hay muchas más razones para creer que Dios existe que para dudar de su existencia.
Pero hay que rechazar, tanto el racionalismo que sólo acepta lo que se puede demostrar (los misterios son indemostrables), como el fideísmo que desprecia la razón, y pretende que la fe sea «un salto en el vacío», sin ningún motivo de credibilidad. El fideísmo es absurdo pues pretende que creamos en Dios sin tener fundamento racional de la fe.
Si la fe no tuviera ninguna motivación de tipo racional no sería responsable ni humana. Por eso la teología católica ha defendido siempre la capacidad natural que tiene el hombre para llegar con la luz de la razón a conocer la existencia de Dios-Creador. Así lo define el Concilio Vaticano I 62.
«La misma Santa Madre Iglesia sostiene y enseña que Dios, Principio y Fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza por la luz natural de la razón humana partiendo de las cosas creadas» 63. Dijo San Pablo: «Lo invisible de Dios, desde la creación del mundo , se deja ver a la inteligencia a través de sus obras» 64.

Sin embargo, aunque la razón me indica que hay motivos serios para creer, la razón no causa la fe. Sólo cuando el corazón humano se rinde a la gracia en un acto de humildad y sencillez es cuando nace la fe. La razón tiene que ir acompañada de la oración humilde. Es preciso tener un corazón limpio para creer en Dios. No podemos olvidar que Dios sólo se manifiesta a los humildes 65.
La ciencia que tiene por objeto la exposición de los motivos de credibilidad, o sea, las razones y argumentos que demuestran ser la fe razonable, se llama Apologética 66. El Cardenal Newman, que era protestante, se convirtió al catolicismo por puro raciocinio.
Dice el Cardenal Daneels, Arzobispo de Malinas, «la supresión de toda sana apologética es un funesto servicio prestado a la causa de la evangelización» 67.
En Mayo de 1935 se convirtió al catolicismo Marchant, Ministro de Instrucción Pública de Holanda. Al ser interrogado por un miembro de la izquierda del Senado, contestó: «Creo, porque reflexiono» 68.

Pero no se trata de convencer a nadie a base de pruebas, sino de hacer ver lo razonable que es creer. Derramar luz sobre las verdades de la fe. Tal es el papel de la Apologética. Pero no olvidemos que la conversión no nace sólo tras haber sido convencido, sino tras una iluminación de mi entendimiento y adhesión de la voluntad a Dios, acogiendo las verdades reveladas y acomodando todo mi ser a esa iluminación. Los motivos de credibilidad constituyen un preámbulo racional de la fe. El acto de fe constituye esencialmente un asentimiento a estas verdades porque Dios las ha revelado. Y por supuesto que no basta asentir a las verdades reveladas por Dios; es preciso vivir de acuerdo con ellas. Para el que tiene fe, mil objeciones no le hacen dudar; y al que no tiene fe, mil pruebas no le convencen.
«La decisión de creer no es la conclusión de una argumentación. Uno jamás está obligado a creer por las leyes de la lógica. (...) Al acabar una operación de cálculo, no puedo por menos que adherirme al resultado obtenido. (...) Entre la clara evidencia y la fe interviene un acto voluntario, perfectamente libre. Del mismo modo que ya pueden mostrarme del modo más convincente y persuasivo que alguien merece ser amado. No por eso lo amaré. No se puede amar de mala gana, ni creer de mala gana. Es lo que ya decía San Agustín en su comentario a San Juan: nemo credit nisi volens, es decir, nadie cree sino de buen grado 69.

Dice Octavio Rodríguez en Preámbulo epistemológico del acto de fe: «Realizamos un juicio cuando consideramos que son suficientes las pruebas que nos han de llevar a una conclusión» (...) «Si llegamos a convencernos de una conclusión, la afirmamos sin reserva» (nº 2). «Los argumentos no obligan a nadie a creer, igual que los argumentos a favor de la virtud no obligan a nadie a ser virtuoso» (nº 7) 70.

El hombre se convence por razones, pero es la voluntad la que elige las razones que quiere que le convenzan.
Por eso no basta dar razones que van sólo al entendimiento. Hay que presentar valores que mueven a la voluntad: bondad, belleza, importancia, utilidad o necesidad para el hombre en cuanto tal.
«Nuestra propia voluntad puede “forzar” al intelecto para que le presente sólo las razones que ella desea, o para buscar argumentos -aunque sean falsos- que apoyen su determinación» 71.

La fe es razonable, pero las razones no bastan para creer.
Hace falta un acto de voluntad. Y la voluntad no se decide por razones lógicas, sino por motivos y valores 72.
No es lo mismo estar convencido que convertido.
Las razones van al entendimiento, pero son los valores los que mueven la voluntad. Un hombre puede saber que el tabaco produce cáncer; pero mientras para él el valor del tabaco sea superior al de la salud, seguirá fumando.
No basta saber el valor de una cosa, es necesario sentir lo que esa cosa vale, para que ese valor mueva nuestra voluntad.
El hombre, además de la razón, tiene un corazón, y con frecuencia éste manda sobre la razón. Las obras salen más del corazón que de la razón. Ya lo dijo
Jesucristo: Del corazón sale todo lo que mancha al hombre 73.

«Nuestra afectividad elige las razones para convencernos que es verdadero lo que nos es querido, y falso lo que nos es odiado» 74.

Es necesario dar razones al entendimiento, pero no es menos necesario ganarse el corazón. Y el corazón se gana con el atractivo personal.
Si le caes bien a una persona, ya has conseguido el 50% para convencerla.

Si uno considera al cristianismo como un antivalor por los sacrificios que exige, es muy difícil que crea.
Pero si considera el cristianismo como un valor superior a todo sacrificio, porque garantiza una eternidad feliz, empieza a poner la base de una posible fe; si al mismo tiempo tiene la oportunidad de conocer suficientemente las razones en que se apoya la credibilidad del cristianismo.

Un hombre que sinceramente quiere la salud acepta encantado una medicina que le ofrece garantías de curación, aunque suponga costosos sacrificios.
Para tomarla basta que ofrezca esperanza razonable de curación.
Pero negarse a tomarla porque no hay seguridad absoluta de su eficacia, es absurdo.

«La fe cristiana pone en nuestra vida claridad, seguridad, y fortaleza invencible» 75.
El ateo es como el que está en su cuarto con la ventana cerrada, y sólo ve lo poco que alumbra la bombilla de su mesa de trabajo. Si abriera la ventana, entraría la espléndida luz del Sol, que lo ilumina todo. Es la diferencia entre el ateo y el creyente.

Dijo Ortega y Gasset: “La barbarie del especialista es que una persona muy sabia en una materia se permite opinar en cuestiones que ignora, con la misma autoridad con que se pronuncia en su campo de especialidad” 76.

No te deslumbres, con estas afirmaciones que a veces se oyen de labios poco documentados: «La Ciencia moderna contradice a la Fe». Porque puedes tener la seguridad de que la verdadera ciencia no ha contradicho nunca, ni contradirá jamás a los dogmas de fe, porque Dios, la misma Verdad, es el Autor de la Ciencia y de la Fe; y no puede contradecirse.
Efectivamente, la Ciencia es el conocimiento de las leyes que Dios ha puesto en la Naturaleza que son la base de la Ciencia; y Fe es el conocimiento de las verdades que Dios ha revelado.
Dios, Sabiduría infinita, es Autor tanto de las verdades científicas como de las verdades religiosas: luego estos principios jamás pueden ser incompatibles entre sí.

Cuando parezca que hay incompatibilidad, se debe a los hombres que han rebasado o mal interpretado las verdades de la Ciencia o de la Fe 77. Dice el Concilio Vaticano II: «Las realidades profanas y las realidades de la fe tienen su origen en el mismo Dios» 78.

Hay que tener en cuenta que no es ciencia indiscutible la hipótesis de trabajo de un científico.
Así como tampoco es verdad revelada la teoría personal de un teólogo.
Cuando hablo de Ciencia, hablo de ciencia indiscutible, no de la hipótesis de trabajo de un científico.
Y cuando hablo de Fe hablo de verdades dogmáticas, no de una norma disciplinar de la Iglesia, como ocurrió en el caso Galileo (ver nº 39,1).
Pero entre ciencia indiscutible y dogmas de fe jamás ha habido contradicción, ni la habrá en el futuro, por lo que acabo de decir.

Muchas de las dificultades que algunos creen encontrar en aparentes contradicciones entre la Fe y la Ciencia, o bien provienen de haber tomado como verdades reveladas afirmaciones que bien examinadas no gozan de tal garantía, o bien provienen de mirar como verdades científicas adquiridas definitivamente cosas que más tarde se verá no pasan de simples hipótesis o teorías, que con el tiempo, se han de ir retocando 79.

«No sólo no hay contradicción entre Ciencia y Fe, sino que mutuamente se ayudan y complementan» 80.
Dice el Concilio Vaticano I: «La razón y la fe, no sólo no se contradicen, sino que se ayudan mutuamente» 81.

«La Física ha cambiado mucho durante los últimos cien años, y las posiciones radicalmente materialistas de algunos físicos del siglo XIX resultan hoy insostenibles.
»Muchos ideólogos influyentes, sin embargo, han permanecido anclados en el pasado, y habrán de pasar muchos años hasta que desaparezcan los prejuicios antirreligiosos, supuestamente científicos, que propagaron los ilustrados del siglo XVIII» 82.

Max Planck, Premio Nobel de Física dijo: «No se da contradicción alguna entre la Religión y las Ciencias Naturales; ambas son perfectamente compatibles entre sí» 83.

Rudolf Kippenhahns, Director del Instituto de Astrofísica Max Planck de Munich, dice: «Me preguntan una y otra vez en mis conferencias, si en la concepción científica del universo queda lugar todavía para Dios... Cuanto más pienso sobre ello, menos entiendo que los conocimientos científicos deban suprimir las ideas de la fe» 84.

Como dice el profesor de la Universidad de Navarra, doctor en
Ciencias Físicas, Mariano Artigas: «la Ciencia nunca se ha opuesto a la Religión, y nunca se podrá oponer, porque no hay oposición real». Es más, añadió: «Hoy se puede afirmar como un hecho patente que los grandes científicos, prácticamente sin excepción, están de acuerdo en que no hay oposición real entre Ciencia y Religión» 85.

La verdadera Ciencia no sólo no se opone a la Religión, sino que la confirma cada vez más con sus nuevos descubrimientos.

Por eso Pío XII dijo en su discurso a la Academia Pontificia de Ciencias en 1951: «La verdadera Ciencia encuentra a Dios detrás de cada nueva puerta que abre» 86.

Es más, la Historia nos enseña que cuando una teoría se opone a lo que la fe sostiene como cierto y como seguro, esta teoría ciertamente es falsa.
Antes o después será desbancada por otra nueva teoría.
Así ha sucedido siempre. Y es natural: porque esa teoría se debe a un hombre que se puede equivocar; en cambio la fe se debe a Dios, que no puede equivocarse.

Dios no puede equivocarse, porque es infinitamente sabio. Y no puede engañarnos porque es infinitamente bueno.

Pero hombres a quienes estorba la Religión se agarran ansiosos a estas teorías mal demostradas como si fueran dogmas de fe, para desechar los verdaderos dogmas de fe que les estorban.

No porque en los dogmas de la Religión haya misterios -como decíamos antes, la vida está llena de misterios, y eso a nadie extraña-; lo que ellos tienen contra la Religión no son dificultades científicas, sino prejuicios y dificultades morales.

Si la Religión no obligara a tener a raya las pasiones, nadie tendría dificultades contra la Religión.
Y si los preceptos morales dependieran de las verdades de la Física, muchos negarían la Física en lugar de negar la Religión 87.

«Las creencias religiosas pueden ser alteradas y deformadas por la voluntad y el mal uso de la libertad, así como por la incoherencia práctica. O se vive como se piensa y cree, o se termina por pensar y creer como se vive» 88.

No hay nada que ciegue más que obstinarse en el pecado. Lo dijo Jesucristo:«el que obra mal odia la luz» 89.
Ya dijo Bacón: «Sólo niega a Dios aquel a quien conviene que no exista».

Y Juan Jacobo Rousseau: «Mantened vuestra alma en estado de desear que Dios exista, y no dudaréis nunca de Él» 90.

Con todo, conviene observar que el ateísmo va en retroceso.
Paul Paupard, Presidente del Pontificio Consejo para los No Creyentes, dijo en Madrid que el ateísmo técnico está disminuyendo en el mundo.
En España sólo se declara ateo el 7% de los españoles 91.

No negamos que un ateo pueda ser honrado, pero evidentemente le falta motivación.
Cuando el hombre arranca a Dios de su vida se vuelve contra sus hermanos los hombres.
Es lo que expresó Hobbes con frase cruda: «El hombre es lobo para el hombre».
Si prescindimos del mandamiento de Jesús, la solidaridad humana es frágil. Fácilmente el otro termina por ser un extraño, un rival o un enemigo.

Si no se respeta a Dios, ¿qué otra cosa se puede respetar?
Las consecuencias, a la larga, son funestas.
Si a un árbol se le cortan las raíces, tendrá algunas reservas, pero para poco tiempo. Terminará por secarse y troncharse. La raíz de nuestro pueblo está en el cristianismo.

Dijo el Papa Juan Pablo II en Liubliana (Eslovenia): “Un mundo construido sin Dios acaba por alzarse contra el hombre” 92.
La fe ilumina al hombre el camino para que se realice a sí mismo en servicio de los demás.
La fe ayuda a la razón. Dice el Concilio Vaticano I 93: «Podemos conocer a Dios por la razón natural». Es una certeza que excluye toda duda razonable, pero no se trata de una evidencia axiomática. La fe es un acto de la voluntad tras el examen, por la razón, de los motivos de credibilidad. Por eso la razón prepara la fe, no la impone. Para dar este paso al frente es necesaria la gracia de Dios.
Por eso hay que pedir a Dios el don de la fe.
La fe es un don en el sentido de que Dios nos ayuda para que nuestra razón no se vea entorpecida por obstáculos psíquicos, morales, culturales, ambientales, etc., que le impidan su correcto funcionamiento.
Los fundamentos de la fe hacen la fe razonable. La fe complementa la razón, pero no la destruye.

«La razón no es causa de la fe, que es un puro don de Dios; pero es condición indispensable para que la fe sea responsable, humana y no arbitraria. Si la fe no fuera razonable los creyentes seríamos unos estúpidos» 94.

«El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de la razón natural.
»Creemos a causa de la autoridad de Dios que revela y que no puede engañarse ni engañarnos. Sin embargo, Dios ha querido darnos motivos de credibilidad que muestran que el asentimiento de la fe no es un movimiento ciego del espíritu» 95.

El fideísmo, que es creer sin pruebas, es de raíz netamente protestante (Barth, Bultmann).
Ha hecho presa en algunos teólogos católicos que han olvidado el mandato de Pedro 96 de dar razón de su esperanza.
Las consecuencias han sido nefastas.
Pues no se puede fundamentar la fe sobre la duda y la inseguridad.

Hoy está de moda hablar del «riesgo» de la fe, del túnel...
Pero no puede existir una pastoral convincente si no se razona la fe 97.
A nadie le atrae dar un salto en el vacío sin garantías.
En las cosas importantes todos queremos seguridad.
Nadie pone su dinero en un Banco que está en el borde de la quiebra. Nadie toma un alimento putrefacto con peligro de intoxicarse.

Como dice Juan Pablo II en su encíclica sobre la Ciencia y la Fe: «Ni fe sin razón, ni razón sin fe». Según el Santo Padre, la fe se ve dinámicamente enriquecida por la filosofía y la filosofía descubre nuevos horizontes gracias a la fe. Se trata de un enriquecimiento mutuo 98.

Como dice el P. López Pedraz, S.I.: «La evidencia para cada uno es el resultado final de un esfuerzo de atención, de interés, de voluntad, que antecede a la admisión clara.
»¿Admitiríamos la sinceridad del que justifica su desinterés con el pretexto de no ver claro desde el principio?
»En la raíz del no ver puede estar un fallo de la voluntad. En tal caso la oscuridad no excusa, acusa; y la ceguera final es culpable (...).
»La ceguera voluntaria puede llegar a constituir el irremisible pecado contra el Espíritu Santo, contra el que se estrellan todas las manifestaciones luminosas, incluso las más conformes al gusto del interesado (...).
»Hace falta limpiar los ojos.
»No basta con querer ver: los judíos querían ver y muchos terminaron por no ver. Se requiere disponibilidad o receptibilidad para lo que aparezca, sin interponer condiciones que enturbian o tapan visión.
»Purificación de prejuicios.
»Purificación de sentimientos.
»¿Cuántas veces no dedicamos la atención debida a una persona o a un asunto porque se interponen ciertos resabios de simpatía o antipatía, oscuramente nacidos en nosotros, o contagiados por el ambiente, que nos impiden no solamente ver claro sino interesarnos por ver? (...).
»Si un minero, atrapado al derrumbarse la mina, a oscuras, y en trance angustioso de asfixia, ve aparecer por una grieta una luminosidad, por tenue que sea, esto le basta y le sobra para ponerse alerta por si aquello que viene del otro lado de las rocas, donde hay más luz, le anuncia una esperanza de salvación. Dará voces para comunicar su presencia a los posibles salvadores. Si se inhibiese diciendo: “esto no me basta, no hago nada hasta que tenga más luz y señales más claras”, podría quedar sepultado para siempre».






Autor: P. Jorge Loring - catholic.net

@Nessuna@
00sabato 11 marzo 2006 22:32
Relación entre ciencia y teología
La ciencia y la teología están abocadas a un diálogo común con la filosofía


Relación entre ciencia y teología
Asistimos a un momento apasionante del debate entre ciencia y teología similar al que se produce entre ciencia y filosofía. Los conocimientos que hemos alcanzado respecto al universo, la estructura fundamental de la materia, la naturaleza de la conciencia, el descubrimiento del espacio-tiempo o del genio genético, propician que desde el campo científico se hagan incursiones espontáneas en el terreno de la filosofía y de la teología. La ciencia ya no está aislada en ningún campo concreto de investigación, porque ha descubierto, de un lado, que cualquier aspecto del mundo forma parte de un todo complejo, y de otro lado, que un conocimiento no puede desarrollarse sin el apoyo de otras disciplinas.

La interdisciplinariedad es no sólo la moda, sino la lógica consecuencia del descubrimiento de la complejidad. La filosofía y la teología, que se consideraban al margen del conocimiento científico, se han visto implicadas de esta forma en el esfuerzo humano por una comprensión más amplia de lo que ha dado en llamarse mundo objetivo o real. La física es uno de los campos donde con más frecuencia se producen incursiones filosóficas, hasta el punto de que los físicos de nuestros días podemos clasificarlos en materialistas o idealistas, de la misma forma que dividimos a los pensadores de las diferentes épocas según crean que el espíritu es anterior o posterior a la materia.

Ahora hay físicos que incluso reivindican la física como la nueva teología, asegurando no sólo que Dios es una exigencia de la evolución tal como la conocemos hoy, sino también que la resurrección de los muertos se deduce de ecuaciones matemáticas, al igual que la existencia del cielo y del infierno. Una parte del discurso teológico es hoy reivindicado desde el ámbito científico, si bien con otro vocabulario y conceptos. Hay diversas teorías, como la de la Realidad Última, que parecen explicar a su manera la trascendencia inmanente del mundo que nos revela la teología.

Si nos fijamos en las virtudes teologales, vemos también que el conocimiento del mundo es impensable sin un acto de fe, que la esperanza es una exigencia para la supervivencia de la especie, que sin caridad no es posible reorganizar la sociedad con garantías de futuro.

Todas estas evoluciones del conocimiento humano nos señalan una posible convergencia entre ciencia y teología que puede despertarnos del doble espejismo que padecemos: primero, que la vida humana es un episodio intrascendente de la evolución cósmica (y por lo tanto manipulable genéticamente sin mayor rigor ético); segundo, que la realidad última del mundo es asequible al conocimiento humano.

Por ello, más que rechazarse o aislarse en sus respectivos campos de conocimiento, ciencia y teología están abocadas a un diálogo común con la filosofía del que debe salir nueva luz para la aproximación a lo que las tres disciplinas pretenden: el conocimiento y la comprensión de la vida, la inteligencia y el amor en todas sus manifestaciones.




Autor: E. Martínez de la Fe | Fuente: Catholic.net
@Nessuna@
00giovedì 16 marzo 2006 01:48
Mensagem do Cardeal D. Eugenio de Araújo Sales

Arcebispo Emérito da Arquidiocese do Rio de Janeiro

18/11/2005



REDUÇÃO DA NATALIDADE DA CLASSE POBRE





No dia 23 de outubro foi, amplamente, noticiado que o governo francês, apesar de ter a segunda menor taxa de natalidade no mundo, 1,9 filhos por casal, inferior somente à da Irlanda, para enfrentar essa grave situação, resolveu doar elevada soma aos casais que se decidirem ter um terceiro filho. Durante um ano cada família receberá, mensalmente, a elevada quantia de 750 euros, cerca de R$ 2.050,00. Este incentivo faz parte de um projeto para estimular o aumento da taxa de natalidade. Note-se que, atualmente, já existem em vigor diversas medidas para fazer crescer o número de filhos. Uma média de dois por mulher, é considerado ideal para manter um equilíbrio populacional. Felizmente, hoje são muitos os países que estimulam o crescimento da prole.

Recordo que, na década de 80, a França havia lançado uma campanha pró-natalidade, resumida nos cartazes e largamente difundida por todo o país, com a fotografia de uma criança e a legenda: “Na vida nem tudo é sexo. A França necessita de crianças”.

E o Brasil? Um jornal de circulação nacional, no ano passado, veiculava a matéria sob o título: “Fecundidade cai e não recompõe a população”. “Pela primeira vez, a taxa de natalidade atinge nível de 2,1 filho por mulher, o que coloca o Brasil próximo do padrão dos países desenvolvidos”. Lê-se também: “O Brasil entrou num processo irreversível de envelhecimento populacional que precisará ser acompanhado pelas políticas públicas”. A propagação de recursos químicos de contracepção, e o favorecimento do aborto são fatores influentes no desenvolvimento da população.

Também no ano passado foram largamente anunciadas, na imprensa, as conclusões do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística, que prevêem para o país o crescimento zero no ano de 2062. Não são dados oficiais, mas projeções baseadas em vários indicadores. A taxa de crescimento, a partir de 1950-1960, diminuiu para 1.44% ao ano. Entre 2004 e 2050 poderá atingir 0,24%.

Em agosto de 1986 tratei, na imprensa, desse assunto, mostrando que vem sendo cada vez mais descendente, no Brasil, a curva da natalidade. Alegro-me com o zelo patriótico, em resguardar nossa Nação da miséria que destrói milhões de seus filhos e nos envergonha. O caminho certo não é o que vem sendo amplamente divulgado: reduzir os filhos dos pobres.

Cabe aos pais, e não ao Estado decidir sobre o número de filhos, preservando-se os valores morais, fundamento da sociedade sadia. Caminha ao revés da História o Estado que substitui o amparo às famílias pelo custeio de ligadura de trompas, a vasectomia, a distribuição de pílulas anticoncepcionais, o amparo ao aborto e o combate à vida.

Há poucas semanas, em uma entrevista sobre esse assunto, a Igreja foi taxada de hipócrita. Não! Ela procura ser simplesmente fiel à doutrina que recebeu de Jesus Cristo.

O fantasma da explosão demográfica, nos anos 50 e 60, apresentava o aumento populacional como grave ameaça à economia e até à sobrevivência da espécie humana. Afirmava ser um perigo iminente. Havia previsões aterradoras no fim dos anos 60. Houve quem declarasse perdida a batalha para alimentar a Humanidade e que milhões de pessoas morreriam a seguir. Na obra intitulada “The Population Explosion”, Paul Erich e sua esposa Anne, mais recentemente, ainda insistiam nos mesmos prognósticos sombrios. Essas e outras afirmações terrificantes serviriam de base – falsa – a uma série de conclusões errôneas. Elas podem ser resumidas na tese elaborada, em 1969, por Garret Hardin (“O desumano de um bom coração”), que propugnava uma planificação familiar obrigatória, mesmo nos Estados Unidos. Defendia a tese espantosa segundo a qual enviar comida aos famintos era algo prejudicial e que “as bombas atômicas seriam mais caridosas”.

Essas idéias tiveram influência em nosso meio. Paira, entretanto, silêncio sobre as conseqüências desta política, ou seja: o envelhecimento populacional e seus resultados negativos. Em um país como o Brasil, com imensas áreas despovoadas, as conseqüências assumem maior dramaticidade. Muitos atribuem as causas da nossa miséria ao número de filhos. Quantas vezes surgem ataques injustos à Igreja, acusando-a de responsável pela existência dos meninos de rua e pela miséria em tantas faixas etárias da população ... No entanto, a doutrina católica não ensina uma paternidade irresponsável. Fiel aos princípios morais do respeito à vida e aos objetivos do casamento, ela se opõe ao uso de processos artificiais para reduzir a natalidade. Aceita, contudo, os métodos naturais, também eficazes e sem efeitos colaterais.

Revelam inteligência os dirigentes que aprendem as lições da História e buscam soluções válidas para os problemas, independentemente da pressão da opinião pública quando contrária aos valores evangélicos. Todos somos unânimes no combate à pobreza e na responsabilidade dos pais no tocante à educação dos seus filhos. Esse dever precisa contar com a ajuda da autoridade civil, o que não significa o controle da prole pelo Estado, mas o apoio ao direito da Família ser assistida.

“Brasileiro está mais velho e tem cada vez menos filhos” é o título dado por um respeitado órgão da imprensa em um estudo sobre a situação demográfica no Brasil. Causou-me surpresa o recente retorno à campanha contra a natalidade, a pretexto de apoiar o progresso do país. Os responsáveis pela fome não são os filhos dos menos favorecidos de bens materiais, mas o egoísmo na distribuição de renda nacional que beneficia uma minoria, não atendendo aos necessitados. A Igreja não estimula a natalidade, mas simplesmente enfatiza que compete aos pais, e não ao governo, decidir sobre o número de filhos, utilizando os métodos naturais que devidamente empregados, são eficazes. Assim nos ensina Paulo VI na encíclica “Populorum Progressio”: “A verdadeira solução encontra-se somente no progresso econômico e social que respeite e fomente genuínos valores humanos individuais e sociais” (nºs 48 e 55). E Bento XVI, no dia de Finados, “pede intervenções e leis adequadas que amparem as famílias numerosas que constituem uma riqueza e uma esperança, pois País ... sem filhos é País sem futuro”.



@Nessuna@
00domenica 19 marzo 2006 18:31
A dúbia ética das células-tronco embrionárias


ROMA, sexta-feira, 5 de março de 2006 (ZENIT.org).- Publicamos a seguir a intervenção da doutora Claudia Navarini, docente da Faculdade de Bioética do Ateneu Pontifício Regina Apostolorum.



* * *



A importância assumida pela bioética nas últimas décadas é o sinal de uma profunda necessidade dos indivíduos, das instituições e da sociedade, cujos paradigmas costumam balançar de frente às sempre mais surpreendentes possibilidades oferecidas pela tecnologia.

Contudo, a gigantesca pressão cultural e midiática por uma amoralidade ao serviço de qualquer desejo transformado em «direito», tal desejo se impõe e vem articulado por aquelas forças sensíveis à idéia de verdade e de bem que pelas suas características não correm o risco de ser sufocadas com facilidade. Conscientes disto, os que sustentam a ideologia científica buscam fazer-se escudo de ética alternativa, que asseguram as instituições e os cidadãos escondendo os últimos êxitos das falsas premissas pelas quais movem em vista de seus objetivos.

No campo das novas tecnologias, esta necessidade de ética se torna crucial, dados as pesadas implicações pela vida cotidiana. Basta pensar na procriação assistida ou na biotecnologia como a clonagem dos órgãos, ou os métodos de diagnósticos pré-natal e pré-implantatórios. Iguais tecnologias desfecham um enorme poder sobre a vida humana, que resta dramaticamente ameaçada. A bioética, no fundo, nasce justamente da exigência de individualizar regras de comportamento na ciência e na medicina, sob o estímulo do desenvolvimento tecnológico (cf. V. R. Potter, Bioetica. Ponto verso il futuro [1971], Messina, 2000).

Para que as regras tenham um sentido, todavia, ocorre um fundamento mais seguro do que o mero acordo entre diversas vontades, ou da honestidade procedimental. Ocorre, isto é, uma ética fundada sobre princípios e valores compartilhados enquanto universais, ou próprios da natureza do homem e a este acessíveis. A ética entendida como simples acordo ou como honestidade formal é uma ética dúbia, uma aparência de ética que se pode confundir com a lei moral só porque, a certo ponto, disse que qualquer coisa se faz e outra coisa não se faz, ainda que por pura conveniência, ou por compromisso, ou por ideologia, ou perseguindo a perfeições do mecanismo.

O resultado é que o mundo deixa de conhecer a moral, a verdadeira, mas freqüentemente a resposta a tal desejo profundo é a oferta de uma ética aparente, flutuante no espaço das opiniões. Assim o debate atual sobre o tema das células-tronco embrionárias considera ultimamente o estatuto do embrião humano, a dignidade de todos os homens, o direito à vida em qualquer idade e em qualquer condição (cf. C. Navarini, Staminali embrionali: criteri etici, fatti scientifici e desideri ideologiciZENIT, 3 de julho de 2005). A comunidade científica, ao contrário, alimenta-nos com banais instruções para o uso. E as chama «código ético».

«Você quer ética?» --costumam dizer-- «eis aqui, em 19 pontos». Tantos são os «princípios» contidos em um documento difundido em 24 de fevereiro de 2006 pelo Grupo de Hixton, um grupo de estudiosos de todo o mundo que conseguiu para a humanidade um acordo sobre células-tronco, e o mostrou triunfalmente ao mundo como precioso ditado para a ética da pesquisa (The Hinxton Group, An International Consortium on Stem Cells, Ethics and Law, 24 de fevereiro de 2006).

O grupo é formado por cientistas, filósofos, bioeticistas, juristas, médicos, editores científicos. Preponderante é a presença americana (sobretudo da John Hopkins University, que se encontra entre as entidades fundadoras) e britânica; há uma discreta representação chinesa, alguns japoneses, um indiano, um canadense, um alemão e um belga. Entre os editores de revistas científicas, aparecem representantes de Nature, Science, HUman Reproduction.

O objetivo do documento revela-se nas primeiras linhas da introdução, que indica a fundamental razão «ética» de promover a pesquisa com as células-tronco embrionárias: ampliar os conhecimentos de embriologia, dos quais pode seguir a descoberta de novos tratamentos terapêuticos.

Portanto, confirma-se a idéia de frente à qual muita gente comum fica escandalizada, mas que no mundo científico é absolutamente acreditada, e, isto é, que a destruição de embriões humanos para obter células-tronco possa também servir unicamente ao fim cognitivo, e não primariamente para curar «milhões de doenças», como sempre estamos ouvindo repetir.

O modo «eticamente lícito» de fazer pesquisa com as células-tronco, segundo a declaração, consiste essencialmente em limitar as restrições legais para os pesquisadores, e no equilibrar «sabiamente» os riscos e os benefícios, tendo em conta o consenso e os conflitos de interesses.

Enquanto chega ao segundo ponto, o documento afirma que «a pesquisa com as células-tronco deve buscar minimizar os danos, e todos os riscos devem ser medidos na totalidade dos benefícios esperados» (n. 1); exorta pois a tutelar em todo modo os doadores de células e tecidos, mas de tais sujeitos está surpreendentemente excluído o doador principal, ou seja, o embrião produzido in vitro para obter células-tronco.

Tal instância é retomada nos n. 11 e 13, onde se convida a comunidade científica a prosseguir na elaboração de linhas-guia em tais setores, seguindo os critérios internacionais para a pesquisa que envolve sujeitos humanos. Dados critérios, explicitados pela Associação Médica Mundial na Declaração de Helsinki (http://www.wma.net/e/policy/b3.htm) de 1964 e sucessivas emendas (a última modificação é de 2004), comportam --entre outras coisas-- que toda pesquisa clínica respeite o «direito do sujeito da pesquisa de salvaguardar a sua integridade». Com tal finalidade, «toda precaução deve ser tomada para respeitar a privacidade do indivíduo e para minimizar o impacto do estudo sobre sua integridade física e mental e sobre sua personalidade», independentemente do fato de que o consenso seja dado ou não (art. 21). A formulação originária do documento esclarecia, por outro lado, que a «salvaguarda dos interesses do homem objeto da pesquisa devem sempre prevalecer sobre os interesses da ciência e da sociedade» (art. 14). Agora, o art. 10 indica como o médico deve proteger a vida («life»), a saúde («health»), a privacy e a dignidade («dignity») do sujeito humano.

Nenhuma de tais indicações, pelo menos segundo o Grupo de Hinxton, costuma ter o embrião, que no curso da declaração é constantemente chamado material humano (n. 1, 11, 16). Para dizer a verdade, o ponto 16 (que trata das questões agora abertas) reconhece que onde se «considerem os doadores de material humano como seres humanos» --e aqui não pode se referir aos embriões-- ocorrerá seguir a norma da pesquisa sobre sujeitos humanos. E, todavia, se apressa a esclarecer que «os novos desafios éticos que aparecem no horizonte da pesquisa com as células-tronco não podem ser enfrentados adequadamente com os códigos éticos e as práticas existentes» (n. 16).

O fato é que o texto do Grupo de Hixton não leva minimamente em consideração a natureza e a dignidade do embrião humano. Ruth Faden, membro do grupo e diretora executiva do Phoebe R. Barman Bioethics Institute da Hopkins University, afirmou claramente que o documento considera somente «pessoas humanas nascidas e identificáveis» (R. Weiss, Universal Stem Cell Principles Proposed. Rules Would Guide Research Efforts, “The Washington Post”, 2 de março de 2006).

E ainda são justamente tantos conhecimentos da biologia a confirmarem a humanidade indiscutível do embrião humano já no primeiro instante de sua vida física, constituindo um basilar dado de partida para qualquer consideração ética sobre o ponto (cf. C. Navarini, Procreazione assistita? Le sfide culturali: difesa umana o selezione della vita, Portalupi Editore, Casale Monferrato 2005).

Justamente desenvolvendo as conseqüências de tal dado, a Pontifícia Academia para a Vida, durante a XII Assembléia Geral e o Congresso Internacional sobre «O embrião humano na fase da pré-implantação: aspectos científicos e considerações bioéticas» (Vaticano, 27-28 de fevereiro de 2006), debateu os fundamentais de quais goza todo neoconcepto, entre os quais o direito à vida, à integridade física, à cura, à privacidade.

A este propósito, o neonatólogo Carlo Valério Bellieni precisou que a intromissão no patrimônio cromossômico embrio-fetal, consentida pelos diagnósticos pré-natais e pré-implatatórios, prefigura «uma intromissão na privacidade do indivíduo, em particular agora que se vão buscar as doenças não letais e talvez com início adiado».

De fronte a um diagnóstico feito não para curar, mas para eliminar os embriões doentes --ou talvez só mais imperfeitos que os outros-- põe-se de fato uma importante questão ética: «é direito dos genitores saber tudo do filho quando este ‘saber tudo’ não vai ao encontro dos interesses do próprio filho?». E depois: «qual é o ‘sentir’ da criança nascida no atual estado de possibilidade seletiva», sobrevivente a um processo de escolha que talvez tenha causado a eliminação de variados irmãos e irmãs? Diz Bellieni: «creio que o âmago da questão esteja no medo da vida ‘inesperada’. Que o filho ‘indesejado’ se torne ‘indesejável’, que já exista uma verdadeira handifobia» (cf. C. V. Bellieni (ed.), La risorsa Down. Uno sguardo positivo sulla disabilità, presentazione di Eugenia Roccella, Società Editrice Fiorentina, Firenze 2005).

Se é reconhecido --coerentemente-- ao embrião humana toda a dignidade e os direitos dos outros homens, daí já não indignarão mais tanto as odiadas palavras de Jean-Marie Le Méné, presidente da Fundação Lejeune e membro da Pontifícia Academia para a Vida, que no curso da mesa-redonda de 28 de fevereiro (durante o congresso) falou de «cumplicidade de homicídio para quem votar a favor de um candidato que não respeita o embrião». Por quanto uma afirmação drástica assim possa perturbar, e admitir algumas exceções --por exemplo quando nenhum candidato está a favor do embrião--, torna-se verdadeiro e justo, realmente óbvio, que os legisladores têm uma grave responsabilidade ética, e que as leis não podem estar de fora, ou acima, da moral.

A declaração do Grupo de Hinxton, ao contrário, impede as leis de «regular a ciência»: as leis devem ser «flexíveis», de modo a adequarem-se rapidamente ao progresso científico (n. 2). Os médicos e os pesquisadores «têm o direito de saber, através de leis claras e explícitas, o que não é permitido na pesquisa», de modo a poder ater às regras (n. 3). Todavia, as leis não devem impedir os estudiosos de conduzir suas próprias pesquisas sobre células-tronco no exterior, onde vigoram normativas mais permissivas (n. 4-5).

Em outras palavras, também o direito anda vazio para qualquer que seja a norma que atinja a uma lei natural universalmente válida, para limitar-se a uma honestidade procedimental, a imagem e semelhança de uma ciência mais desligada da relação com os valores morais, com as suspiradas aplicações terapêuticas, e, portanto, com a vida e a saúde.

Surge uma ciência tirânica e voltada a si mesma, a qual dar alguns princípios de qualidade (verificabilidade dos dados, bibliografia acurada, internacionalização dos resultados), mas nenhum real limite e sobretudo nenhuma condição. Nesta perspectiva, não é boa a pesquisa que prossegue com métodos lícitos e que é finalizada ao bem --talvez a uma nova cura-- mas a pesquisa que escancara sempre novos horizontes de conhecimento, de ávida satisfação intelectual, de sutil poder sobre leis da natureza. Custe o que custar. É visto, de fato, que um dos slogans preferidos pelos propositores da pseudo-ética é aquela frase famosa de Lênin, mas atribuída a Hegel: «se os fatos desmentirem a teoria, tanto pior para os fatos».

[Texto originalmente publicado em Zenit italiano no dia 5 de março de 2006, na seção Bioética. Traduzido por Zenit]
@Nessuna@
00mercoledì 22 marzo 2006 07:01
@Nessuna@
00martedì 28 marzo 2006 06:44

Autor: Consejos pontificios para la Salud, Emigrantes y Familia
Santa Sede critica ´salud reproductiva´ de la ONU
Es una respuesta de la Santa Sede al documento sobre "salud reproductiva" a los refugiados propuesto por la ONU.


Santa Sede critica ´salud reproductiva´ de la ONU

La Santa Sede critica el Manual ONU de «salud reproductiva» para refugiados

La Santa Sede anunció este jueves la publicación de un documento en el que denuncia la imposición de la así llamada «salud reproductiva» a los refugiados por parte de algunas agencias de las Naciones Unidas a través de un Manual operativo.

El texto, que lleva por título «La salud reproductiva de los refugiados- Una nota para las Conferencias Episcopales», es firmado por los
Consejos Pontificios para la Pastoral de la Salud, para los Emigrantes e Itinerantes, y la Familia.

«El objetivo del estudio -explica un comunicado difundido este jueves por la Sala de Prensa del Vaticano- es analizar el "Inter-Agency Field
Manual on Reproductive Health in Refugee Situations", un libro práctico sobre las modalidades de asistencia a los refugiados en el ámbito de la así llamada "salud reproductiva"».

El documento fue publicado en 1999 por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en colaboración con la
Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones para la Población (UNFPA) y algunas organizaciones no gubernamentales.

La preocupación fundamental de la Iglesia Católica es el intento del Manual de la ONU de promover junto a la «salud reproductiva» la «libertad individual, olvidando los correspondientes deberes ya sea individuales o sociales».

«Esto ha creado una confusión moral e intelectual en la opinión pública y es causa de iniciativas que proponen la limitación de los nacimientos, el concepto de irresponsabilidad en las relaciones sexuales e incluso el aborto», aclara la Nota vaticana.

Frente a esta concepción que define «concepción utilitarista y neomaltusiana» de la persona, la Santa Sede propone «el camino del amor,del respeto, de la protección de los refugiados en sus derechos -entre los que se encuentra el inalienable derecho a la vida-, como razón profunda del compromiso de los agentes pastorales al servicio de la vida y de la condición de los refugiados».

En particular, el documento vaticano constata que el Manual de las agencias de la ONU propone «sin reservas» la «píldora del día después» a la que presenta como «anticoncepción de emergencia», cuando en realidad se trata de una sustancia abortiva.

«Incluso la esterilización es presentada como simple "anticoncepción"», constata el comunicado de prensa con el que se ha presentado el documento vaticano.

«Por último --explica--, el Manual acepta la separación entre sexualidad y procreación a través de la promoción de una "actitud sin prejuicios" sobre las relaciones extramatrimoniales, así como homosexuales».

En respuesta al Manual de la ONU, la Nota de la Santa Sede pide a los obispos de todo el mundo que «estén más atentos a los programas de
información sobre la "salud reproductiva"» especialmente en las propuestas que hace a los adolescentes.

La respuesta al mismo, concluye, debe ser el anuncio del amor cristiano en plenitud, y no «el placer sexual individualista e irresponsable».


@Nessuna@
00sabato 1 aprile 2006 01:16
Episcopado español condena ley de reproducción humana asistida


MADRID, 31 Mar. 06 (ACI).- Al concluir su 86° Asamblea Plenaria, la Conferencia Episcopal Española (CEE) emitió ayer jueves un documento en el que condena la ley de reproducción humana asistida (LRHA), que promueve la clonación y la manipulación genética de seres humanos en el país ibérico.

En un texto titulado “Algunas orientaciones sobre la ilicitud de la reproducción humana artificial y sobre las prácticas injustas autorizadas por la ley que la regulará en España” y presentado por el vocero de la CEE, P. Juan Antonio Martinez Camino, los prelados señalan que “la producción de seres humanos en los laboratorios es una práctica que choca con la dignidad de la persona y que trae consigo numerosos abusos y atentados contra las vidas humanas incipientes, es decir, contra los hijos”.

Al respecto, el Presidente de la CEE y Obispo de Bilbao, Mons. Ricardo Blázquez, recordó el carácter sagrado e inviolable de la vida humana desde la concepción hasta la muerte, alabó los avances de la ciencia y de la técnica y exigió que “lo científica y técnicamente posible” se atenga también “a la ética que respete la dignidad humana”.

Los prelados españoles explican en sus orientaciones que “la persona es siempre sujeto, fin en sí mismo, y nunca objeto o medio para otro fin. A diferencia de las cosas, las personas no valen más unas que otras, porque el valor de cada una de ellas es, en cierto sentido, absoluto. Las personas, por tanto, no deben ser tratadas nunca como objetos de cálculo o como puros medios para algo” “La dignidad del ser humano exige que los niños no sean producidos, sino procreados”, destacan.

En relación al embrión, los obispos señalan que “es un individuo humano diverso de cualquier otro. Los gametos de la mujer y del varón son células de sus organismos respectivos. Pero cuando un gameto masculino y un gameto femenino se unen, en la fecundación, dando lugar al embrión, aparece una realidad distinta del organismo del padre y de la madre que constituye ya un organismo diverso, es decir, un nuevo cuerpo humano incipiente. Y donde hay un cuerpo humano vivo, hay persona humana, y, por tanto, dignidad humana inviolable”.

Con la afirmación anterior, la CEE busca que quede claro la manipulación e imposición del término “preembrión” que aparece en la LHRA, ya que, según está, “es un embrión de menos de catorce días. Pero ¿significa ese límite temporal que el embrión sería durante ese tiempo primero algo realmente previo a él mismo, como parece sugerirse con poca fortuna en esta definición? En realidad no hay base científica ni filosófica para poder afirmarlo”, destacan.

Luego de afirmar que la LHRA no pone límite eficaz alguno a la producción de embriones en los laboratorios, el Episcopado español asegura que con esto ”se facilita una salida falsa al problema” dado que se permite “la utilización de los embriones congelados para fines de investigación e incluso industriales”. “En definitiva: el embrión es considerado como un mero material biológico, un mero agregado de células sin dignidad humana”, precisan.

“Sólo los (embriones) eventualmente sanos son transferidos o congelados. Es decir, que se selecciona a los enfermos para la muerte y a los sanos para la vida o la congelación: eugenesia”, agregan los prelados y subrayan las nuevas formas de esta práctica como la “producción” de “bebés-medicamento”, es decir, “conseguir un niño que pueda actuar como “donante” compatible para curar a otro hermano suyo enfermo”.

“Será la anunciada Ley de Investigación Biomédica la que, al parecer, permitirá expresamente la clonación terapéutica y entonces, quiérase o no, se habrá dado el tercer paso y se habrá abierto la puerta también a la clonación reproductiva”, advierten luego los obispos españoles.

Para leer el documento completo de la CEE puede acceder a la página web:

www.conferenciaepiscopal.es/documentos/Conferencia/reproduc...
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00domenica 2 aprile 2006 02:47
Benedicto XVI: ”El ser humano jamás puede ser sacrificado a los éxitos de la ciencia y de la técnica”.

1 de Abril (RADIO VATICANO/VIS) - Esta mañana, en la Sala Clementina del Palacio Vaticano, el Papa Benedicto XVI recibió en Audiencia a los participantes en el Seminario promovido por la Congregación para la Educación Católica (de los Seminarios y de los Institutos de estudios), sobre e tema: “El Patrimonio Cultural y los valores de las Universidades Europeas, como base a la atracción del Espacio Europeo de Instrucción Superior”.

El encuentro ha sido organizado en colaboración con la Conferencia de Rectores de las Pontificias Universidades, con la Pontificia Academia de las Ciencias, con la UNESCO-CEPES, con el Consejo de Europa y con el patrocinio de la Comisión Europea. Han participado en este seminario miembros procedentes de 50 países encabezados esta mañana por el Cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica.

El Santo Padre les dirigió un discurso:

"Señor Cardenal,
Venerados hermanos en el Epicospado y en el Presbiterado,
Ilustres Señores y Gentiles Señoras:

“El hombre es una obra de arte de la creación”, ha recordado el Papa, ilustrando los puntos firmes de la visión cristina, en una fase en la cual es “fundamental” la cuestión antropológica. El Pontífice ha manifestado al mundo académico que toda realidad cultural tiene un pasado y un futuro hecho de proyectos, y que “se trata, por tanto, de esclarecer cuál es la concepción del hombre que está en la base de los nuevos proyectos”.

“Es justo que os preguntéis al servicio de qué hombre, de qué imagen de hombre, debe estar la universidad: de un individuo cerrado en defensa de sus intereses, de una sola perspectiva de intereses, de una perspectiva materialista o de una persona abierta a la solidaridad con los demás, en la búsqueda de un verdadero sentido de la existencia, que debe tener un sentido común que trascienda a la propia persona”.

Otro punto esencial sobre el que ha reflexionado S.S. Benedicto XVI ha sido el de preguntarse “cuál es la relación que existe entre la persona humana, la ciencia y la técnica”. Y a este respecto el Papa ha denunciado graves riesgos: “el desarrollo tecnológico, -ha dicho- gracias a la informática ha ocupado una parte importante de nuestra actividad mental, con consecuencias que afectan nuestra manera de pensar y pueden condicionar nuestra misma libertad. Es menester afirmar con fuerza que el ser humano jamás pueda ser sacrificado a la ciencia y a la técnica”. Esta es la cuestión antropológica ante la que hay que hacer valer la riqueza del patrimonio de las Universidades europeas:

“Para nosotros, herederos de la tradición humanista fundada en los valores cristianos, la cuestión va afrontada a la luz de los principios que han inspirado nuestra civilización, que han encontrado en las universidades europeas auténticos laboratorios de investigación y de profundización”.

El Papa Benedicto XVI ha terminado su discurso manifestando el papel que debe tener el proyecto de Universidad para el futuro: “ayudar a Europa a conservar su alma revitalizando las raíces cristianas que la han originado”. De la concepción bíblica sobre el hombre Europa ha sacado lo mejor de su cultura humanista y ha promovido la dignidad de la persona, fuente de derechos inalienables. “Pero el hombre no puede comprenderse asimismo de manera plena si prescinde de Dios”, ha afirmado el Papa.

Es esta “la razón por la que no se debe abandonar nunca la dimensión religiosa de la existencia humana y menos en un momento en que se está construyendo la Europa del tercer milenio”.

"Ilustres Señores y gentiles Señoras, es una fecunda labor la que desarrollan y los esfuerzos que despliegan en favor de tantos jóvenes en los cuales descansa la esperanza de Europa. Acompaño este auspicio con la seguridad de una particular oración para cada uno de vosotros, implorando para todos la bendición divina", concluyó.
@Nessuna@
00domenica 2 aprile 2006 21:00
«A ciência não está em contradição com a fé»

Entrevista com o Prof. Dalton Luiz de Paula Ramos

SÃO PAULO, sexta-feira, 31 de março de 2006 (ZENIT.org).- «Você não precisa ser um crente para reconhecer o valor da vida humana. Você precisa ser, no mínimo, honesto, isto é, honesto com a realidade», diz o Prof. Dalton Luiz de Paula Ramos.

Em entrevista concedida ao jornalista Hermes Rodrigues Nery, que será incluída no livro “A Causa da Vida”, o Prof. Dalton Ramos --Livre-Docente, Professor de Bioética da Faculdade de Odontologia da Universidade de São Paulo-- aborda temas de bioética.

O Prof. Dalton Ramos atualmente é membro do Núcleo Fé e Cultura da Pontifícia Universidade Católica de São Paulo, membro da equipe de assessores da CNBB (Conferência Nacional dos Bispos do Brasil) para assuntos de bioética e membro da Comissão Nacional de Ética em Pesquisa, do Ministério da Saúde. Desde 2003 é membro correspondente da Pontifícia Academia Para a Vida.

--Como podemos conceituar a pessoa humana? O que é que nos torna efetivamente seres dotados de “humanidade”?

--Prof. Dalton Ramos: É importante destacar que ao nos referirmos ao tema da “pessoa humana” não estamos abordando um objeto externo. Estamos nos referindo a algo que conhecemos das nossas experiências elementares. Estamos falando do “EU”. Cada um de nós, em menor grau (como é o caso das crianças que ainda não acumularam experiências de vida) ou em maior grau (como o adulto que já muito viveu e experimentou) pode falar alguma coisa sobre o que é a pessoa humana.

É também verdade que esta pessoa que eu conheço, este “EU”, posso não saber explicar. “Sei” o que “sou”; nem sempre entendo tudo deste “EU”. Mas o que importa aqui para nós nesta breve reflexão é reconhecer que quando falamos da pessoa humana estamos falando de “algo” que eu reconheço como um corpo físico que eu posso pesar, medir, examinar com base em conhecimentos médicos, corpo este dotado de uma dimensão psicológica que envolve meus temperamentos, que se soma a uma dimensão social e, por último porém não menos importante, a uma dimensão ESPIRITUAL.

A pessoa humana é uma unidade, ou unicidade, de corpo e espírito. Diferentes doutrinas religiosas, e em particular a católica, insistem neste fato.

A doutrina católica nos ensina que ao se infundir neste corpo, uma alma adquiriu-se uma dignidade de filho de Deus. Esta pessoa vale por aquilo que é; merece respeito pelo simples fato de existir. E este valor, esta dignidade não deixa de existir pelas escolhas – certas ou erradas – que esta pessoa faça. A pessoa humana vale por aquilo que é e não pelas escolhas que faz.

Sua humanidade vem a ser esta sua dignidade e valor que interage com estas dimensões corpórea, psicológica, social e espiritual.

--A pessoalidade só existe na dimensão relacional com o outro, o meu próximo, e também com o meu entorno. (“Eu sou eu e minha circunstância – Ortega Y Gasset). No entanto, esta relação se constrói em meio a grandes conflitos, segundo a fé cristã, em decorrência do pecado, que nos torna deficientes morais. Realizar-se como pessoa humana é suprir estas deficiências, seja pela graça de Deus (que é misericórdia), seja também pelo empenho em afirmar a vida, onde ela não é plena, com atitudes edificantes, de solidariedade para com o próximo. Em nosso tempo histórico de relativismo moral e cultural, onde as pessoas perderam o sentido de pecado, e até de Deus, como é possível a realização da pessoa humana?

--Prof. Dalton Ramos: Vivendo na companhia, na realidade eclesial ao qual fomos consignados que, se é verdadeiramente expressão da Igreja fundada por Cristo, representa um caminho eficaz na retomada deste sentido, independentemente da situação humana em que nos encontremos. Digo isto pensando como determinadas pessoas, mesmo vivendo situações ultraprecárias até de saúde física podem continuar sendo um sinal de fé e de esperança, de sentido e de significado da vida. Quem não lembra do papa João Paulo II na janela de seus aposentos pouco dias antes de morrer, desfigurado, sem conseguir falar, mas transmitindo-nos uma certeza, uma esperança, um carinho. Como foi possível a ele tamanha façanha? Todos sabem esta resposta: é só ver o testemunho deste papa e de como ele viveu a sua fé. E a sua vida adquiriu um significado novo, um novo sabor.

--Compreender o mistério da fé católica, que dá um pleno sentido de vida, é não perder de vista o significado e o conceito de pessoa humana. A dimensão da pessoalidade é chave fundamental para o entendimento e a aceitação daquilo que a Igreja anuncia como valor de vida. A crise da pessoalidade é a crise da própria humanidade. Se pudéssemos mensurar esta grave situação, qual é hoje a dimensão da crise? Vivemos já um tempo de pós-humanidade?

--Prof. Dalton Ramos: Com certeza, este nosso tempo, que você chama de “pós-humanidade”, em muito se caracteriza por uma crise de sentido decorrente de uma falta de se reconhecer algo definitivo, estável, que prescinda da diversidade das culturas e das sociedades e que existe na pessoa humana algo de intangível, de imutável, de sagrado, que deve ser respeitado. Na nossa época não se reconhece nada como definitivo. Já se disse que vivemos na era do descartável: copo descartável, rato descartável. E a partir daí as relações humanas também adquirem a mesma conotação: namorado ou namorada “descartável”, por exemplo, isto é, eu uso e depois jogo fora ou “deixo pra lá”. Não é assim com as relações afetivas? Usei a palavra namoro, que também nem mais se fala, pois se diz “ficar”, o que caracteriza um tipo de relação transitória que agora existe e daqui a pouquinho não vai existir mais.

Este “não se reconhecer nada como definitivo” caracteriza o que S.S. o Papa Bento XVI chama de Ditadura do Relativismo. Entendo que o papa empregou a palavra “ditadura” justamente para frisar que se trata de uma mentalidade, um poder, uma força que se impões a nós, à nossa liberdade, tal como as “ditaduras” políticas que nós conhecemos na História.

Só que a origem desse poder ou força (que o papa João Paulo II chamou de “ideologias do mal” – como vemos em seu último livro “Memória e Identidade”), não é, no caso, militar ou política. Trata-se da imposição de uma forma de pensar, isto é, de uma mentalidade. Somos bombardeados todos os dias por mensagens – e aí tem o mau uso da televisão e da mídia em geral – ao querer que nós acreditemos que o correto é, por exemplo, entender a liberdade como “independência” sem responsabilidade, ou ainda que o que vale a pena é a busca desenfreada por prazer, custe o que custar.

Veja que, ao criticar estas posturas individualistas e hedonistas, não queremos comprometer o desejo de liberdade e de felicidade, que são justos e legítimos. Estas ideologias (individualismo e hedonismo) são exacerbações de desejos verdadeiros assumindo dimensões doentias. O problema é que quem se posiciona como crítico destas posturas exacerbadas é tachado, como “politicamente incorreto”, “conservador”, etc. Rótulos como este são expressões daquela força que se impõe ditatorialmente.

E aí, vale o relativismo onde a única medida é o próprio eu e suas vontades...

Como vencer isso? Retomando, reafirmando, anunciando que existe sim UM fundamento, ponto de referência para tudo. Na doutrina católica este fundamento é CRISTO, que se revelou para nós para nos explicar, isto é, revelar quem somos: pessoa humana, filho de Deus, unidade corpo/alma/espírito.

--A concepção de pessoalidade oferecida pela fé católica difere de conceitos e conclusões difundidas por outras culturas e pensamentos filosóficos através da história. Os judeus desconheciam uma visão ôntica integral da pessoalidade. Em hebraico, não há palavra que expresse o conceito de pessoa. Os cristãos tiveram a percepção de que a pessoa não se esgota na individualidade. Júlian Marías associa também a crise da pessoalidade com a crise do cristianismo, por isso vivemos hoje uma realidade tão explicitamente anticristã e, portanto, tão des-pessoalizada. Esta des-pessoalização também está ligada à dessacralização da vida. Daí não se respeita mais o outro, nem a natureza, nem mesmo a si próprio. Prevalece o imediatismo, a lógica reducionista do utilitarismo, onde todos tentam tirar vantagens uns dos outros, num salve-se quem puder do individualismo pragmático. Dessacralizadas as relações (inclusive em família), não há como a pessoa humana encontrar meios de sua plena realização. E então, o que fazer?

--Prof. Dalton Ramos: Temos, como já disse, de retomar o fundamento. Trazendo a questão para meu campo de atuação, que é a Bioética. Muito da desumanização das relações assistenciais (isto é, a perda de qualidade na relação profissional/paciente no campo da assistência à Saúde), se deve a um conceito de pessoa humana que se perdeu no tempo. De pessoa passou-se a doente, isto é, um corpo com uma manifestação de doença. Em muitas situações, isso se deve a uma certa visão de pessoa fragmentada que o próprio método científico favoreceu. Nesta nova lógica, a pessoa é como se fosse um estômago + um rim + um fígado etc. Como não temos, e ninguém tem, condições de entender tudo a respeito do rim, do fígado, do estômago, etc; um fica responsável de estudar o estômago, outro o rim e por aí afora. E na hora da doença, quem estudou o estômago, vai tratar só do estômago, só vê o estomago doente e tem dificuldade de ver que aquele estômago, que dói, está em um corpo espiritualizado, está numa pessoa que, por acaso, está doente, por isso fragilizada.

--O aborto se insere no contexto da despessoalização, descristianização, dessacralização e desumanização dos dias atuais. Não se aceita, por exemplo, que o feto humano seja vida em potência, que precisa ser salvaguardada, em respeito ao direito que esta vida tem ao seu desenvolvimento como pessoa que almeja ter uma história, a ser alguém com valor moral. O que fazer para convencer os que não reconhecem a sacralidade do embrião humano ao seu direito à vida?

--Prof. Dalton Ramos: Você não precisa ser um crente para reconhecer o valor da vida humana. Você precisa ser, no mínimo, honesto, isto é, honesto com a realidade. O que quero dizer com isso? Uma pessoa que consiga ser realista a ponto de não desconsiderar nenhum aspecto da realidade (e é isso que chamo de honestidade), vai olhar para a situação da mulher grávida, do feto que está sendo gerado, das outras pessoas no entorno desta mulher etc. Vai olhar para esta mulher na sua mais plena vocação enquanto pessoa humana, não deixando de reconhecer também os problemas e os desafios gerados por uma gravidez indesejada, por exemplo. Vai olhar para o que a ciência (produzida por cientistas honestos!) nos fala sobre o embrião e o feto humano e a sua complexidade biológica enquanto vida humana. Vai olhar para o que já se sabe das seqüelas físicas, biológicas, psicológicas e sociais geradas pelo aborto provocado. Se fizer isso honestamente, independentemente de ser um crente ou não, só pode chegar a uma conclusão: o aborto provocado é um crime hediondo.

--Não há consenso entre os estudiosos de bioética. Uns estão impregnados de secularismo até a medula (céticos e não transcedentes), outros encontram nos valores religiosos o suporte e a argumentação válida para assegurar o direito à vida. A maioria das pessoas está condicionada pelo relativismo, ao não saber ao que se ater, algumas outras se fixam nas interpretações ao pé da letra e se enrijecem no fanatismo. É possível o diálogo construtivo para se chegar ao consenso da ética efetivamente solidária, de afirmação da vida como bem universal e de todos?

--Prof. Dalton Ramos: Claro que é possível. É verdade que pode existir um fundamentalismo religioso, mas entendo que o pior fundamentalismo que hoje se manifesta é o “fundamentalismo laicista”: nada e ninguém que represente uma crença religiosa é digno de confiança. Como professor universitário que vivo entre homens da ciência, uma manifestação disso é aquela corrente que proclama que o cientista que declara sua fé não é um autêntico cientista, ou não seja alguém confiável. Como se fé e ciência pudessem ser coisas que eu separo, um “estômago” e um “fígado”, entende? Fazer um uso adequado da razão, aquilo que é pedido ao cientista, é não excluir nenhum dos elementos da realidade. Do contrário, ao excluirmos um dos elementos, não veremos o todo, e erraremos em nossas análises.

--A família de modelo cristão vai sobreviver em meio aos tempos convulsivos da pós-modernidade, onde outros modelos vão se impondo, com força; muitas vezes, em sentido contrário à lei natural e à ética cristã?

--Prof. Dalton Ramos: Espero que sim. Até porque, a família, a verdadeira família, se constitui naquele núcleo comunitário básico onde é possível cada pessoa se desenvolver com sua identidade e vocação.

--A pessoa humana não é apenas um design que se pode redesenhar e engenheirar, inclusive alterando a estrutura, a forma e a função dos órgãos que compõe o todo em sua constituição original. Ela é um todo integrado, em que a ação da técnica (por melhor que seja a intenção) pode significar uma intervenção artificial que fere o que há de mais importante na constituição da pessoa humana (aquilo que é a sua dignidade), tendo como conseqüências, sofrimentos e danos à sua integridade. Como vê as possibilidades biotecnológicas de reengenheirar o design humano para fins manipulatórios, e todas as demais possibilidades da biogenética? Para onde nos levará tudo isso?

--Prof. Dalton Ramos: As biotecnologias podem ser benéficas para o futuro da humanidade. Quantas conquistas, em medicina, por exemplo, nos possibilitam uma vida com qualidade.

Mas é também verdade que alguns recursos tecnológicos, erroneamente empregados, podem funcionar como instrumentos de destruição da vida.

Quando há pouco eu falava de cientistas “honestos”, pensava naqueles que, olhando para as conquistas da ciência contemporânea, se dão conta de que as descobertas científicas nos campos da biologia molecular e da genética só nos demonstram a complexidade de cada fase da vida humana. As mais recentes descobertas científicas só fazem demonstrar que não é verdade, por exemplo, que o embrião humano, já na etapa imediatamente após a fecundação, é uma coisa qualquer. Mesmo que a ciência não consiga explicar tudo o que acontece, as descobertas da ciência acabam por confirmar que o embrião humano tem uma identidade própria, que ele, mesmo nas suas primeiras etapas, é protagonista de processos biológicos, sendo dotado de uma autonomia que devemos respeitar, independentemente de nossas convicções religiosas. Insisto que é uma questão de ter, no mínimo, honestidade intelectual.

Neste sentido – e vejam que paradoxo com o discurso liberal, “cientificista” e “laicista” – as novas descobertas científicas só fazem comprovar o que muitos consideram “dogmas religiosos”: a ciência não está em contradição com a fé, pois a confirma.
@Nessuna@
00mercoledì 5 aprile 2006 02:04
Não se pode sacrificar o homem em nome da ciência e da técnica, afirma Bento XVI


CIDADE DO VATICANO, terça-feira, 4 de abril de 2006 (ZENIT.org).- Bento XVI voltou a lançar a voz para explicar que a grande tentação da civilização atualmente consiste em sacrificar o homem em nome da ciência e da técnica.

Ao dirigir-se esse sábado aos representantes de 42 países --ministros de educação, oficiais de governos, reitores de universidades da Europa, América e Ásia--, assim como a representantes de organizações européias e internacionais que participaram de um congresso no Vaticano, o Santo Padre constatou que «a questão fundamental hoje, como ontem, continua sendo a antropologia».

«O que é o homem? De onde vem? Aonde tem de ir? Como tem de ir? --perguntou--. Ou seja, trata-se de esclarecer qual é a concepção do homem que se encontra no fundamento dos novos projetos».

As pessoas que escutavam o Papa haviam participado de um congresso sobre a universidade hoje, organizado pela Congregação vaticana para a Educação Católica, ao qual foram convidados os países que aderiram ao «Processo de Bolonha», iniciativa promovida pelo Centro Europeu de Educação Universitária da Organização das Nações Unidas para a Educação, a Ciência e a Cultura (UNESCO-CEPES).

«Com razão vós vos perguntais: ao serviço de que homem, de que imagem do homem pretende estar a universidade --disse o Papa a seus hóspedes--, de um indivíduo fechado na defesa de seus interesses, ou da perspectiva materialista de interesses? Ou de uma pessoa aberta à solidariedade com os demais, na busca do autêntico sentido da existência?».

Estas perguntas, acrescentou, afetam hoje em dia a questão da «relação entre a pessoa humana, a ciência e a técnica».

«Se é verdade que nos séculos XIX e XX a técnica experimentou um crescimento surpreendente, ao início do século XXI tem dado passos ulteriores: o desenvolvimento tecnológico assumiu, graças à informática, inclusive uma parte de nossas atividades mentais, com conhecimentos que envolvem nossa maneira de pensar e que podem condicionar nossa própria liberdade».

Neste contexto, disse: «é necessário dizer com vigor que o ser humano não pode e não deve ser sacrificado nunca para os êxitos da ciência e da técnica».

«Este é o motivo pelo qual resulta tão importante a questão da assim chamada questão antropológica que, para nós, herdeiros da tradição humanística fundada nos valores cristãos, deve ser enfrentada à luz dos princípios inspiradores de nossa civilização», concluiu.
@Nessuna@
00venerdì 7 aprile 2006 07:48


Mensagem da CNBB ao Povo Bras. e Ciência e Ética a serviço da Vida



Mensagem da CNBB ao Povo Brasileiro

Ciência e Ética a Serviço da Vida
Mensagem da CNBB ao Povo Brasileiro


O Brasil, uma vez mais, está desafiado a combater a corrupção política que se nutre da impunidade. Ela é acobertada pela conivência, que se torna cumplicidade, usando as estruturas do poder público em benefício de interesses privados.


A apuração das recentes denúncias é imprescindível. Não pode ser esvaziada, sob qualquer pretexto. A corrupção consiste não apenas em delitos individuais, mas em práticas existentes em estruturas da sociedade, sobretudo no funcionamento do sistema político.


O poder econômico, a multiplicidade de partidos políticos sem programas definidos e a falta de fidelidade partidária fragilizam sempre mais o nobre sentido da Política e frustram o voto do eleitor. O atual sistema administrativo e eleitoral brasileiro favorece o clientelismo e a corrupção.


A responsabilização, a punição dos culpados bem como a restituição dos bens subtraídos não deverão, pois, relegar ao esquecimento o desafio maior: a reforma do Estado e do próprio sistema político.


Normas institucionais, por si mesmas, não são suficientes para frear os vícios exacerbados pela busca de poder. A sociedade, através de suas organizações, deve exercer o controle social, vigiando e cobrando a atuação dos poderes públicos.


Nesse sentido, um passo importante é a urgente regulamentação do Art. 14 da Constituição Federal sobre Plebiscito, Referendo e Iniciativa Popular. Isso constitui complemento fundamental à reforma institucional, contribuindo para a mudança da cultura política no país.


A parceria entre um governo democraticamente eleito e a sociedade é fundamental para colocar o país no caminho da dignidade e da respeitabilidade. Confiamos, para isso, no discernimento e firmeza da Presidência da República e demais instituições públicas.


É motivo de esperança reconhecer em nosso país a existência de iniciativas e de movimentos, com destacada presença de cristãos, desempenhando papel relevante, através de mobilizações e novas práticas sociais.


Lembramos aos nossos políticos o que o Espírito nos diz no Livro da Sabedoria: “Amai a justiça vós que governais a terra” [Sb 1,1]. Conclamamos todo o povo brasileiro a que se una no grande mutirão pela ética e pela cidadania, para debelar a corrupção e consolidar a democracia.


Brasília, 23 de Junho de 2005

Pelo Conselho Permanente

Cardeal Geraldo Majella Agnelo - Arcebispo de São Salvador, BA - Presidente da CNBB

Dom Antônio Celso Queirós - Bispo de Catanduva, SP - Vice- Presidente da CNBB


Dom Odilo Pedro Scherer - Bispo Auxiliar de São Paulo, SP - Secretário-Geral da CNBB






CIÊNCIA E ÉTICA A SERVIÇO DA VIDA


A Presidência da Conferência Nacional dos Bispos do Brasil – CNBB e os demais membros de seu Conselho Permanente, reunidos em Brasília de 21 a 23 de junho de 2005, desejam manifestar seu apreço e gratidão aos cientistas, pesquisadores e médicos, assim como aos juristas e legisladores que têm contribuído com suas experiências e reflexões para revelar sempre melhor a maravilhosa realidade da vida humana.


Além do zelo de muitos ao valorizar a vida desde a concepção, abrem-se novas perspectivas para a proteção da saúde e cura de enfermidades. Surgem também complexas questões éticas oriundas, sobretudo, de recentes normas ministeriais sobre a conduta médica que exigem atenção e discernimento.


Requerem rigorosa análise ética os temas recentemente discutidos: a pesquisa e o uso terapêutico de células-tronco, a obtenção destas a partir de embriões congelados, a fecundação artificial e a clonagem humana. A estas questões acrescente-se a proposta de alterações nas leis sobre a despenalização da interrupção provocada da gravidez, incluindo os casos de fetos anencéfalos.


Tem sido ampla a divulgação pelos meios de comunicação social destes temas de grande relevância, especialmente por ocasião de debates no Congresso Nacional sobre a eventual aprovação de leis relativas a questões com graves implicações éticas.


As informações veiculadas manifestam, às vezes, posições diversas e até divergentes que requerem o devido esclarecimento. Os critérios éticos iluminam e orientam os esforços louváveis da ciência, os avanços e benefícios médicos e terapêuticos, sempre assegurando o pleno respeito aos ditames da reta consciência. Com efeito, nem tudo que é possível pela ciência e a técnica é moralmente permitido.


No cerne destas graves questões está a dignidade inviolável da vida humana. A ciência demonstra que, a partir da fecundação já existe o ser humano, com patrimônio genético e sistema imunológico próprios, agente de seu desenvolvimento contínuo e coordenado.


Da dignidade do nascituro, desde a concepção, decorrem os limites éticos para a pesquisa científica e a necessidade de resguardar e proteger a vida humana por uma legislação lúcida e coerente que exclua a interrupção da gravidez pelo aborto provocado e toda a manipulação que sacrifica o embrião humano.


Nesta perspectiva expressamos nosso apoio à Ação de Inconstitucionalidade do art. 5º e parágrafos da lei nº 16.105, de 24 de março de 2005, a respeito da utilização de células-tronco embrionárias.


À luz destas considerações renovamos nossa estima e incentivo aos cientistas, juristas e legisladores que levam adiante seu empenho em defesa e promoção da vida humana, no exercício de seus mandatos e profissões a serviço do Bem Comum.


Os argumentos científicos, políticos, jurídicos e éticos em defesa da vida humana abrem a compreensão para o fundamento mais profundo da dignidade da pessoa, criada à imagem e semelhança de Deus. Reavivamos a convicção de que o pleno respeito à pessoa humana e às condições dignas de vida para nosso povo está na base da sociedade justa e solidária que todos almejamos.


Brasília, 23 de Junho de 2005

Pelo Conselho Permanente

Cardeal Geraldo Majella Agnelo - Arcebispo de São Salvador, BA - Presidente da CNBB


Dom Antônio Celso Queirós - Bispo de Catanduva, SP - Vice- Presidente da CNBB

Dom Odilo Pedro Scherer - Bispo Auxiliar de São Paulo, SP - Secretário-Geral da CNBB




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00martedì 11 aprile 2006 20:50
La Suma Teológica contrastada con la cienca
personal3.iddeo.es/mmdomenechi/STCC.HTM
@Nessuna@
00martedì 18 aprile 2006 05:11
Autor: Informe del Comité de Bioética | Fuente: Conferencia Episcopal Peruana
Anticoncepción Oral de Emergencia: introducción y preliminares
La discusión de la anticoncepción de emergencia se ha venido centrando sobre un mecanismo antianidatorio o antiimplantatorio


Anticoncepción Oral de Emergencia: introducción y preliminares

I. Introducción

En el Perú, el debate sobre la Anticoncepción Oral de Emergencia (AOE) sigue abierto y constituye un tema de actualidad. La discusión se ha venido centrando sobre la capacidad de este tipo de sustancias químicas de actuar mediante un mecanismo antianidatorio o antiimplantatorio. Este mecanismo convierte a este tipo de drogas en abortivas, dado que tendrían la capacidad de impedir la anidación del embrión humano –llamado comúnmente “óvulo fecundado”- en el endometrio, causando así la muerte de un concebido.

La AOE comprende una amplia gama de fármacos entre los que se encuentran esquemas combinados estroprogestínicos (etinilestradiol y levonorgestrel), progestina sola (levonorgestrel), antiprogestina sintética (mifepristone) y estrógenos solos en altas dosis (etinilestradiol).

Existen diversos mecanismos por los cuales estos fármacos evitan o interrumpen el embarazo. El primer mecanismo actúa sobre la ovulación, evitándola o retrasándola. El segundo mecanismo es el que actúa sobre la migración espermática, ya sea por el espesamiento del moco cervical o por la acción directa sobre el espermatozoide, alterando su capacidad de fecundar. Si estos dos mecanismos no funcionan, y el espermatozoide ha fecundado el óvulo, existe un tercer mecanismo mediante el cual los fármacos utilizados en la AOE alteran el endometrio uterino, evitando que se implante en él el óvulo fecundado.

El levonorgestrel en dosis de 0.75mg tomado dos veces, es un esquema de anticoncepción de emergencia. Hasta la fecha se considera que los mecanismos de acción de este esquema son los tres descritos anteriormente. Sin embargo, en el debate en curso el Ministerio de Salud ha sostenido –respaldado por un informe técnico-científico basado en resultados de estudios experimentales realizados en mujeres en los últimos años- que los mecanismos de acción de la AOE son sólo anteriores a la fecundación. En varias ocasiones la titular del portafolio, la Dra. Pilar Mazzetti, ha afirmado que para el levonorgestrel está científicamente demostrado que el mecanismo modificador del endometrio -y por tanto el efecto antianidatorio- no existen.

Con el ánimo de contribuir al debate científico sobre el tema, el Comité de Bioética de la Conferencia Episcopal Peruana ha elaborado este informe que recoge y analiza la evidencia científica de los últimos años (hasta el 2004) respecto al tema. La información ha sido estructurada siguiendo las dos condiciones cuyo supuesto cumplimiento permitieron que el Ministerio de Justicia modificara su opinión respecto a la AOE, declarándola conforme a ordenamiento jurídico nacional (oficio N. 516-2004-JUS/DM).

El estado actual de la medicina ha demostrado que los efectos de la AOE hormonal no pueden ser únicamente anticonceptivos. Por otra parte, no existe ningún estudio ni reciente ni antiguo que demuestre científicamente que la AOE no ocasiona cambios en el endometrio y que por lo tanto no impide la anidación o la implantación del concebido. Por ello, en la actualidad, en el ámbito científico, el efecto antianidatorio o antiimplantatorio no ha dejado de ser considerado. Instituciones como la Organización Mundial de la Salud, la Food and Drugs Administration de los Estados Unidos, y la Gedeon Ritcher, laboratorio fabricantes y comercializador de levonorgestrel en diferentes países, son ejemplos claros de la vigencia de dicha información científica.

II. Preliminares

A. Condiciones requeridas por el Ministerio de Justicia

Primer condicional:

“Si el estado actual de la medicina ha determinado que los únicos efectos de la AOE son anticonceptivos”

Segundo condicional:

“Si existen estudios suficientes y actuales que demuestran que la AOE –ingerida en la dosis recomendada- no ocasiona cambios en el endometrio que impidan la anidación o la implantación”.

Solamente si se cumplen estas dos condiciones “puede concluirse que se trata de un método no abortivo y que su inclusión en las Normas de Programa Nacional de Planificación Familiar es constitucional.

B. Los mecanismos de acción del levonorgestrel 0.75mg

Inhibir o retrasar la ovulación, que llamaremos en lo sucesivo “primer mecanismo”.

Formar un tapón de moco en el cuello uterino o cervix. Lo llamaremos en lo sucesivo “segundo mecanismo”

Alterar el endometrio impidiendo así la implantación o anidación del embrión humano (llamado comúnmente “óvulo fecundado”) en el útero. Lo llamaremos “tercer mecanismo”. Es la existencia de este mecanismo la que ha sido puesta en duda y sobre él se ha centrado el debate sobre la AOE.




@Nessuna@
00mercoledì 3 maggio 2006 02:29
¿Salud reproductiva o aborto?
Estas campañas son etapas del plan de reingeniería social que llevan a cabo los países centrales y se enmarcan en un proyecto de dominio totalitario que tiene como rasgo típico el ataque al hombre en sus dimensiones físicas, psicológica y espiritual. Un totalitarismo que inhibe, paraliza, congela y anestesia la capacidad de juicio personal y la toma de decisiones libres y que se introduce en las "democracias" con trampas del lenguaje que esconden continuos atentados contra la mujer y el niño, como el aborto

Después del intento fracasado de imponer un férreo control demográfico a los países del Tercer Mundo, en la I Conferencia Mundial de Población de Bucarest (1974), organizada por las Naciones Unidas, el gobierno de los Estados Unidos adoptó -entre otras- las siguientes directivas de gobierno, [1]:

1. Es necesario poner el mayor énfasis en "motivar a los dirigentes de los países en vías de desarrollo para que acepten las actividades de planificación familiar".

2. "Se debe ayudar a esos dirigentes a integrar las políticas de población en los planes nacionales de salud, educación y desarrollo". Esta medida, "ayudará a rebatir la acusación ideológica que los Estados Unidos están interesados en frenar el crecimiento de población de los países en desarrollo".

3. Pero, para evitar la acusación de imperialismo anticonceptivo se decide disimular las políticas antinatalistas insistiendo en: "a) el derecho individual a determinar libre y responsablemente el espaciamiento de los hijos, y b) el derecho al desarrollo de los países pobres".

4. Se comienza a promover una campaña "de reingeniería social para provocar cambios culturales y 'cambiar las creencias' (se refiere a creencias religiosas)", obviamente para facilitar la hegemonía de los países desarrollados, tratando de neutralizar la influencia de la Iglesia Católica.

A través de las conferencias internacionales realizadas en este último decenio, la Cumbre de Río ("Eco'92", 1992), la Conferencia Internacional de Derechos Humanos (Viena, 1993), la III Conferencia de Población de El Cairo (1994), la Cumbre de Desarrollo Social de Copenhague (1995), la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing (1995), Habitat II (Estambul, 1996), Cumbre Alimentaria Mundial (Roma, 1996), y las reuniones de seguimiento correspondientes, como El Cairo+5 en 1999, los Estados Unidos y las Naciones Unidas, apoyadas por un grupo de numerosas Organizaciones No Gubernamentales (ONG's), intensificaron la presión antinatalista sobre los países del Tercer Mundo.

El 25 de marzo de 1995, Juan Pablo II denunció "una guerra de los poderosos contra los débiles", (Enc. Evangelium Vitae, n. 12) (…), "el antiguo Faraón viendo como una pesadilla la presencia y el aumento de los hijos de Israel, los sometió a toda forma de opresión y ordenó que fueran asesinados todos los recién nacidos varones de las mujeres hebreas (cfr. Ex 1, 7-22). De este modo se comportan hoy no pocos poderosos de la tierra", (Enc. Evangelium Vitae, n. 16)

Dos años antes el Sumo Pontífice había denunciado este afán totalitario de los países del Norte como "una nueva guerra fría, provocada por la carrera desenfrenada al acaparamiento y a la explotación de los recursos de la tierra por parte de unos pocos privilegiados sienta las bases para otra forma de guerra fría, entre el Norte y el Sur", (Discurso, 8-V-93).

Hispanoamérica: aborto encubierto

Como era lógico Hispanoamñerica no se ha mantenido al margen de esta presión internacional. Podría parecer lo contrario teniendo en cuenta las declaraciones pro-vida de diferentes Presidentes y su postura contraria al aborto quirúrgico en los foros internacionales, pero eso no ha preservado a estos países de la embestida contra la vida humana[2].

A lo largo de esta década se han ido sucediendo los proyectos, las leyes y las reglamentaciones municipales que reconocen "los derechos" a la "salud reproductiva", "a la maternidad sin riesgos", "a evitar el ambarazo no-deseado", que son sin más la autorización de abortar por medios químicos. Las provincias de La Pampa, Mendoza, Córdoba, Jujuy, Chaco, Misiones y municipios como Berisso, Ensenada, General Sarmiento por sólo referirnos a algunos de la provincia de Buenos Aires, en Argentina son ejemplos bien contundentes.

Ejemplo es el proyecto paradigmático, presentado por el partido gobernante, fue el aprobado por la Cámara de Diputados de la Nación, en la madrugada del 1 al 2 de noviembre 1995. El Senado no trató el proyecto que perdió su estado parlamentario en 1997. El otro ejemplo, es el actual proyecto en estudio de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, éste fue elaborado en base a proyectos de la Alianza, aunque cuenta con apoyo de muchos legisladores del PJ.

Forma parte del mencionado proyecto de ley nacional, un anexo del Ministerio de Salud y Acción Social, llamado "Propuesta Normativa Perinatal: Procreación Responsable". En este texto se aceptan explícitamente como procedimientos contraceptivos no sólo los anticonceptivos hormonales y los DIU's, que tiene efectos abortivos, sino también, los implantes y los inyectables -también abortivos-, y los procedimientos de "anticoncepción post-coital", eufemismo usado seguramente para tranquilizar conciencias. Porque no hace falta ciencia médica para saber lo que significa "anticoncepción post-coital o de emergencia", quiere decir aborto por medios químicos, que es el que provoca por el efecto de drogas o dispositivos intrauterinos (DIU's), la muerte y expulsión del embrión humano en las primeras etapas de su desarrollo, al impidir su implantación en el endometrio del útero.

En casi todos los textos analizados de otros proyectos, tanto municipales como provinciales y especialmente en el que está a estudio de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, se autorizan todos los métodos y productos anticonceptivos aceptados y los que en el futuro pueda aprobar el Ministerio de Salud, de ahí la importancia de la Propuesta Normativa.

Siguiendo las pautas de la Propuesta Normativa, el Ministerio de Salud y Acción Social, a fines de 1997, aprobó la fabricación y venta de un anticonceptivo post-coital o de emergencia en base a las drogas levonorgestrel y etinilestradiol. Este producto -al que no se debería llamar producto medicinal- consiste solamente en píldoras con dosis más elevadas de levonorgestrel y etinilestradiol que las dosis de esas mismas drogas que contienen las píldoras anticonceptivas "normales".

Es decir, por lo general, para provocar un aborto químico se puede acudir a un anticonceptivo "normal", aumentando el número de píldoras que se ingieren. El "anticonceptivo de emergencia", facilita la cuestión, pues evita la ingesta de muchas píldoras, basta con unas pocas para "evitar el ambarazo no deseado, producto de un coito no protegido", como dicen las instrucciones para su consumo. (Vid. Programa Provincial de Salud Reproductiva del Ministerio de Desarrollo Social y Salud de Mendoza, prescripciones posibles para anticoncepción de emergencia en base a marcas comunes de anticonceptivos[3]).

Por lo tanto, son abortivos los medios anticonceptivos usados, específicamente en la anticoncepción postcoital, y todos aquellos usados en la anticoncepción "normal" que alteran el endometrio uterino haciendo imposible la anidación del embrión.

Todos estos proyectos, leyes provinciales y ordenanzas municipales, explícita o implícitamente, facilitan y promueven el aborto químico, inducido por las drogas y elementos que contienen los anticonceptivos, (píldoras y DIU's).

La sentencia 296 del 26 de agosto pasado de la juez federal de Córdoba reconoce jurídicamente lo que médicamente se sabía. Los compuestos de levonorgestrel y etinilestradiol para la llamada "anticoncepción de emergencia" son verdaderos abortivos.

La misma IPPF, siempre interesada en esconder los efectos abortivos de los anticonceptivos, dice: "La implantación o ingesta de estas drogas para evitar el embarazo cuando el período menstrual de una mujer está atrasado, debe considerarse como un abortivo. Con tal finalidad se implantan DIU's, o se administra etinilestradiol, o esta droga combinada con levonorgestrel, o la droga antiprogesterona: mifepristona", con la que se fabrica la píldora abortiva, RU 486, [4].

La IPPF suma a los medios para la "anticoncepción de emergencia", la droga mifepristona. La mirepristona actúa produciendo el aborto no sólo antes de la implantación del embrión humano, sino también después de ella, constituyendo, como decía el Prof. Lejeune, un verdadero pesticida humano. Una acción similar tiene otra droga, el misoprostol[5].

Las trampas del lenguaje

Los defensores de llamar anticoncepción al aborto, argumentan que el embarazo comienza desde la implantación del óvulo fecundado en el endometrio del útero y no desde la fecundación. No existen razones científicas para afirmar tal cosa, ya que la implantación es un paso en el desarrollo de la vida humana que comienza en la fecundación. La implantación no constituye ningún cambio sustancial. Sin embargo, arbitrariamente y por razones ideológicas o mercantiles y no científicas, el American College Obstetrics and Gynecology (ACOG), de 1965, decidió que la "concepción -en el sentido de comienzo del embarazo- comienza con la implantación del óvulo fecundado"[6]. En ese año, después de bastante tiempo dedicado a experimentos abusivos en humanos, se trataba de imponer "la píldora" en el mercado.

"Plantear esta diferenciación entre fecundación e implantación resulta éticamente improcedente ya que no habrá embarazo si antes no hay una persona humana y sólo una vez concebida ésta será posible aquél. Por tanto, para que exista un embarazo es necesaria la concepción del un ser humano y, por otra parte, es bien sabido que el embrión recién concebido -y antes de su implantación- produce señales biológicas en el nivel molecular que facilitan su reconocimiento y preparan su implantación, manteniendo una evidente "comunicación" con su madre prácticamente desde el momento mismo de la concepción. De este modo, entonces, el embarazo comienza antes de la implantación, sin duda en la concepción, no siendo válida la aplicación del concepto de "inicio del embarazo"[7].

Sin duda para facilitar el aborto, la ideología se impone a los datos científicos, un ejemplo de esta manipulación se ve claramente en el caso de México. En ese país el Estado, a instancias de la Organización Mundial de la Salud; la Organización Panamericana de la Salud; el Fondo de Población de Naciones Unidas; Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF); Family Health International; Pathfinder México; la Association for Voluntary Surgical Contraception y la Fundación Ford Foundation y el Population Council, cambió en agosto de este año la definición tradicional de embarazo por otra: "aquella parte del proceso de la reproducción humana que se inicia con la implantación del conceptus en una mujer y termina con el nacimiento de un producto o con un aborto" (vid. Actualización de la Norma Oficial Mexicana NOM-SSA2-1993 de los Servicios de Planificación Familiar, 24-8-99).

Atentados contra la mujer y el niño

Frente a la certeza que detrás del concepto de salud reproductiva se mal encubre el aborto, lo demás es secundario. Pero podemos añadir que debido a la cantidad enorme de contraindicaciones médicas y consecuencias perjudiciales para la salud de la mujer de los DIU y los contraceptivos hormonales (píldoras), que figuran en cualquier vademecum médico, de los textos de referencia no se deduce una preocupación verdadera por la salud de la mujer. Sólo se pretende evitar nacimientos a toda costa.

Además, la distribución masiva de anticonceptivos no soluciona la mortalidad infantil, como pretende los textos, a no ser que la "solución" sea que no nazcan niños, lo que trae reminiscencias nazis de "solución final".

Tampoco como dicen, acceder fácilmente a los anticonceptivos previene las enfermedades de transmisión sexual, sino que es camino para su aumento. La Organización Mundial de la Salud estima que cada año se producen en el mundo 25 millones de nuevos casos de gonorrea, 50 millones de nuevos casos de clamidia, 20 millones de nuevos casos de herpes genital, [8], y nunca como ahora, por ejemplo, se han regalado y distribuido tantos preservativos. Por otro lado, la misma IPPF reconoció que, a pesar de las intensísimas y costosísimas campañas para inculcar en los adolescentes el mal llamado "sexo seguro" en los países de Europa, el 60% de las relaciones sexuales entre los jóvenes se dan "sin protección". [9]. Sin ir más lejos, a principios de 1999, el director ejecutivo de ONUSIDA, Peter Piot, declaró que la pandemia del SIDA estaba descontrolada.

Contracepción y aborto

Juan Pablo II dice que la contracepción y el aborto provocado tienen una raíz común, "son fruto de una misma planta", (Enc. Evangelium Vitae, n. 13), y la historia nos enseña que los movimientos antinatalistas piden siempre: anticoncepción y después, aborto legal.

Comparando los textos se ve con claridad que las leyes, las ordenanzas y los proyectos de ley de salud reproductiva son copia de los proyectos modelo provistos por las ONG's tales como International Planned Parethood Federation (IPPF). (En Argentina, la filial de la IPPF es la Asociación Argentina de Protección Familiar). Ese prototipo de leyes, en otros países ha llevado a la despenalización del aborto quirúrgico.

En todos estos textos, el Estado juzga cuando la procreación es responsable o no. En todos, se prohibe a los médicos y el personal sanitario ejercer el derecho humano a la objeción de conciencia, siguiendo la abusiva resolución de la Conferencia de la Mujer de Beijing, (nuestro pais no hizo reserva sobre ese tema). En todos, se niega el derecho de los padres a la educación sexual de sus hijos. Y en todos, uno de los objetivos primordiales declarados es combatir la pobreza, que tratan de resolverlo, como dijo Juan Pablo II, "prohibiendo a los pobres nacer".

El objetivo declarado de la IPPF, y de otras organizaciones internacionales, para el año 2000 es conseguir la despenalización del aborto quirúrgico en los países en los que todavía rige algún impedimento legal. "Allí dónde el acceso a los servicios de aborto sin riesgo es restringido, las asociaciones deben mantener un diálogo positivo y trabajar con otras organizaciones no gubernamentales o grupos dedicados (...) para promover reformas en la ley", [10]. Para imponer la contracepción, y después despenalizar el aborto, estas organizaciones mienten descaradamente en cuanto al número de abortos clandestinos. En la Cámara de Diputados de la Nación en 1995, se llegó a hablar de 500.000 abortos ilegales al año, lo que es estadísticamente imposible, [11].

Los Obispos latinoamericanos acusaron a la IPPF y a sus filiales de "empobrecer moralmente" a los pueblos de la región, y denuncian que sus políticas son inspiradas por "poderosos intereses económicos y políticos de organismos financieros y de laboratorios que buscan mercados para sus productos anticonceptivos y abortivos", y reconocieron una verdadera guerra química [12].

Democracia totalitaria

No cabe duda que los textos que nos ocupan son un instrumento del imperialismo cultural que pretende implantar un nuevo orden en el mundo y que utiliza, como una de sus armas, el sexo, empobreciendo moralmente a los pueblos. En otras palabras, estas campañas son etapas del plan de reingeniería social que llevan a cabo los países centrales y se enmarcan en un proyecto de dominio universal.

El totalitarismo, según algunos autores modernos -dice Michel Schooyans-, no se define primeramente por la vigencia de un régimen en particular o por la ausencia de un parlamento o de un régimen representativo, aunque estas condiciones sean irremplazables. El régimen totalitario tiene como razgo típico el ataque al hombre en sus dimensiones físicas, psicológica y espiritual. El totalitarismo inhibe, paraliza, congela y anestesia la capacidad de juicio personal y la toma de decisiones libres. Se distrae la atención, se inhibe la capacidad crítica, se retira toda responsabilidad, y la persona se convierte en irresponsable y alienada. El totalitarismo ya no usa la fuerza física, destruye el yo.

El sujeto se ve como llevado a adoptar una ideología que favorece un comportamiento que conviene a quien se lo quiere imponer, sufre como una ocupación de su mente. La ideología asumida por el dominado, por el colonizado mental, le predispone a aceptar e incluso a consentir formas de violencia física. Le han dominado el cuerpo, dominando su inteligencia y su voluntad. Se hace absorber a los colonizados un discurso ideológico que disfraza los intereses del dominador y lo llega a ver como un beneficio para él y para los demás De esta manera la mentira ideológica apoya la violencia física, pero el camino inverso también es posible: la violencia física puede solicitar la ayuda de la violencia ideológica. Las prácticas violentas como la esterilización, el aborto y la anticoncepción, ejecutadas según la política de los hechos consumados, preparan la mentalidades para aceptar las justificaciones ideológicas y jurídicas para esos atropellos.

Quienes impulsan estas medidas se llaman a sí mismos "progresistas". Para ellos atentar contra la vida, el uso banalizado y banalizante del sexo, la educación sexual animalizante, los intentos de "democratizar la familia" son sinónimo de desarrollo social y de libertad y, a la menor objeción, tratan de "fundamentalista" a quien disiente, aunque ellos acepten acríticamente los dictámenes de la ONU o de cualquier organismo internacional, tengan o no fundamento científico.

Algunos, buscando con sinceridad poco reflexiva el bienestar de quienes padecen situaciones difíciles, no se dan cuenta que su pensamiento circula por los caminos del evolucionismo social, el mismo que hizo que en este siglo que despedimos se concretaran las mayores aberraciones de la historia, ejecutadas como política de estado: la eliminación de miles de seres humanos, los campos de concentración; las leyes eugenésicas, con esterilizaciones masivas y permisos para concebir; la eutanasia de enfermos mentales y físicos, en fin, la eliminación de todos los que eran inútiles al Estado.

En el fondo, ahora, ¿no se está tratando de eliminar a quienes no son útiles a la sociedad globalizada, o a quienes no pueden alcanzar un patrón de "calidad de vida" fijado por otros?. ¿No sucede ahora, como sucedió bajo el nazismo y el comunismo, que se elimina a quienes no pueden ser convertidos en masa uniforme, porque su raza, su religión, su lugar de nacimiento o sus tradiciones ancestrales los hacen distintos e inabsorbibles?. Muchas "soluciones" al problema de la pobreza nacen de esa mentalidad, que se caracteriza por el convencimiento que ciertos sectores de la población poseen tendencia genética o una herencia cultural o religiosa insalvable que los condena a la miseria; entonces, no se les facilitan ni la educación ni las oportunidades de trabajo, se los castra con anticonceptivos, se los elimina.

Como es lógico en este orden de cosas, muchos de los mentores del aborto encubierto bajo la capa de los derechos reproductivos y la salud reproductiva, padecen una especie de obsesión anticatólica, porque como dice el Cardenal Ratzinger, quien afirma que en la figura de Jesucristo y en la fe Iglesia hay una verdad permanente y universalmente vinculante se convierte ipso facto en el único verdadero enemigo de la sociedad relativista[13].

Manipulando palabras e ideas ponen gran empeño por calificar de "religiosa", y por lo tanto, despreciable y descalificatoria, la verdad científica sobre la fecundación y el inicio de la vida humana y toda razón médica opuesta a los anticonceptivos, tanto si hace referencia a sus efectos abortivos como las consecuencias negativas que tienen éstos para la salud de la mujer. Sin embargo, esas evidencias científicas y esas consecuencias son claras para todos los médicos honestos, creyentes y no creyentes.

Otras veces, atacan insistentemente a la Iglesia Católica, acusándola de entrometerse en política; o insistiendo en que su doctrina carece de humanidad, compasión y hasta de caridad. No es raro que quienes tienen este empeño favorezcan apostasías y las apoyen económicamente, como en el caso de las denominadas "católicas por el derecho a decidir", y se presenten como cruzados de la "democratización de la Iglesia". Se olvidan que la doctrina de Jesucristo no se reforma a mano alzada, según va pasando el tiempo.

La manipulación de los conceptos y los prejuicios ideológicos los hacen argumentar en contra de las leyes de toda lógica. Por ejemplo, llaman mucho la atención los dichos de un diputado argentino, médico de profesión, en el debate de noviembre de 1995. Este profesional de la medicina, refiriéndose a la cantidad de abortos espontáneos -que según afirma la misma ciencia médica- tiene una mujer que hace uso habitual de su sexualidad dijo, para justificar el carácter abortivo de los dispositivos intrauterinos, "la naturaleza produce más abortos que el DIU".

Sea verdad o no lo relacionado con los abortos espontáneos (que son involuntarios), este médico con sus palabras, demostró que no distinguía entre lo voluntario y lo involuntario en los actos humanos. Peligroso camino eligió el diputado, pues no aprecia la diferencia entre la muerte natural y la causada intencionalmente. No distingue, por ejemplo, entre las muertes ocasionadas por un atentado, -el de la AMIA, por citar uno-, y las muertes a causa de un terremoto; tampoco entre la muerte natural de un enfermo y un asesinato en la vía pública o la muerte provocada a ese enfermo por su propio médico. ¡Dios nos libre de tales médicos y de tales legisladores!. Así se llega a la triste conclusión que lo importante para estas personas no es la búsqueda de la verdad y la coherencia de pensamiento, sino llevar adelante un plan de reingeniería social, en el que la revolución sexual es una etapa.

Juan Pablo II describió esta situación diciendo, "existe hoy un riesgo no menos grave debido a la negación de los derechos fundamentales de la persona humana y por la absorción en la política de la misma inquietud religiosa que habita en el corazón de todo ser humano: es el riesgo de la alianza entre democracia y relativismo ético, que quita a la convivencia civil cualquier punto seguro de referencia moral, despojándola más radicalmente del reconocimiento de la verdad. En efecto, 'si no existe una verdad última -la cual guía y orienta la acción política- entonces las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder. Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto como demuestra la historia'" , (Enc. Veritatis Splendor, n. 101 y Enc. Centesimus Annus, n. 46).

Por eso, el Santo Padre insiste en que "estamos no sólo 'ante', sino necesariamente 'en medio' de este conflicto: todos nos vemos implicados y obligados a participar, con la responsabilidad ineludible de elegir incondicionalmente en favor de la vida", (Enc. Evangelium Vitae, n. 28)".

Frente a esta situación no caben dilaciones para tomar una actitud, una opción vital, se está a favor de la vida o en contra de la vida: todos los programas de anticoncepción, educación sexual, paternidad planificada o salud reproductiva, al poner énfasis en la prevención de los hijos no deseados, inducen casi coactivamente la intención de no desearlos, y son el camino para la despenalización del aborto quirúrgico.

Dicho de otra manera, los conceptos de salud reproductiva o procreación responsable legalizan el aborto al legalizar la "anticoncepción post-coital" o "de emergencia", por lo tanto, si una ley los admite y los favorece, esa ley es una ley que autoriza y promueve el aborto y además, abre la puerta para la legalización del aborto quirúrgico, como un derecho de la mujer.

Anticoncepción violenta

La mayoría de los textos analizados imponen a los médicos la obligación de recetar anticonceptivos, y no contemplan la responsabilidad de los servicios públicos de salud por las consecuencias negativas para la salud de la mujer de la inserción del DIU y de la prescripción de anticonceptivos hormonales. El proyecto de ley nacional de 1995, va más allá, pues mediante la creación de sistemas engañosos de "consentimiento informado", exonera explícitamente de responsabilidad a esos servicios.

Y por si esto fuera poco, mediante estos instrumentos legales se crean sistemas de seguimiento para las mujeres que participan en los programas.

Las denuncias de coacción y violencia psicológica en los programas de planificación familiar han llegado al Congreso de los Estados Unidos y son públicamente conocidas en toda América Latina.

Estas medidas, les guste o no a quienes las imponen o pretenden imponer, aunque digan actuar en nombre de la democracia, son medidas totalitarias, que no respetan la libertad de la persona. Sabemos, por ejemplo, que en Brasil para dar trabajo a una mujer, algunas empresas exigen un certificado de esterilización o un certificado de "perseverancia" en programas de salud reproductiva.

Estas leyes y proyectos sientan las bases para sustraer del ámbito de la intimidad del matrimonio la decisión sobre el número de hijos, poniendo las bases para que el Estado, las ONG's o la opinión pública determinen cuándo y entre quiénes la procreación es responsable.

Por eso, Juan Pablo II dice: "Se trata de amenazas programadas de manera científica y sistemática", contra la vida. En este final del siglo XX, "los falsos profetas y los falsos maestros han logrado el mayor éxito posible", (Enc. Evangelium Vitae, n. 17).


Pbro. Juan C. Sanahuja Miembro correspondiente de la Pontificia Academia para la Vida.


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Notas

[1] National Security Memorandum 200, Implicaciones del Crecimiento de la Población Mundial para la Seguridad de los Estados Unidos y sus intereses de Ultramar, diciembre 1974. Habitualmente a este documento se lo llama Informe Kissinger, cit. en Sanahuja, J.C., El Gran Desafío, Serviam, Buenos Aires 1995, pp 55-58.
[2] Noticias de la ONU. ( pagina.de/noticiasdelaonu )Número 138, 55/99. Buenos Aires, 25 de Julio de 1999, gacetilla 216, Ciudad de Buenos Aires: PROYECTO DE SALUD REPRODUCTIVA; gacetilla 217, Argentina: ANTICONCEPTIVOS HORMONALES (Píldoras), USADOS EN "ANTICONCEPCIÓN DE EMERGENCIA" (AE); gacetilla 218, Argentina: ALGUNAS PÍLDORAS ANTICONCEPTIVAS QUE IMPIDEN LA IMPLANTACIÓN. (http://pagina.de/noticiasdelaonu).
[3] Ibid. gacetilla 217, Argentina: ANTICONCEPTIVOS HORMONALES (Píldoras), USADOS EN "ANTICONCEPCIÓN DE EMERGENCIA" (AE). (http://pagina.de/noticiasdelaonu).
[4] Boletín Médico de la IPPF, Vol. 22, n. 5, octubre 1988. La RU 486, en base a la droga mifepristona, fue lanzada al mercado por el laboratorio Roussel-Uclaf, subsidiario de Hoescht AG de Alemania. Hoescht es un laboratorio que nació del desmembramiento del IG Farben, que fabricaba el gas Zyklon B para los campos de concentración nazis. Acaba de ser autorizada en todos los países de la Unión Europea, bajo el nombre de Myfegine. Vid. Noticias de la ONU. Número 59/98. Buenos Aires, 8 de Octubre de 1998, gacetilla 107, COMUNICACIÓN DE LA SANTA SEDE A LA CONFERENCIA DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) sobre ETICA Y VALORES HUMANOS EN LA PLANIFICACIÓN FAMILIAR: DIÁLOGO INTERNACIONAL SOBRE DERECHOS Y RESPONSABILIDADES DE PERSONAS Y SOCIEDADES. Bankok, 19-24 de junio de 1988. (http://pagina.de/noticiasdelaonu).
[5] Noticias de la ONU. Número 130, 47/99. Buenos Aires, 29 de Junio de 1999, informe 201, LO QUE HAY QUE SABER SOBRE LA PILDORA RU-486. Argentina podría producir y comerciar con el pesticida humano en cualquier momento. (http://pagina.de/noticiasdelaonu).
[6] American College Obstetrics and Gynecology (ACOG) Terminology Bulletin, Terms Used in Reference to the Fetus, Chicago, American College of Obstetrics ad Gynecology, No. 1, September 1965.
[7] Pineda Rafael, 'Contracepción de emergencia'. Un mal llamado método anticonceptivo, 1998, pro-manuscripto, Rosario 1998.
[8] Vid. Informe anual 1994, Fondo para la Población de las Naciones Unidas, New York, 1994
[9] Haspels, A., Anticoncepción postcoital, Boletín Médico de la IPPF, Vol. 22, n. 5, octubre 1988, pp. 1-3.
[10] IPPF, IMAP, IPAP, Declaración sobre el aborto con riesgo y la salud reproductiva, Boletín Médico de la IPPF, Vol. 26, n. 1, febrero 1992, pp. 1 y 2.
[11] Carta del Dr. Nathanson, sobre la falsedad de las cifras que se dieron para los casos de Estados Unidos (cfr. La Capital, Mar del Plata, 9-8-98). Vid. también Lejeune, Jérome y otros, Dejadlos vivir, Rialp, Madrid 1980. En la nota de prensa de la Sociedad Argentina de Etica Médica y Biológica (SAEMB), del 13 de julio de 1990, el Dr. Luis Ravaioli demuestra estadísticamente la falsedad de esas cifras.
[12] Declaración Final de Obispos Presidentes de Comisiones Episcopales para la Familia y la Vida, 18.III.93.
[13] Ratzinger, I., Situación de la fe y la teología, L'Osservatore Romano 1-11-96, pp. 4 y 5, ed. cast.

Fuente: www.arbil.org/
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00mercoledì 10 maggio 2006 07:28
La ciencia ante el misterio de la vida

Entrevista con el filósofo Rodrigo Guerra López

MÉXICO, martes, 9 mayo 2006 (ZENIT.org-El Observador).-¿Qué es la vida humana? ¿Cómo y cuando se manifiesta? ¿Cuál es nuestra responsabilidad ante ella? Preguntas fundamentales cuando la vida humana para ser, cada día, más una creación de la tecnología que de Dios.

Precisamente por la importancia del tema, Zenit-El Observador entrevistó a Rodrigo Guerra López, director del Observatorio social del CELAM, miembro de la Academia Pontificia para la Vida, y organizador del II Coloquio Internacional «Vida humana: sus significados», realizado del 25 al 27 de abril de 2006 en la Universidad Panamericana, Ciudad de México.


--¿Por qué discutir los «significados» que posee la vida humana desde diversas perspectivas? ¿No basta el punto de vista de la filosofía o de la teología para comprenderla con radicalidad?

--Rodrigo Guerra: La vida humana es un fenómeno complejo. Por una parte la conciencia descubre de manera espontánea su valor intrínseco, su dignidad. Sin embargo, es necesario ampliar esta aproximación que tiene el hombre común para tratar de comprender mejor las razones que explican que el ser humano, gracias a su condición personal, no puede ser interpretado ni tratado como mera cosa, como mero objeto de uso. Las diversas ciencias que se ocupan de lo humano nos ayudan a apreciar aspectos de la complejidad que nos caracteriza. Las neurociencias, la biología molecular, la embriología, la biofilosofía, la bioética y la biojurídica son saberes que, desde distintas perspectivas, enriquecen la imagen que tenemos sobre el hombre. Sin embargo, los resultados de cada una de estas ciencias serían un conjunto heterogéneo y ecléctico si no existiera una antropología filosófica, y eventualmente teológica, que nos brinde un criterio de unidad sapiencial. El diálogo y la investigación interdisciplinar son impensables si la filosofía no cumple su papel de saber arquitectónico. La teología, por su parte, es imprescindible, cuando se entiende la racionalidad del acontecimiento cristiano, la racionalidad de la verdad como Revelación.

--¿Cuáles fueron los aportes más relevantes durante los tres días de discusión realizados en la Universidad Panamericana?

--Rodrigo Guerra: El Coloquio «Vida humana: sus significados» buscó crear un espacio para que particularmente las ciencias biomédicas, el derecho y la filosofía se dejasen interpelar entre sí. Tal vez la primera y más importante contribución que realizan eventos como éste, es el hacernos a todos los participantes muy concientes de la «humildad» con la que debemos afrontar el fenómeno de la vida humana.

Por ejemplo, luego de escuchar a científicos como Luis Benítez, del Centro Médico Nacional, o como Ricardo Tapia, del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, es difícil pensar que los problemas tradicionales de la teoría del conocimiento o de la antropología filosófica puedan ser discutidos con profundidad sin tomar en cuenta los datos que nos proveen actualmente las neurociencias.

Así mismo, luego de escuchar a María Elena Torres, del Gurdon Institute de la Universidad de Cambridge, es claro que una defensa de la dignidad de la vida humana a partir de la concepción no puede sino pasar por una atenta consideración de la genética y la epigenética contemporáneas.

Esto no significa que un asunto como la determinación personal del embrión humano sea una cuestión resoluble con un análisis empírico. El «ser persona» no se identifica unívocamente con ninguna configuración génica o morfológica particular. Lo que significa es que tenemos que recuperar la capacidad de hacer filosofía desde la biología, tal y como de hecho lo hizo en su momento Aristóteles.

--Usted acaba de ser nombrado miembro de la Academia Pontificia para la Vida: Esta actitud que usted describe, ¿es el enfoque que prevalece entre los miembros de esta institución eclesial? ¿El Magisterio de la Iglesia no constriñe de algún modo la libre investigación científica?

--Rodrigo Guerra: La Academia Pontificia para la Vida es una institución al servicio de la Iglesia que promueve la investigación científica rigurosa, la formación y la información sobre los desafíos contemporáneos que experimenta la vida humana. En ella, cada miembro con entera libertad, y de acuerdo a su especialidad, contribuye con sus aportes. En la última Asamblea realizada en Roma a finales del mes de febrero fue muy palpable que cada participante utiliza los métodos propios de su ciencia y los pone al servicio de la verdad sobre el hombre. En otras palabras, la Academia Pontificia para la Vida es un espacio de auténtica interacción de la razón con la fe. El dato de la fe no aplasta a la razón sino que le ofrece un horizonte de realización que por sí misma no podría alcanzar. Desde esta perspectiva, la fidelidad de los miembros de la Academia al Magisterio de la Iglesia es un gesto elemental de adhesión a la Verdad sobre Dios y sobre el hombre que gratuitamente se revela en Cristo. Sólo cuando la libertad se concibe autoreferencialmente esta actitud no cabe. Pero cuando se descubre que la propia estructura de la libertad demanda que la razón advierta y acepte la verdad, provenga de donde provenga, entonces se verifica la apertura a todos los factores de la realidad, incluso a aquella que nos rebasa.

--En ocasiones parece que la más reciente investigación biomédica se encuentra cerrada a la interpelación de la ética. Por ejemplo, muchos científicos dedicados a la embriología argumentan con vigor que la vida humana personal comienza con la implantación del embrión en el útero. ¿A qué se debe esto?

--Rodrigo Guerra. La resistencia de algunas personas, incluso científicos competentes, a la interpelación de la ética tiene varias causas. Una de las más importantes continúa siendo la vigencia del prejuicio «cientificista». Con este término quiero indicar la actitud anti-científica que consiste en considerar que las ciencias empíricas pueden dar razón total de la realidad total. Este prejuicio es un rasgo característico de la modernidad ilustrada, hoy en decadencia. En el caso del reconocimiento del embrión temprano como persona la investigación embriológica contemporánea aporta muchísimos datos nuevos que adecuadamente interpretados por la filosofía y la ética pueden colaborar a reargumentar el estatuto personal del embrión humano desde la concepción. Pienso, por ejemplo, en las investigaciones empíricas de Gardner, de Solter y especialmente de Magadalena Zernicka-Goetz… El reto consiste entonces en superar una visión ideológica y extracientífica que ha penetrado en algunos ambientes para que con rigor podamos dialogar y discutir estos y otros temas delicados.

--La ética padece también su propia crisis. ¿Será posible construir una ética y una bioética adecuada a la condición del hombre actual?

--Rodrigo Guerra: Muchas cosas han cambiado y están cambiando en la sociedad contemporánea. Sin embargo, soy de la opinión que es posible construir una ética y una bioética para nuestro tiempo si recuperamos la originalidad con la que se nos ofrece la experiencia moral en nuestras vidas. A este respecto, recuerdo con gran cariño y admiración a mi Profesor Tadeusz Styczen, quien aprendió de Karol Wojtyla a apreciar lo específico e irreductible de la vida moral, y, a partir de ahí, a construir una ética rigurosa que permita señalar con valentía que la persona humana, de cualquier tiempo y lugar, merece ser afirmada «propter seipsam», ¡por sí misma! y no usada como mero medio. Las investigaciones de Styczen, de Seifert, de Sgreccia, de Spaemman, y de muchos otros en este tema, han permitido desarrollar un personalismo ético, ontológicamente fundado, que puede renovar, en mi opinión, las teorías contemporáneas sobre la vida moral y sobre la bioética.

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00venerdì 12 maggio 2006 23:08
Mensagem do Cardeal D. Eugenio de Araújo Sales

Arcebispo Emérito da Arquidiocese do Rio de Janeiro

12/05/2006



O EMBRIÃO HUMANO NA FASE DO PRÉ-IMPLANTE



A Pontifícia Academia para a Vida foi criada, pelo Papa João Paulo II, a 11 de fevereiro de 1994. Seu escopo é o estudo dos problemas relacionados com a vida e a dignidade da pessoa humana. Os acadêmicos são escolhidos sem qualquer discriminação religiosa ou nacionalidade. É elevado o nível científico no campo da bioética.

Recentemente realizou-se, em Roma, a sua XII Assembléia Geral, cujo tema foi “O embrião humano na fase do pré-implante. Aspectos científicos e considerações bioéticas”. Ao término dos trabalhos, foi divulgada uma “Declaração Final” dirigida à comunidade eclesial e à sociedade civil, com algumas considerações sobre o resultado dos trabalhos. Neste espaço que tenho, procurarei transmitir aos leitores, àqueles que me acompanham algumas conclusões.

A importância da matéria se deduz do trecho inicial: “A ninguém passa despercebido o fato de que uma boa parte do debate bioético contemporâneo, sobretudo nestes últimos anos, se concentrou à volta da realidade do embrião humano (...) isto explica-se bem porque as múltiplas implicações (científicas, filosóficas, éticas, religiosas, legislativas, econômicas, ideológicas, etc.) (...) terminam, inevitavelmente, por catalisar diferentes interesses e por chamar a atenção de quem está à procura de um autêntico agir ético (...) para uma questão fundamental: quem ou o que é embrião humano”? Quando lamentamos tantos escândalos na vida nacional, faz-se mister associar, entre outras causas, a ausência dos princípios morais, que são a base do bem-estar social. Há quem advogue o direito de promover a pornografia, acobertada sob o título de arte. Recordo as palavras de Tómas Moro (+ 1535), expoente político da Inglaterra em sua época: “O homem não pode se separar de Deus nem a política da moral”.

O tema tratado naquela XII Assembléia Geral da Pontifícia Academia é muito oportuno em nossos dias.

À luz do progresso recente da embriologia, é possível estabelecer alguns pontos essenciais, universalmente reconhecidos.

O documento aborda diversos aspectos do assunto. “E a partir deles, podemos afirmar que o embrião humano na fase do pré-implante é: a) um ser da espécie humana; b)um ser individual; c) um ser que possui em si mesmo a finalidade de se desenvolver como pessoa humana e, ao mesmo tempo, a capacidade intrínseca de realizar tal desenvolvimento. De tudo isto, podemos concluir que o embrião humano na sua fase de pré-implante já é verdadeiramente uma ‘pessoa’”. E o texto acrescenta: “a partir dos dados biológicos disponíveis, julgamos que não há qualquer razão significativa que possa levar a negar que o embrião, já nesta fase, é uma pessoa”.

Sob o ponto de vista da moral, essas considerações sobre o embrião humano, mesmo antes do seu desenvolvimento nos 9 meses de gestação, “exige o pleno respeito pela sua integridade e pela sua dignidade: todo o comportamento que, de uma certa maneira, possa constituir qualquer ameaça ou ofensa aos seus direitos fundamentais, sendo o primeiro de todos o direito à vida, deve ser considerado gravemente imoral”.

A 25 de março de 1995, o Papa João Paulo II publicou a Encíclica “Evangelium Vitae”. Nela lemos: “Desde a fecundação, tem início a aventura de uma vida humana”. A vida humana é sagrada e inviolável em cada momento de sua existência, inclusive na fase inicial que precede o nascimento. Em “Donum Vitae”, de 22 de fevereiro de 1987, a Congregação par a Doutrina da Fé assim se expressa: “O ser humano deve ser respeitado e tratado como uma pessoa desde a sua concepção e, por isso, desde esse mesmo momento, devem-lhe ser reconhecidos os direitos da pessoa, entre os quais, o primeiro de todos, o direito inviolável de cada ser humano à vida”.

São muitos os documentos que corroboram a posição firme e unânime da Igreja, frente ao assunto tratado, na XII Assembléia da Pontifícia Academia para a Vida, posição sintetizada, na “Declaração Final”, aqui resumida.

Há uma bem organizada campanha, em nível nacional e internacional, contra a defesa da vida, em favor do aborto. Desde o início da existência humana, a vida já é alvo de ameaças e tentativas de suprimí-la. A imprensa tem divulgado a aplicação de somas elevadas provenientes de entidades beneficentes mas também a serviço da morte.

Faz-se mister que se arregimentem os que não concordam com essa campanha altamente nociva ao bem estar social. Sem dúvida, é dever da consciência cristã dos que integram o legislativo, opor-se a toda lei que resulte em atentado à vida humana.

A “Declaração Final” da XII Assembléia Geral da Pontifícia Academia para a Vida conclui, assumindo como suas as palavras que o Santo Padre Bento XVI pronunciou naquela ocasião: “O amor de Deus não faz diferença entre o neoconcebido, ainda no seio de sua mãe, e a criança, o jovem, o homem maduro ou o idoso. Não faz diferença, porque em cada um deles vê a marca da própria imagem e semelhança (cf. Gn 1, 26). Não faz diferença, porque em todos distingue o rosto refletido de seu Filho Unigênito, no qual "nos escolheu antes da constituição do mundo (...) nos predestinou para ser seus filhos adotivos (...) por sua livre vontade" (Ef 1, 4-5).

E acrescenta as palavras de João Paulo II na “Evangelium Vitae”: “Na realidade, desde o momento em que o óvulo é fecundado, se inaugura uma vida que não é aquela do pai ou da mãe mas de um novo ser humano que se desenvolve por sua própria conta (...). A essa evidência a ciência genética moderna fornece preciosas confirmações” (nº 60).

São milhões por anos os abortos provocados. Um sacerdote, pregando os ensinamentos de Jesus, chamou de abortista uma abortista. Foi condenado pela justiça dos homens. Os propagadores da morte de nascituros dispõem de eficiente organização e recursos. E os que defendem a vida não podem permanecer de braços cruzados. É um dever defender, de modo particular, a vida do inocente.

@Nessuna@
00lunedì 15 maggio 2006 03:24
Eutanasia: ¿muerte digna?


Comentario del secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile

SANTIAGO, domingo, 14 mayo 2006 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario de monseñor Cristián Contreras Villarroel, obispo Auxiliar de Santiago y secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile ante propuestas de legalización o despenalización de la eutanasia.




* * *




La experiencia pastoral y familiar me ha enseñado dolorosamente que los sufrimientos de los enfermos terminales pueden ser atroces, porque junto al tormento físico van tomando conciencia de la inminente separación de este mundo. Pese a ello, la enorme mayoría de esas personas se entregan a este trance sin desesperación, fortalecidas por el consuelo de tener a sus seres amados junto a ellos y también por el acompañamiento espiritual de la Iglesia.

Sin embargo, hay casos en que estos dolores del cuerpo se vuelven insoportables, precisamente porque se potencian con dolores de otro tipo, los más profundos del alma, aquellos producidos por la soledad humana y la falta de esperanza. Y es precisamente en esos momentos cuando se produce la gran confusión: quienes por el agobio y el abandono han perdido el sentido de sus propias vidas, piensan que la vida de suyo ha perdido sentido y, por lo tanto, su valor.

Esta amarga realidad empuja a muchos a creer que la dignidad de la muerte está en apresurarla, evitando todo tipo de sufrimientos que, por lo demás, no son sólo del enfermo sino también de quienes están dispuestos a acompañarlos, especialmente sus más cercanos: la familia.

¿Qué tan digno puede ser un acto humano mediante el cual se provoque deliberadamente la muerte de una persona? ¿Puede ser una ‘buena muerte’ (del griego “eu-thanasia”), aquélla que se procura mediante, por ejemplo, una inyección letal? ¿No será más digna una muerte natural, en la que se han dispuesto todos los medios científicos para aplacar el dolor del cuerpo y, a la vez, todos los medios del amor para mitigar los dolores del alma?

En diversos países del mundo han surgido movimientos cristianos y también no confesionales, que descubren en el acompañamiento compasivo de los enfermos el modo de conducirlos a una muerte verdaderamente digna.

El éxito de estos grupos de cuidados paliativos está en que no se inspiran en la lástima, sino en la compasión del enfermo, es decir, millares de voluntarios que son capaces de estar, de padecer con y junto al enfermo y no en su eliminación. Al ser compasivos, se establecen lazos afectivos que representan la existencia de cada persona no desde su utilidad social, sino desde el don que pueden hacer de sí mismos a los demás.

Esa entrega siempre valdrá la pena, aunque implique la dificultad de asumir el dolor y no de evadirlo, pese a que exija el gran sacrificio de compartir el sufrimiento del corazón frente al otro ser humano a quien se le va la vida.

Preocupa la terminología engañosa de algunos parlamentarios al momento de proponer una legislación atentatoria contra la vida y la dignidad del enfermo: “precario estado de salud”; “cuidados innecesarios”; “solicitar por razones humanitarias”. De este modo pretenden justificar la eutanasia. Por el contrario, ¡cuánto más humano resulta llevar una carga pesada entre dos o más que en la soledad! No son las frías propuestas eutanásicas las que aliviarán a los enfermos y a sus familiares y amigos. Eso es no comprender y no conocer al ser humano.

Por otra parte, una resistencia firme a leyes que promuevan la eutanasia jamás debe entenderse como una legitimación de aquellos medios, injustos también, que pretenden prolongar la vida de una persona a cualquier costo humano y económico. Aquí la reflexión debe ser mucho más amplia. Me refiero al encarnizamiento o ensañamiento terapéutico.

Por eso, para estos debates valóricos, se necesita una mirada integral, para ver que el tema no es sólo la eutanasia, y que ésta no entraña solamente un problema de salud pública o privada. Los avances de la medicina nos ofrecen maravillosas oportunidades de aliviar el sufrimiento humano, pero a la vez nos plantean desafíos éticos que apuntan al rol más profundo de una sociedad: el hacerse cargo los unos de los otros, tanto en la salud como en la enfermedad.

+ Cristián Contreras Villarroel
Obispo Auxiliar de Santiago
Secretario General de la Conferencia Episcopal
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00giovedì 25 maggio 2006 06:59
Tribunal Constitucional ecuatoriano ratifica prohibición de venta de Postinor 2
QUITO, 24 May. 06 (ACI).- La Tercera Sala del Tribunal Constitucional (TC) ratificó por unanimidad la resolución del Juez Tercero de lo Civil del Guayas, Francisco Alvear, que prohíbe la venta del fármaco abortivo Postinor 2, o "píldora del día siguiente".

La notificación fue recibida por el Presidente de la agrupación Abogados por la Vida, Fernando Rosero Rohde, quien en noviembre de 2004 presentó un recurso de amparo para impedir la venta del abortivo.

Rohde, calificó la sentencia como "un hecho histórico para Ecuador" y expresó su satisfacción porque "ha sido un esfuerzo hecho con mucho sacrificio y con nuestros propios recursos para una causa altruista". Relató que a lo largo del proceso han sufrido "los ataques permanente de un grupo muy poderoso económica y políticamente", sin embargo "siempre nos alentó la certeza que nos secundaba la Verdad", añadió.

Por su parte, el Director para América Latina del Population Research Institute (PRI), Carlos Polo, expresó que "el TC ha dado muestras de sentido común y en esto hay que felicitarlos". Añadió que sus miembros soportaron "una gran presión ejercida por los grandes laboratorios", que se valieron de "un laboratorio de ‘fachada’" respaldado por "supuestas organizaciones sin fines de lucro".

Sobre el Postinor 2, explicó que la ciencia no descarta el "tercer efecto anti-implantatorio" de la píldora que la convierte en abortiva. En ese sentido, manifestó que son quienes promueven su venta los que deben demostrar que no atenta contra la vida del recién concebido, y no "los que creemos que el derecho a la vida es central en la sociedad".

Asimismo, Polo indicó que otro aspecto importante, "rescatado de la sentencia en primera instancia de la 3ra. Sala Civil de Guayaquil", es que los aspectos jurídicos, éticos y científicos "debieron ser debatidos por la sociedad ecuatoriana antes de permitir su libre y legal venta". "Esta es la práctica normal y sana para cualquier producto farmacológico que suele ‘olvidarse’ cuando está detrás la industria anticonceptiva y todo su poder económico", afirmó.

Día del Niño por Nacer

Por otro lado, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) decretó el 25 de marzo como Día del Niño por Nacer, por lo que de ahora "en adelante en todas las iglesias del Ecuador se pedirá por la vida de los bebés y las madres gestantes", lo que será "un reconocimiento público del amor y defensa por la vida a la que todos los católicos estamos llamados". Además, "la propuesta será llevada en breve para el reconocimiento oficial del Estado y para que el Congreso decrete una ley al respecto".
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00giovedì 25 maggio 2006 07:02

“América Latina reza por la vida”, campaña de oración de ACI Prensa por el no nacido


REDACCIÓN CENTRAL, 24 May. 06 (ACI).- Ante la solicitud de cientos de lectores, ACI Prensa lanza la campaña de oración “América Latina reza por la vida” en defensa del no nacido en el continente, especialmente en Colombia, tras el fallo de la Corte Constitucional de ese país que despenaliza el aborto.

La campaña, que pone bajo la protección de la Virgen de Guadalupe y del Divino Niño a todos aquellos que quedarán desprotegidos por la nueva legislación, busca evitar que las maniobras de diversos sectores abortistas tengan éxito en el resto de países de América Latina.

Confiados en la eficacia de la oración, esta cruzada consiste en rezar todos los días la Oración a la Vida propuesta, además de un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. De esta manera y difundiendo esta oración entre familiares y amigos, se puede ser protagonista en la defensa de la vida de miles de niños inocentes.

Asimismo, se puede descargar la presentación explicativa de la campaña y enviarla por correo electrónico a todos los contactos personales.

Por último, se puede descargar e imprimir unos afiches alusivos a la campaña para que sean difundidos en las parroquias, barrios, centros de trabajo y lugares de estudio, entre otros.

Se puede ver “América Latina reza por la vida” en: www.aciprensa.com/abortoracion/index.html
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00lunedì 29 maggio 2006 08:16
El punto Dios

RD

Domingo, 28 de mayo 2006

Cuenta La Vanguardia que el coeficiente intelectual (CI) - como expresión de la capacidad analítica humana- fue durante décadas la única vara de medir la inteligencia. Eficiente a la hora de elaborar conceptos, organizar el mundo y solucionar problemas concretos, el CI era la única referencia académicamente aceptable de evaluar nuestra comprensión del mundo.

Pero cuando en 1983 el doctor Howard Gardner, de la Universidad de Harvard, publica su influyente obra Frames of Mind (traducido en español como Estructuras de la mente), los científicos comienzan a admitir que no existe un solo tipo de inteligencia, sino que hay al menos siete formas distintas de conocer y relacionarse con uno mismo y con el entorno.

La eclosión de la inteligencia emocional en la década de los años 90, de la mano de Daniel Goleman, revolucionó la forma de percibir la capacidad de las personas y vino a demostrar lo que ya era una convicción de toda una tradición de pensadores, desde Platón hasta Freud: que la estructura de base del ser humano no es la razón (logos), sino la emoción (pathos). Somos, primariamente, seres de pasión, de empatía, de compasión, y sólo después, seres de razón.

Sin embargo, ¿cuál sería la inteligencia encargada de gestionar ese plano más profundo en el que se sitúan los grandes problemas psicosociales contemporáneos, como la sensación de vacío, el sentido de la vida o los anhelos de autorrealización? Muchos investigadores han empezado a preguntarse cómo se presenta la espiritualidad en términos psicológicos, o si existen diferentes formas y desarrollos de la espiritualidad asociados a diferentes rasgos de personalidad. Así, el modelo de personalidad propuesto por el psiquiatra Robert Cloninger en 1994 cuenta ya con una dimensión específica a la que llama "espiritualidad y autotrascendencia".

La inteligencia espiritual abarcaría la capacidad de trascendencia del hombre, el sentido de lo sagrado o los comportamientos virtuosos que son exclusivamente humanos, como el perdón, la gratitud, la humildad o la compasión. La búsqueda de pruebas empíricas que demostrasen su existencia llevó a algunos científicos durante la última década a explorar si existía este otro tipo de inteligencia que más allá de captar hechos, ideas y emociones, explicase por qué somos sensibles a valores ligados a la idea de Dios y a la trascendencia. Siguiendo esta línea, algunos científicos verificaron que siempre que se abordan temas religiosos o valores que conciernen al sentido profundo de las cosas, no superficialmente, sino con una participación sincera, se producen oscilaciones neurales a 40 hercios procedentes de una zona localizada en los lóbulos temporales de nuestro cerebro.

Lo que llevó a neurobiólogos de prestigio como Michael Persinger o Vilayanur Ramachandran y a la física cuántica Danah Zohar a bautizar esta región anatómica como el "punto Dios". A la vista de estos resultados queda la duda de si las religiones no son más que una expresión de ese punto Dios o de que la espiritualidad pertenece biológicamente a lo humano y no es monopolio de las religiones. Aunque la más reciente (y controvertida) hipótesis sobre el tema llega de la mano del microbiólogo Dean Hamer, que, al parecer, ha identificado el "gen de Dios", título que precisamente ha dado a la obra donde desarrolla esta tesis.

Según Hamer, responsable del Centro de Genética del Instituto Nacional de Investigación sobre el Cáncer de EE. UU., las personas que poseen en el cromosoma 10 una variante del gen V-MAT2, "manifiestan un mayor grado de espiritualidad". De ahí que no dude en afirmar que "la fe está en tus genes". O, al menos, ese es el subtítulo del libro citado. Sin embargo, el camino hasta este descubrimiento indica también la debilidad de la hipótesis: Hamer sometió aun grupo de voluntarios a un test de personalidad que comprende también una sección dedicada a medir, a través de una batería de preguntas, la llamada "autotrascendencia" ideada por el psiquiatra Robert Cloninger. Una vez seleccionadas las personas con puntuación más alta, se buscaron los genes que éstas tenían en común. Aunque no han tardado en aparecer voces críticas que aseguran que lo que en realidad mide el test de Cloninger es una vaga sensibilidad new age (del ecologismo a la magia), y no la religiosidad ni la creencia en una divinidad personal.

No obstante, en los últimos tiempos no dejan de aparecer novedades editoriales que enfatizan la existencia y las virtudes de esta capacidad. Un ejemplo es El poder de la inteligencia espiritual,de Tony Buzan, asesor de ejecutivos, jefes de estado y atletas famosos. Una obra convertida en superventas que pretende explorar la naturaleza de la espiritualidad. En ella asegura cómo desarrollando este tipo de inteligencia podemos relacionarnos más profundamente con lo que nos rodean, desarrollar una actitud compasiva, descubrir formas de rejuvenecer el alma y aumentar la energía. No está mal por apenas 6,75 euros.

Otro experto en conducta humana, Oriol Pujol Borotau, un ex sacerdote jesuita que ha vivido 40 años en India, donde hoy es director del Human Growth Institute de Bombay, asegura que el desarrollo de la inteligencia espiritual puede servir de bálsamo a muchos de los males profesionales. Utilizando una modalidad de meditación ayuda a que la gente de empresa que acude a sus cursos aprenda a despertar la inteligencia espiritual para liberar tensiones, motivar a sus empleados y hasta sanar el cuerpo.

Enla misma línea, un artículo aparecido en este diario y firmado por Ángel Castiñeira y Josep M. Lozano, profesores de Esade, intentaba incidir en la caótica discusión sobre el tema de la religión en la escuela. Y después de dibujar el contexto del momento, con una jerarquía eclesiástica que vive con nostalgia su pérdida de influencia o la cultura de sectores de la izquierda "con ropa de diseño y mentalidad decimonónica" que consideran la religión como una rémora que no queda más remedio que tolerar, Castiñeira y Lozano se hacen eco del descubrimiento de los diferentes tipos de inteligencia y, concretamente, de la denominada espiritual.

Genuinamente humana

"La inteligencia espiritual - afirman- apunta al desarrollo de capacidades genuinamente humanas, como la capacidad de silencio, de asombro y admiración, de contemplar, de discernir (y no solamente decidir), de ampliar los contextos en los que situamos nuestras vidas..., en definitiva, al desarrollo de una cierta profundidad existencial y vital. Estas, y otras, capacidades humanas han sido elaboradas mediante símbolos y prácticas por las diversas tradiciones religiosas, aunque no sólo por ellas".

Para Castiñeira y Lozano, la riqueza de la sabiduría que han acumulado las religiones convierte en insensata la idea de que podemos desarrollarla al margen o contra ellas. "Las tradiciones religiosas - prosiguen- nos recuerdan que no hay calidad ni plenitud humanas sin una disponibilidad hacia los demás, denominada como justicia, compasión, misericordia o sensibilidad. Aunque también, a partir de hoy, podríamos denominarla inteligencia espiritual".

Para ambos docentes, la inteligencia espiritual resulta imprescindible para vivir humanamente. "Que sea algo radicalmente personal no significa que no tenga una dimensión pública y que no afecte también al modelo educativo, del mismo modo que consideramos necesario educar la inteligencia emocional".

Por todos lados surgen nuevas propuestas para desarrollar integradamente la inteligencia mental, la emocional y la espiritual. Y redes que se movilizan porque su diagnóstico, al igual que el de Castiñeira y Lozano, es que la expansión de una cierta pobreza espiritual "no debe confundirse con el retroceso del número de adherentes a las iglesias, sino que responde a la emergencia de un déficit de calidad humana que debe plantearse públicamente".
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00venerdì 16 giugno 2006 05:20
Stephen Hawking dice que Juan Pablo II le pidió que no estudiara el origen del Universo

RD

Jueves, 15 de junio 2006

El famoso astrofísico Stephen Hawking asegura que el Papa Juan Pablo II llegó en una ocasión a pedir a los científicos que no investigaran el origen del Universo, puesto que éste sólo compete a Dios.

El escritor y estudioso británico señaló que el difunto Papa realizó ese comentario en una conferencia sobre Cosmología celebrada en El Vaticano.

Hawking, que no dijo cuándo tuvo lugar el encuentro, citó textualmente las palabras de Juan Pablo II: " Está bien estudiar el Universo y dónde se originó. Pero no se debería profundizar en el origen en sí mismo, puesto que se trata del momento de la Creación y de la intervención de Dios".

El científico bromeó sobre el tema durante unas conferencias celebradas en Hong kong.

"Me alegró saber que él no se había percatado de que había presentado una ponencia en la que teorizaba sobre cómo empezó el Universo. No me hacía gracia la idea de ser entregado a la Inquisición como Galileo".

Eterno desencuentro


La Iglesia condenó a Galieo en el siglo XVII por defender la teoría heliocéntrica de Copérnico, que establecía que la Tierra y los demás planetas giraban en torno a un Sol estacionario, mientras que la doctrina de la Iglesia defendía que la Tierra era el centro del Universo.

Sin embargo, en 1992 el Papa Juan Pablo II firmó una declaración en la que reconocía que la Iglesia se equivocó al acusar a Galileo, y que todo fue un error motivado por una "trágica y mutua incomprensión".
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